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Trabajadores del Cobre en huelga: Documento para el análisis

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La distribución del ingreso en Chile es escandalosa como lo afirma la Iglesia Católica a través del Cardenal Francisco Javier Errázuriz. Como una triste paradoja de la historia económica, política y social de Chile, esta mala distribución del ingreso se presenta como una tendencia maldita en la principal riqueza básica del país debido a la ‘Desnacionalización del Cobre’ que había nacionalizado Salvador Allende.

El fraccionamiento de los procesos de trabajo en empresas contratistas y subcontratistas ha sido un proceso paralelo a la desnacionalización del cobre. Con la desnacionalización del cobre se apropian de la principal riqueza básica del país y con las empresas contratistas y subcontratistas se apropian de parte importante de los salarios que corresponden a los trabajadores de estas empresas.

Para la desnacionalización del cobre el capital extranjero ha actuado en forma unida con las organizaciones políticas y empresariales chilenas. Ellos también han  aplicado la máxima ‘Dividir para Reinar’, promoviendo los procesos de flexibilidad laboral y los procesos de fraccionamiento en empresas contratistas y subcontratistas. Estos dos procesos han sido posibles por el descabezamiento, destrucción y posterior debilitamiento de las organizaciones sindicales, en algunos casos con la colaboración de algunos dirigentes.

Los trabajadores de las empresas contratistas y subcontratistas tienen remuneraciones que son ¼ de las remuneraciones que por trabajos similares obtienen los trabajadores de planta. Estas diferencias también se presentan en las actividades relacionadas con el trabajo: jornadas de trabajo, transporte, salud, seguridad y otras. Esta desigualdad que se vive en las regiones es ampliamente conocida y tiene un fuerte impacto en las convivencias de las familias, de los hijos de los trabajadores de segunda y de tercera clase, rompiendo lazos y relaciones en el tejido social de las ciudades y pueblos de las regiones mineras.

En los planteamientos de Gobierno hay una ruptura lógica entre la propuesta reiterada en varias oportunidades por la Presidenta Bachelet de igualdad de remuneraciones para hombres y mujeres y la desigualdad producto de los procesos de contratación y subcontratación, independientemente del hecho de ser hombre o mujer, respecto de las remuneraciones de contratistas y subcontratistas en comparación con las de los trabajadores de planta. Por esto, la Confederación de Trabajadores del Cobre, reivindica la aspiración de lograr un proceso de igualación en todos los aspectos, particularmente remuneraciones iguales para trabajos iguales.

La lucha de la Confederación no es en contra de los trabajadores de planta de las empresas del cobre ya que los salarios totales del sector minero en Chile, que entre otros incluye los salarios totales de las empresas contratistas y subcontratistas más los salarios totales de los trabajadores de las empresas principales, representan menos del 6%   del Producto Interno Bruto del sector minero en el 2006,  en tanto las ganancias representan más del 94 % según los datos oficiales publicados por el Banco Central. Parte importante de esos excedentes no son más que el salario expropiado a los trabajadores contratistas y subcontratistas a través de este sistema que genera sobreexplotación del trabajo humano.

Las ganancias operacionales de CODELCO en el 2006 fueron de 9.515 millones de dólares. En tanto, las remuneraciones totales de los trabajadores de las empresas contratistas de operación alcanzan solo a 136 millones de dólares anuales. Es decir, los salarios globales anuales de cerca del 60% de los trabajadores de CODELCO representan tan sólo el 1,4 % de las ganancias operacionales. Dicho de otra forma, las ganancias operacionales son 70 veces superiores a las remuneraciones globales anuales totales de los trabajadores de las empresas contratistas.

La comparación con el diez por ciento del valor de las ventas de CODELCO que va para las Fuerzas Armadas, que  llegó a 1.311 millones de dólares en 2006, equivalen a cerca de 10 veces las remuneraciones totales anuales de los trabajadores contratistas y subcontratistas de la minería del cobre. Esto es un hecho que muestra una vez más lo escandaloso, injusto e inmoral que está afectando a los trabajadores de las empresas contratistas y subcontratistas de CODELCO. Sólo como antecedente se puede señalar que con el diez porciento de los recursos entregados a las FFAA, se pueden doblar las remuneraciones de todos los trabajadores contratistas y subcontratistas de la Estatal.

