Lamentables declaraciones de Fernando Montes
por Felipe Portales (Chile)
8 años atrás 6 min lectura
10 marzo 2016
Han sido particularmente lamentables las declaraciones del sacerdote jesuita Fernando Montes en entrevista concedida a El Mercurio del domingo 6 de marzo. Su tono general da la impresión de que quienes están recluidos en Punta Peuco por crímenes de lesa humanidad estarían sufriendo una injusta discriminación por ciertas condiciones del cumplimiento de sus condenas. Sí, tal como usted lo está leyendo.
Pero otra muy distinta es solicitar, como lo hace Montes, que los condenados en dicho penal puedan disponer de las mismas condiciones de los presos comunes en términos de “libertades condicionales”, “salidas provisorias” y, peor aún, de poder “revisar (la situación) de quien ha cumplido la mitad de la pena”. Pareciera no darse cuenta, en primer lugar, que los crímenes por ellos cometidos son, como los de los nazis en sus campos de exterminio, “contra la humanidad” y que, como tales, es plenamente justo que sean sancionados mucho más duramente que los de un criminal común. Y, en segundo lugar, que el esfuerzo para acceder a la verdad y la justicia ha sido muy problemático –y parcial– en nuestro país, como para empezar a horadarlo en los hechos de modo poco consecuente con los principios fundamentales.
Pero, además, es penoso que un sacerdote de la trayectoria de Fernando Montes introduzca en su entrevista insólitas –por decir lo menos– consideraciones. Así, cuando se le plantea que “la opinión pública tiene la idea de que en Punta Peuco están muy cómodos los presos”, él contesta: “Probablemente (¡!) Punta Peuco tiene mejores condiciones, pero tampoco es un hotel cinco estrellas. Tiene enormes controles y tiene incomodidades propias de una cárcel (sic). Por lo pronto, no se pueden mover (sic), hay horarios rígidos, no salen”.
Otra expresión de Montes que induce a pensar que se está tratando inhumanamente a los reclusos de Punta Peuco es cuando señala que “ellos, por bárbaros que hayan sido, tienen familia, tienen hijos”. Y lo que simplemente es para quedar atónitos, es cuando afirma: “Yo creo que no hay que olvidar que (quienes están presos en Punta Peuco) son seres humanos que cometieron un error (sic)”.
Plantea también consideraciones que pueden interpretarse como de menoscabo del sufrimiento de los familiares de los torturados y detenidos desaparecidos, al señalar que el acercarse pastoralmente a familiares de los victimarios presos, “me permitió contactar a algunas familias que han sufrido como nadie”. Y otras afirmaciones que sin duda llevan a “disminuir” significativamente la culpa de los peores torturadores:
“Para mí fue terrible conversar largo con el ‘Guatón’ (Osvaldo) Romo, agente torturador de la Dina. Y pude comprobar los niveles trágicos de desorden personal, que era fruto de toda una circunstancia, y que había sido usado. Ahí aprendí que hay que tener un cuidado enorme para precisar quiénes son los responsables e ideólogos mayores y quiénes son personas que en un régimen enormemente jerárquico cumplen acciones que tal vez no hubieran hecho en otras circunstancias”.
Es claro, tampoco los nazis que gaseaban a los judíos en los campos habrían repetido lo mismo en “otras circunstancias”…
Tampoco nos podemos “hacer los lesos” de dos características de pésimo gusto que agravan las consideraciones anteriores. Una es el generarse un pedestal de autoexaltación pocas veces vista en un sacerdote:
“Yo he sido claro y preciso: he sido un fuerte, fuerte, fuerte (sic) opositor a los atropellos de los derechos humanos. Personalmente hasta expuse mi vida en defensa de estos derechos. Sin embargo, si hay que castigarlos, debe hacerse de manera civilizada (sic)”.
Luego, señala la periodista respecto de Montes:
“Cuenta, a modo de ejemplo, de cómo expuso su vida, que fue procesado porque fue duro en las frases que usó frente a Augusto Pinochet, y eso motivó un juicio”.
Otra consideración de pésimo gusto es el mañoso contrapunto que hace de dos destacadas víctimas y luchadoras por los derechos humanos: Carmen Hertz y Estela Ortiz. De la primera, dice:
“Si hay alguien a quien respeto es a Carmen Hertz. Sin embargo me dolió mucho cuando dijo el otro día en los medios que el concepto de perdón es una cosa medieval, como diciendo, hoy día hay que superarlo. Es un concepto de profunda humanidad (…) Cómo me gustaría decirle, como cristiano, que yo no le pido que olvide lo que le pasó, que es razonable que pida justicia, pero que no es sanatoria la ley del talión: ojo por ojo, diente por diente (sic). Nadie puede obligarle a que perdone. Oí a Carmen Hertz y aunque comprendo su dolor, me dio pena su concepto de perdón”.
Y enseguida vuelve directamente el sacerdote:
“También personalmente yo saqué gente del país, puse gente en embajadas arriesgando mi vida, tuve escondido en mi propia pieza a uno de los guardaespaldas de Allende que creyó que corría peligro su vida, y me lo fueron a dejar sin decirme nada. Y me suplicó llorando que le salvara a su familia. Y fui a sacar a su familia y la llevé al campo. Esto fue muy inmediatamente después del golpe. Yendo de paso a la casa a sacar a esa familia, vi que había mucha gente en el puente Bulnes; me bajé del auto a mirar y había cadáveres flotando en el río (…) Fue un tema (las violaciones de derechos humanos) que, de palabra y con actos, me llevó a oponerme radicalmente a lo que pasó”.
Quizás las autoalabanzas anteriores pueden explicarse como “salvación” para lo que se señala en el comienzo de la entrevista: “Está consciente de que lo que primero que dirán algunos es ‘¡Ah, este cura se dio vuelta la chaqueta!’”.
