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Pueblos indígenas de los Andes se reencuentran en Cusco

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Entrevista a Miguel Palacín Quispe, presidente de CONACAMI

América del Sur y los Andes en especial viven constantes cambios políticos protagonizados por la movilización social que se ha visto severamente afectada por las políticas liberales. En este escenario la presencia del movimiento indígena andino ha marcado hitos en su retorno al protagonismo político nacional en Ecuador y Bolivia.

En el Perú, centro histórico del poder colonial, el movimiento indígena aparece en pleno proceso de construcción influenciado por los avances en otros países andinos.

El Perú actual y particularmente el Cusco fue el centro del Tawatinsuyu, 470 años después volverá a ser centro del reencuentro de los pueblos indígenas de Perú, Ecuador, Bolivia, Colombia, Chile y Argentina que se han auto convocado para la realización del I Congreso de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas entre los días 15 al 17 de julio, con tal motivo hablamos con Miguel Palacín Quispe, presidente de la Confederación Nacional de Comunidades del Perú Afectadas por la Minería (CONACAMI).

 ¿Cuál es la situación actual de los pueblos indígenas en el Perú?
¿Cuáles son los temas de preocupación para las organizaciones indígenas?
Primero, seguimos viviendo en exclusión. La Constitución del año
1993 fue elaborada para recortarnos derechos, liberalizar y favorecer las inversiones multinacionales. La llegada de Toledo al gobierno que pretendió reivindicar a los indígenas pero ha mantenido la misma política ejecutando un conjunto de procedimientos que han afectado mucho más a los indígenas, producto de ello tenemos muchas poblaciones desplazadas, la población es más pobre, los recursos naturales y tierras comunales fueron más afectados. Hoy la explotación de la minería, gas y petróleo están en manos de las empresas transnacionales y tenemos un gobierno que ha suscrito un TLC con Estados Unidos que prácticamente intensificará el proceso de imposición de una política neoliberal en el país.

 En el país se reconoce generalmente la presencia indígena en la amazonía pero no así a los indígenas andinos que parecen estar invisibles. ¿Qué opina usted al respecto?
En el Perú la población indígena que vive en los Andes somos 9 millones al que debemos sumar los indígenas que han emigrado a las ciudades. En las grandes ciudades el 50% es la población migrante y lo que han hecho es no llevar su identidad, no llevar su cultura, no practicarla sino “camuflarse” y muchos olvidar su origen para no ser marginados por el Estado y la población racista en las ciudades. Esa misma situación ha sucedido con la reforma agraria al denominarse como comunidades campesinas cambiándose el término “campesino” por el “indígena”. Sin embargo lo que falta es visibilizar, decir que este es la población, cualquiera que se llame este es la población andina, oriunda, originaría y es más del 50% del país.

¿Hay algunos avances en el proceso de construcción del movimiento indígena andino en el Perú?
El primer hecho significativo son los problemas territoriales, las tierras en manos de los gamonales, la reivindicación territorial posterior a los años 50 y que concluyó con la reforma agraria. Pero esa reivindicación territorial no terminó en obtener mejores leyes o en todo caso políticas de Estado para el desarrollo de los pueblos sino terminó cooptado por el gobierno de turno porque construyeron en base a ello organizaciones paralelas.

Otro tema significativo en estos últimos años es la arremetida de las empresas multinacionales mineras en las tierras de las comunidades. Es por ello que desde el surgimiento de CONACAMI iniciamos un proceso de defensa de los derechos colectivos frente a las actividades de explotación minera conjuntamente con miles de comunidades en el ande, allí destacamos la importancia que tiene para el futuro de las comunidades la tierra pero también la cultura, la organización, el ejercicio del autogobierno y la justicia comunal. Es desde allí que iniciamos un proceso de organización y debates aportando a la construcción de propuestas en la Coordinadora Permanente de Pueblos Indígenas del Perú (COPPIP) sobre la institucionalidad para los indígenas y hemos realizado la I Cumbre Indígena en Huancavelica.

¿Y que falta en Perú para lograr un referente al nivel del movimiento indígena en Ecuador o Bolivia?
En el Perú tenemos que pasar una etapa más producto de que la clase dominante colonial y sus herederos todavía continúan. No ha sido en vano que la administración colonial ha estado en el Perú, la independencia del Perú lo han dado precisamente luchadores que han venido de los países hermanos. Aquí fue muy difícil derrotar a la clase de la colonia. En ese mismo esquema se ha diseñado el Estado y sus partidos políticos que hasta hoy existen, y con esa misma figura están los grupos económicos de poder, están los medios de comunicación y están los intereses políticos distribuidos en muchas regiones del país. La lucha contra eso en estos actuales momentos se esta dando pero para la consolidación va tener que pasar una etapa más.

