Che: «La radio trae la noticia de lucha en las minas»
por Ernesto "Che" Guevara - Latinoamérica
17 años atrás 9 min lectura
Caminamos en total unos 12 kms., 4 horas efectivas. A trechos el camino era bueno y se veía, a trechos había que inventarlo. Bajamos por una faralla increíble siguiendo las huellas de unos ganaderos que arreaban ganado. Acampamos en un hilo de agua en las faldas del cerro Durán. La radio trae la noticia de lucha en las minas. [1]
Mi asma aumenta.
h-1,200 ms.
Nota [1] ver: Ver articulo
Seguimos por el camino fabricado por los ganaderos sin alcanzarlos. A media mañana había un potrero incendiado y un avión sobrevoló la zona. Quedamos sin saber qué relación existía entre esos dos hechos pero seguimos adelante y a las 16 llegamos al Piray, residencia de la hermana de Paulino. En este lugar hay 3 casas de las cuales una estaba abandonada, en la otra no había gente y en la tercera estaba la hermana con 4 hijos, pero sin el marido que había salido con Paniagua, el de la otra casa, a la Florida. Todo parecía normal. A un km. vive una hija de Paniagua y ésa fue la casa elegida para acampar, comprando una ternera que fue sacrificada inmediatamente. Coco, con Julio, Camba y León fueron mandados hasta Florida para hacer alguna compra, pero se encontraron con que hay ejército; unos 50 hombres y se espera más hasta completar 120-130. El dueño de la casa es un viejo que se llama Fenelón Coca.
La radio argentina da la noticia de 87 víctimas; los bolivianos callan el número (Siglo XX).
Mi asma sigue en aumento y ahora no me deja dormir bien.
h-780 ms.
Día negro para mí. Parecía que todo transcurriría tranquilamente y había mandado 5 hombres a reemplazar a los emboscados en el camino de Florida, cuando se oyeron disparos. Fuimos rápidamente en los caballos y nos encontramos con un espectáculo extraño: en medio de un silencio total, yacían al sol cuatro cadáveres de soldaditos, sobre la arena del río. No podíamos tomarles las armas por desconocer la posición del enemigo; eran las 17 horas y esperábamos la noche para efectuar el rescate: Miguel mandó a avisar que se oían ruidos de gajos partidos hacia su izquierda; fueron Antonio y Pacho pero di orden de no tirar sin ver. Casi inmediatamente se oyó un tiroteo que se generalizó por ambas partes y di orden de retirada, ya que llevábamos las de perder en esas condiciones. La retirada se demoró y llegó la noticia de dos heridos: Pombo, en una pierna y Tuma en el vientre. Los llevamos rápidamente a la casa para operarlos con lo que hubiera. La herida de Pombo es superficial y sólo traerá dolores de cabeza su falta de movilidad, la de Tuma le había destrozado el hígado y producido perforaciones intestinales; murió en la operación. Con él se me fue un compañero inseparable de todos los últimos años, de una fidelidad a toda prueba y cuya ausencia siento desde ahora casi como la de un hijo. Al caer pidió que se me entregara el reloj, y como no lo hicieron para atenderlo, se lo quitó y se lo dio a Arturo. Ese gesto revela la voluntad de que fuera entregado al hijo que no conoció, como había hecho yo con los relojes de los compañeros muertos anteriormente. Lo llevaré toda la guerra. Cargamos el cadáver en un animal, y lo llevamos para enterrarlo lejos de allí.
Se tomaron prisioneros dos nuevos espías; un teniente de carabineros y un carabinero. Se les leyó la cartilla y fueron dejados en libertad, en calzoncillos solamente, debido a una mala interpretación de mi orden, en el sentido de que fueran despojados de todo lo que sirviera. Salimos con 9 caballos.
Cumplida la penosa tarea de enterrar malamente a Tuma seguimos viaje arribando de día a Tejería propiamente dicho. A las 14 horas salió la vanguardia para un viaje de 15 kms. y a las 14.30 nosotros. El viaje fue largo para los últimos, a los que sorprendió la noche y debieron esperar la luna, llegando a las 2.30 a la casa de Paliza de donde eran los guías.
h-850 ms.
Devolvimos dos animales al dueño de la casa de Tejería que es sobrino de la vieja Paniagua, para que se los hiciera llegar.