Como antecedente casi anecdótico, señalamos que el aporte de 290 millones de dólares  para que opere por algunos meses el Transantiago, significa  un poco más de 2 veces  del total de las remuneraciones anuales de los trabajadores contratistas y subcontratistas. Además este aporte al Transantiago se tramita rápidamente, en algunos días, en un régimen de ‘suma urgencia’. Nuestras peticiones se han planteado desde hace años. El gobierno desde inicio del 2006, se comprometió a través de CODELCO a resolver la inequidad y discriminación que afecta a los trabajadores y a sus familias desde hace décadas, incluyendo el compromiso de la Presidenta Michelle Bachelet, en relación a un Bono, situación que se dilata permanentemente sin expresar voluntad alguna en dar soluciones concretas a las justas demandas de los trabajadores de las empresas contratistas y subcontratistas.

Quienes han promovido la desnacionalización del cobre afirmarán que estamos debilitando a CODELCO. Con la nacionalización del cobre se demostró fehacientemente que Chile no necesitaba ni necesita el capital extranjero para explotar nuestra principal riqueza básica. Los que promovieron la desnacionalización del cobre entregando en propiedad privada, particularmente  a las grandes empresas extranjeras los yacimientos de cobre chileno, han ayudado a fortalecer desde Chile a estas grandes empresas mundiales que compiten con CODELCO en el mercado mundial. CODELCO que controlaba el 95% de la producción y exportaciones de cobre de Chile, ahora controla sólo el 30%. La desnacionalización del cobre es un hecho anticonstitucional ya que la Constitución chilena señala que el “Estado tiene el dominio absoluto, exclusivo, inalienable, e imprescriptible de todas las minas”.

Los que promovieron la desnacionalización del cobre, promovieron también la sobreproducción mundial de cobre desde Chile por las empresas extranjeras. El precio cayó por muchos años en torno a 70 centavos de dólar la libra de cobre.  En esos años, estos bajos precios dañaron profundamente a CODELCO y a Chile, a los trabajadores de las empresas principales, y particularmente a los trabajadores de las empresas contratistas y subcontratistas que presionados disminuyeron el número de trabajadores y disminuyeron las remuneraciones.

Muchos de los que promovieron la desnacionalización y la sobreproducción causando graves daños a CODELCO, en esas difíciles circunstancias, presionaron para privatizar CODELCO

En las grandes empresas mineras extranjeras que se han apropiado del 70% del cobre chileno, la explotación de los  trabajadores de las empresas contratistas y subcontratistas es igual a la de los trabajadores contratistas y subcontratistas de CODELCO. En efecto, las remuneraciones totales anuales de los trabajadores de las empresas contratistas y subcontratistas de las empresas extranjeras, representan también sólo un 1,4% de los 20 mil millones de dólares de utilidades operacionales de estas empresas extranjeras. Además se debe señalar como agravante, que las cuantiosas utilidades de 20 mil millones de dólares obtenidas en 2006 por estas empresas extranjeras, son superiores al total de las inversiones extranjeras realizadas en la minería chilena desde el año 1974 hasta 2004. Por otra parte, gran parte de estas inversiones se han realizado con reinversiones de utilidades obtenidas en nuestro propio país. Estos 20 mil millones de dólares de utilidades en 2006, representan el doble del Presupuesto del Ministerio de Salud más el Presupuesto del Ministerio de Educación para 2007. Estos 20 mil millones de dólares son superiores al PIB de Bolivia más el PIB de Paraguay. Por lo anterior, con justicia se ha señalado que esto constituye el robo del siglo XX y del siglo XXI.

Nuestra Confederación se constituyo al finalizar el reciente Congreso los días 6, 7 y 8 de junio de 2007, en la Comuna de Machalí Sexta Región, fecha que vincula  tres hechos  históricos. Primero, es aquí en Machalí donde se constituyó la antigua ‘Confederación  de Trabajadores del Cobre’, que postuló desde las organizaciones de los trabajadores en la década del 50, la nacionalización del cobre. Segundo en junio de 1971, se discutía en el Congreso la Reforma Constitucional que permitió la nacionalización del cobre, por Unanimidad del Congreso en Pleno el 11 de Julio de 1971 y tercero en la misma Comuna dio sus primeros pasos la antigua Central única de Trabajadores.

La escandalosa, injusta e inmoral situación de los trabajadores de las empresas contratistas y subcontratistas, ha generado desde hace años una creciente necesidad de organización y de lucha que ha dado lugar en este Congreso a la constitución de la ‘Confederación de Trabajadores del Cobre’, ya que:

  • Primero: Por sobretodo prima la calidad de trabajadores del cobre y no de la división de los trabajadores impuesta desde la época de la Dictadura.

  • Segundo: Constituimos la mayoría de los trabajadores en la minería del cobre.