Congreso de la Coordinadora Andina:
En julio próximo se realizará el congreso fundacional de la Coordinadora Andina, la CONACAMI es parte de esta iniciativa, preguntamos ¿no es suficiente construir un movimiento indígena nacional?
Los procesos de lucha ahora no son solo locales o nacionales son luchas globales para los pueblos. Los pueblos estamos informados que todas las políticas que atentan contra nuestros derechos y que han venido precisamente de acuerdos de los Estados, por ejemplo el Consenso de Washington, las políticas de ajuste estructural que se aplicaron en nuestros países, diseñados y manejados por el Banco Mundial. Entonces la lucha no tiene que ser interna. En ese mismo escenario se viene discutiendo temas como por ejemplo la lucha contra la pobreza y el objetivo del milenio, diseñados por los Estados en las Naciones Unidas, son foros internacionales en los que debemos ir a discutir, para ello tenemos una agenda común, los problemas son comunes, los objetivos son comunes, las propuestas tienen mucha coincidencia entre los pueblos indígenas y para ello hay que accionar de manera unitaria, ese es el objetivo.

Por otro lado tenemos gobiernos que están actuando contra los pueblos, gobiernos que han militarizado su país, que están atentando contra los derechos colectivos, Estados que no reconocen el Convenio 169 de la OIT, gobiernos que están firmando el TLC sin consulta a la población y sobre todo la falta de representatividad política a semejanza de nuestras ideas y propuestas. Ello no hace más que unificarnos, construir una agenda política conjunta unitaria en Latinoamérica e ir a los escenarios políticos internacionales, a los escenarios políticos nacionales e igualmente hacia nuestras bases y recibir desde abajo las propuestas. Eso es el objetivo.

Pero hay una corriente internacional que cuestiona al movimiento indígena calificándola como un peligro para la gobernabilidad de Latinoamérica, un peruano como Vargas Llosa ha manifestado que el movimiento indígena en Perú, Ecuador y Bolivia crea desorden. ¿Usted no cree que con la fundación de la Coordinadora Andina podría legitimarse la afirmación de Vargas Llosa?
Vargas Llosa cuando hace esa afirmación lo que ve es peligrar su llamada democracia al estilo y pensamiento de ellos. Para ellos si somos un peligro, pero para una democracia real, efectiva, de participación directa permanente en el ej
ercicio de ella somos una nueva luz. Si Latinoamérica pide cambios, el pueblo en su conjunto pide cambios, el único mecanismo de ofrecer reales cambios va a ser con cambios sociales y estructurales. Y los cambios sociales y estructurales lo están planteando los pueblos indígenas.

Nosotros no somos un peligro para los pueblos. Podemos ser un peligro para los que han dominado el país bajo otros intereses.

Somos una nueva visión para redistribuir la riqueza, que se haga justicia y sobre todo que sea un país unitario con todos, con una práctica multicultural, lo que ahora es una práctica monocultural en el país, pensada de un solo lado con eso si no estamos de acuerdo. Para el ejercicio de ese lado probablemente somos un peligro. Entonces hay que responderle así, somos un peligro para su democracia monocultural pero somos una luz para el ejercicio de una democracia multicultural.

¿Cuál será el papel de la Coordinadora Andina posterior al congreso fundacional de Cusco? ¿Hay algunas ideas sobre el mandato que habrá de cumplir?
Para nosotros es un desafío. Un desafío interesante, un desafío de riesgo y también un desafío muy abierto hacia adelante. Primero porque vamos a plantear una agenda común y diferente a lo que manejan nuestros Estados para el ejercicio de nuestros derechos, para exigir se parte de un Estado bajo esa agenda. Lo segundo es, frente a la crisis de los estados, frente a la crisis de los partidos políticos ¿cuál es la alternativa? Precisamente la alternativa viene de los pueblos y ahí se pone en escenario la Coordinadora Andina como una propuesta alternativa para construir poder de nuestras comunidades, para construir propuestas para el país y sobre todo para ejercer en las discusiones de los foros internacionales y también desde los lados posibles dirigir una instancia propiamente para los pueblos indígenas.

Finalmente, en Perú dentro de poco se instalará un nuevo gobierno, ¿cuáles son las demandas de las organizaciones indígenas para el gobierno de García?
Nos interesaría que el nuevo gobierno tenga una mirada diferente, talvez desde el ande hacia la costa y desde el ande hacia la amazonía y ahí están un conjunto de miles de pueblos excluidos del Estado, que son afectados por las políticas estatales, que el centralismo ha hecho mucho daño y ha empobrecido a las poblaciones producto del saqueo de sus riquezas y la falta de distribución de ella, y sobre todo en los niveles de participación.

Nosotros creemos que un nuevo gobierno entienda y haga cambios estructurales como una Constitución inclusiva, políticas de Estado que incluyen a las poblaciones en la toma de decisiones, se reconozca los sistemas de autogobierno y se consulta las políticas y sobre todo las actividades que van a realizar en sus territorios. Y si ello no ocurre no podemos avizorar un futuro exitoso a este gobierno.

Lima, julio 2 del 2006.
El autor es coordinador técnico de la Coordinadora Andina

Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas
Artículo distribuido por la Minga Informativa de Movimientos Sociales http://movimientos.org/
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