Se logró un guía que por $ 40 se ofreció a conducirnos hasta el cruce del camino que va a casa de Don Lucas; pero nos quedamos en una casa anterior que tenía su aguada. Salimos tarde. Pero los últimos, Moro y Ricardo, tardaron una barbaridad y no pude escuchar noticias. Hicimos un promedio de 1 km. por hora. Según las versiones, el ejército, o alguna emisora por su cuenta hablan de 3 muertos y 2 heridos en un encuentro con guerrilleros en la zona de Mosquera; tiene que ser una referencia a nuestro combate pero se veían, casi con absoluta certeza, 4 cadáveres, a menos que alguno lograra simular perfectamente la muerte.
La casa de un tal Zea, no estaba habitada pero tenía varias vacas cuyos terneros se encerraron.
h-1,150 ms.
Tuve una conversación fuerte con Moro y Ricardo por la demora, sobre todo con Ricardo. Salieron con mochila en los caballos Coco y Darío, de la vanguardia y Moro. El ñato lleva la suya, pues es el encargado de todos los animales. Además, la de Pombo y la mía en un mulo. Pombo pudo llegar con bastante facilidad en una yegua de llano; lo acomodamos en la casa de don Lucas, que vive en la cumbre, a 1,800 ms. de altura y estaba con dos hijas, una de ellas cotuda.1 Hay dos casas más, una de ellas de un trabajador esporádico, casi sin nada, la otra bien acondicionada. La noche fue lluviosa y fría. Los informes dicen que Barchelón está a medio día de camino, pero, según los campesinos que vinieron por la senda, está muy mala, el dueño de casa no dice lo mismo y asegura que se arregla fácilmente. Los campesinos vienen a ver al de la otra casa y fueron detenidos por sospechosos.
1 Cotuda: que padece de bocio. (N. del E.)
El viejo Lucas dio algunas informaciones sobre sus vecinos, de lo que se desprende que ya el Ejército anduvo haciendo su preparación por aquí. Uno de ellos, Andulfo Díaz, es el secretario general del sindicato campesino de la zona, sindicado como barrientista; otro es un viejo hablador al que se dejó salir en razón de estar paralítico y otro es un cobarde que puede hablar, según sus colegas, para no buscarse complicaciones. El viejo prometió acompañarnos y ayudarnos a abrir el camino a Barchelón; los dos campesinos nos seguirán. Pasamos el día en descanso ya que fue lluvioso y desapacible.
Los puntos negativos son: la imposibilidad de hacer contacto con Joaquín y la pérdida gradual de hombres, cada uno de los cuales constituye una derrota grave, aunque el Ejército no lo sepa. Hemos tenido dos pequeños combates en el mes, ocasionándole al Ejército 4 muertos y 3 heridos, a guiarse por sus propias informaciones.
1º) Sigue la falta total de contactos, lo que nos reduce ahora a los 24 hombres que somos, con Pombo herido y la movilidad reducida.
2º) Sigue sintiéndose la falta de incorporación campesina. Es un círculo vicioso: para lograr esa incorporación necesitamos ejercer nuestra acción permanente en un territorio poblado y para ello necesitamos más hombres.
3º) La leyenda de la guerrilla crece como espuma; ya somos los superhombres invencibles.
4º) La falta de contacto se extiende al partido, aunque hemos hecho una tentativa a través de Paulino que puede dar resultado.
5º) Debray sigue siendo noticia pero ahora está relacionado con mi caso, apareciendo yo como jefe de este movimiento. Veremos el resultado de este paso del gobierno y si es positivo o negativo para nosotros.
6º) La moral de la guerrilla sigue firme y su decisión de lucha aumenta. Todos los cubanos son ejemplo en el combate y sólo hay dos o tres bolivianos flojos.
7º) El Ejército sigue nulo en su tarea militar, pero está haciendo un trabajo campesino que no debemos descuidar, pues transforma en chivatos a todos los miembros de una comunidad, ya sea por miedo o por engaños sobre nuestros fines.
8º) La masacre en las minas aclara mucho el panorama para nosotros y, si la proclama puede difundirse, será un gran factor de esclarecimiento.
Nuestra tarea más urgente es restablecer el contacto con la Paz y reabastecernos de equipo militar y médico y lograr la incorporación de unos 50-100 hombres de la ciudad, aunque la cifra de los combatientes se reduzca en la acción a unos 10-25.
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