  • Tercero: Porque pretendemos lograr la unidad de todos los trabajadores del cobre en una sola organización sindical en que todos estén representados democráticamente.

  • Cuarto: Porque pretendemos que se cumpla la igualdad de remuneraciones para trabajos iguales, independientemente de si se es hombre o mujer.

  • Quinto: Exigimos Negociación por Rama que garantice la justa distribución de las riquezas y dignas condiciones de trabajo y vida para los trabajadores que participan en los procesos productivos y aquellos que prestan servicios de apoyo a la producción.

  • Sexto: Porque la ‘Confederación de Trabajadores del Cobre’ tiene la obligación de defender la principal riqueza básica del país preocupándose de los ingresos globales del cobre, y por lo tanto, de sus precios internacionales y de los costos involucrados en la producción. En relación a los precios, Chile influye en la determinación del precio del cobre. Si Chile produce más que el crecimiento de la demanda mundial los precios caerán profundamente como sucedió en el período 1996-2003. La atención debe ser en todos los ítems de costo, pero particularmente, en los pagos que se hacen a las empresas contratistas y subcontratistas, las que obtienen grandes ganancias incrementadas adicionalmente por el trabajo precario que generan y los bajos salarios que pagan.

  • Séptimo: La ‘Confederacion de Trabajadores del Cobre’, debe participar activamente en el destino que se le da a los excedentes del cobre que con nuestro trabajo  contribuimos directamente a generar 

  • Octavo: Nos proponemos a luchar activa y fuertemente por la ‘Renacionalizacion del Cobre’, apoyados en la Constitución de Chile, que señala categóricamente que ‘el Estado tiene el dominio absoluto, exclusivo, inalienable e imprescriptible de todas las minas’  y en la Resolución de Naciones Unidas 1.803 titulada  “Soberanía Permanente sobre los Recursos Naturales”, de 1962, que categóricamente afirma:
 “El derecho de los pueblos y de las naciones, a la soberanía permanente sobre sus riquezas y recursos naturales,  debe ejercerse en interés del desarrollo nacional y del bienestar del pueblo del respectivo Estado.”…“La violación de los derechos soberanos de los pueblos y naciones sobre sus riquezas y recursos naturales es contraria al espíritu y a los principios de la cooperación internacional y a la preservación de la paz.”

Acorde a lo anterior, exigimos la derogación del ‘Tratado Minero Chileno-Argentino’, cuyo documento inicial lo redactaron los abogados de la Barrick Gold que entrega a las grandes mineras mundiales los recursos naturales de la Cordillera de los Andes y de amplios sectores de los valles de ambos países. En realidad se constituye un país virtual, por primera vez en la historia, reflejando una nueva modalidad del dominio de las grandes empresas mundiales sobre nuestro planeta. Por lo anterior, nos oponemos resueltamente a que se inicien las actividades de explotación del proyecto ‘Pascua Lama’, primer proyecto que se presenta como binacional, pero como todos sabemos, es de propiedad de la Barrick Gold

  • Noveno: Considerando que en el actual sistema electoral los dirigentes no pueden ser candidatos se hace necesario  terminar con la exclusión de los dirigentes sociales y sindicales en la vida política de nuestro país,  a fin de que el poder legislativo sea representativo e instale las más sentidas demandas de la clase trabajadora, que solo buscan el desarrollo pleno de nuestra vida social en un marco de igualdad y justicia.
 Resoluciones y actividades inmediatas

 1.       Todas nuestras peticiones de carácter social y el Bono por el aporte fundamental al cumplimiento de los objetivos de Codelco, representan solo un 2.4% en relación a los excedentes  del 2006, año en que se superó la sobreproducción mundial de cobre generada desde Chile. Según estudios nacionales e internacionales, los precios en los próximos años y en el largo plazo seguirán siendo elevados para los energéticos y los metales. El precio de equilibrio del cobre de los últimos años se mantendrá a un nivel elevado, si desde Chile no se incrementa la producción más allá de los incrementos de la demanda mundial de cobre.

2.       La propuesta escrita entregada por CODELCO  no satisface ni mínimamente las legítimas demandas de los trabajadores subcontratados, manifestando una vez más la falta de voluntad para cumplir con el Acta de Acuerdo del 23 de Enero del 2006, y avanzar de manera concreta al término de la inequidad y discriminación sufrida por los trabajadores y sus familias.

3.       Por todo lo anterior, la Confederación de Trabajadores del Cobre desde su nacimiento, establece la HUELGA GENERAL como legitimo instrumento de lucha de los trabajadores, según los tratados de la OIT, firmados y ratificados por el Estado Chileno.