Y de Estela Ortiz:
“Cuando te mataron a tu padre y a tu esposo, como a la Estela Ortiz, qué difícil es no quedar vuelto al pasado. Por eso ella me impresiona cómo se rehízo y ese atroz pasado no la dejó vuelta atrás”.
Por último, “asusta” –dada la influencia de Montes– el verdadero “globo sonda” que envía con esta entrevista, y que cuando le preguntan de su “grupo por representar estos derechos de los presos de Punta Peuco”, conteste:
“Mire, yo me he reunido, he conversado con gente, con abogados. Pero yo no estoy en una campaña y no hay propiamente (sic) un grupo organizado. Somos personas que hemos ido tomando conciencia de que, pasados ciertos años, es muy importante preocuparse de estos hechos”.
Artículos Relacionados
Es hora de que la comunidad internacional defienda a los niños palestinos
por
6 años atrás 6 min lectura
Argentina: A 44 años del Golpe de Estado de 1976
por Medios
4 años atrás 1 min lectura
Palabras pronunciadas en el funeral del médico e historiador Carlos Molina Bustos (Subsecretario de Salud en el Gobierno de Salvador Allende)
por Pablo Aravena Núñez (Chile)
6 años atrás 3 min lectura
40 años del crimen de Barbados: Mirando a los ojos de los terroristas que volaron el avión cubano
por Alicia Herrera (Venezuela)
8 años atrás 9 min lectura
El asesinato de Chile
por Eric Hobsbawm (Reino Unido)
8 meses atrás 9 min lectura
Saludos e invitación a ver Imágenes Prohibidas (Chilevisión)
por Manuel Guerrero Antequera (Chile)
11 años atrás 1 min lectura
4 Comentarios
Deja una respuesta Cancelar la respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
De Tel Aviv a Haifa: “¿Crees que es el fin de Israel?”
por Jean Stern (Francia)
20 horas atrás
Lo que hemos conocido, lo que hemos aceptado después de tantos años, aunque no estuviéramos de acuerdo, finalmente se ha infundido en la población. El racismo, la idea generalizada de “deshacerse de los árabes”, nos conduce a una posible desaparición. “Uno se pregunta si el fin de Israel es una cuestión de tiempo o una cuestión de apoyo”, se pregunta un intelectual de Nablus. ¿El fin de Israel? “El fin de un modelo, sin duda, pero no el fin de un país”, matiza un diplomático.
Gaza / Israel: algunos apuntes sobre la ordenanza de la CIJ del 30 de abril relativa a la solicitud de medidas provisionales de Nicaragua contra Alemania
por Nicolas Boeglin (Costa Rica)
2 días atrás
En lo que va del año 2024, es la cuarta vez que la CIJ es llamada a dictaminar una decisión sobre el drama indecible que se vive por pare de la población civil en Gaza: véase al respecto, en la demanda interpuesta por Sudáfrica contra Israel, la ordenanza del 29 de abril, la ordenanza del 26 de enero y entre ambas ordenanzas, el comunicado del 16 de febrero respondiendo en forma negativa a Sudáfrica.
De Tel Aviv a Haifa: “¿Crees que es el fin de Israel?”
por Jean Stern (Francia)
20 horas atrás
Lo que hemos conocido, lo que hemos aceptado después de tantos años, aunque no estuviéramos de acuerdo, finalmente se ha infundido en la población. El racismo, la idea generalizada de “deshacerse de los árabes”, nos conduce a una posible desaparición. “Uno se pregunta si el fin de Israel es una cuestión de tiempo o una cuestión de apoyo”, se pregunta un intelectual de Nablus. ¿El fin de Israel? “El fin de un modelo, sin duda, pero no el fin de un país”, matiza un diplomático.
El Sáhara sigue esperando
por La Base (España)
1 día atrás
En el programa de hoy, Pablo Iglesias, Paola Aragón y Manu Levin desde Madrid e Inna Afinogenova desde el Sáhara analizan la situación en la que continúa este territorio, ex colonia española, ocupado ilegalmente por Marruecos desde hace casi 50 años.
Las siguientes líneas del fallo de la Corte de Apelaciones de Santiago que condena a Donato Alejandro López Almarza por los asesinatos en la UTE en septiembre de 1973, apoyan de manera incontrovertible la respuesta que Felipe Portales le ha dado al Fernano Montes en su artículo: «la condición de delitos de lesa humanidad, que es dable predicar de acontecimientos luctuosos como los acreditados en autos, los sitúa en un estatuto especial y deben recibir entonces un tratamiento diverso del que cabe asignar a los delitos comunes.” PUNTO.
Este curita me recuerda un poco a uno de los episodios de Gila, el cómico español, en que contaba que en su pueblo eran tan pobres que como no tenían radio, el cura en la prédica del Domingo les contaba el partido. Y su interpretación de los partidos eran un poco como las del cura Montes.
http://www.rtve.es/alacarta/videos/arriba-ese-animo/gila-cronica-futbolistica/1383547/
Pero…si no pudimos hacer nada para que los principales gestores de la guerra contra Allende y el Comunismo, con la consiguiente matanza -que en Argentina fue mucho mas horrible-, de la que fueron sus principales promotores, ejecutores en servicio pagado por intereses multinacionales, verdaderos «sicarios de conciencia», …¿tendrá mucho sentido descargar nuestra ira -por justa que sea-, en estos vejestorios horrendos de la vida, que las cárceles del mundo aún alimentan por compasión?
No podemos aspirar a usar la perspicacia- mutando esa misma ira-, para algo mejor para nuestra descendencia, que nace con los ojos hacia el mañana, que ya es hoy?