Confederación de Trabajadores del Cobre

                              CTC

Nota de la Redacción de PiensaChile:

Al leer esta Declaración del Confederación de Trabajadores del Cobre, aquellos que somos más viejos y que hemos vivido las últimas 5 décadas de la historia de nuestro país, no podemos dejar de sentir sentimientos encontrados. Por un lado nos alegra ver que, poco a poco los trabajadores se van uniendo y redescubriendo la fuerza gigantesca que poseen cuando actúan unidos. Esta lucha de los trabajadores del cobre, así como ayer la de los trabajadores forestales, están significando una inyección al movimiento popular, el que fortalecido puede lograr lo que hoy no tenemos: una fuerza capaz de poner fin a la arbitrariedad de los empresarios, los que ante gobiernos serviles, hacen y deshacen, pensando sólo en sus utilidades inmediatas. Es necesario que ellos comprendan y sientan que por ese camino sólo se crea una bomba de tiempo que pone nuevamente en peligro la democracia en Chile.

Por otro lado, la fuerza de las decenas de miles de trabajadores del cobre debe ser utilizada concientemente por estos, pensando en que cuando hablan de Chile, cuando citan la constitución, cuando hablan del futuro del país, están haciendo uso de los derechos que nos pertenecen a TODOS los chilenos. Decimos esto pensando en aquella huelga de los trabajadores de El Teniente, entre abril y julio de 1973, exigiendo un 41% de reajuste salarial al gobierno de la Unidad Popular. Esa huelga, dirigida por el señor Guillermo Medina, del PDC, fue apoyada por todas las fuerzas que pocas semanas más tarde terminarían dando el golpe de estado más sangriento y brutal de nuestra historia. Es triste ver, en las imágenes de la época, a los mineros del cobre –recién nacionalizado por el gobierno- avanzando hacia Santiago apoyados y protegidos por los destacamentos armados de la organización fascista “Patria y Libertad”, cuyo principal dirigente, era Pablo Rodríguez, el mismo abogado que defendió hasta el último día al dictador Augusto Pinochet.

En su discurso sobre la Nacionalización del cobre, esa misma que ha sido destruida inscontitucionalmente por los gobiernos de la Concertación, y que hoy los mineros en huelga piden volver a aplicar,  el presidente Allende decía:

“Compañeros, esto es caminar en la dirección de las empresas del Estado, hacer del esfuerzo común el esfuerzo indispensable que permita sobreponerse a las deficiencias y a las dificultades; esto es comenzar a manejar las grandes empresas que Chile tiene ahora para ponerlas no al servicio del hombre del cobre, si no al servicio del hombre de todo Chile. Lo hemos dicho, y sabemos que se entiende nuestro lenguaje, los trabajadores del cobre no serán dueños de las minas para beneficio exclusivo de ellos, son dueños de las minas en cuanto las minas les pertenecen al pueblo, y los trabajadores del cobre forman parte del pueblo, y los trabajadores del cobre tienen que entender, lo saben y lo van a vivir, que el esfuerzo de ellos estará destinado a hacer posible que cambie la vida del niño y la mujer chilena, que el esfuerzo de ellos y el cobre estarán destinados al progreso de la patria, y al sudar trabajando el fondo de la mina están haciéndolo por un Chile distinto, por una sociedad nueva, por el camino que abrimos hacia el socialismo.”
Texto completo del discurso de Salvador Allende: Ver articulo
Estamos con vuestra lucha, en la medida en que Uds. entiendan que están luchando por el futuro del país, en su conjunto y no sólo por intereses privados. Es muy triste ver como las empresas vendedoras de automóviles acarrean vehículos del año, de alto valor comercial, hacia las ciudades cercanas a las grandes minas cuando ven que se acerca una nueva huelga. ¿Por qué? Porque sólo el “bono por fin de huelga” que reciben esos empleados, equivale a una suma a la que cientos de miles de obreros chilenos sólo pueden llegar sumando los sueldos íntegros que reciben a lo largo de 5, 6, 7 años de trabajo.  Eso es injusto. Eso es corrupción.
Estamos por una sociedad en la cual cada uno gane en proporción a lo que aporta, a lo que genera, pero ello no puede significar que haya cientos de miles ganando sueldos de hambre, por la única razón de que el producto de su trabajo no se cotiza en la bolsa internacional.

Como dijo el gran uruguayo José Artigas: Habrá Patria para todos o para nadie
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