«No puedo respirar»
«No puedo respirar» ante la inercia de los llamados partidos progresistas, mientras la sociedad civil se moviliza en manifestaciones contundentes de indignación y en defensa de la democracia; «No puedo respirar» frente a esta comunidad empresarial que, con un ojo en las ganancias e indiferente a las víctimas de la pandemia, presiona por la apertura inmediata de sus negocios, mientras que las camas de los hospitales son tumbas llenas y poco profundas que se multiplican en los cementerios como las encías sin dientes de Tanatos; «No puedo respirar» cuando, en Brasil y en los Estados Unidos, los ciudadanos son asaltados, arrestados, torturados y asesinados por el «delito» de ser negro y, por lo tanto, «sospechosos».
Cuando las «razas inferiores» dicen basta, es violencia
Cuando los pueblos dicen basta, quienes están en el poder tienen dos opciones: aumentar la represión o ceder un poco para limitar las pérdidas. En ningún caso se trata de una revolución, pero a partir de cierto momento la revuelta podría convertirse en una rebelión semejante a la de los años 60 que terminen con la herencia de los años 80.
Lesbos bajo el virus nazi
El nazismo ha vuelto por sus fueros, es un hecho. Mientras el mundo entero contiene la respiración y el sistema financiero se descabala ante la expansión de una nueva variedad de gripe, no nos tiembla ni un pelo con las imágenes de las docenas de miles de migrantes abandonados a su suerte en los campos de refugiados griegos. Mientras la amenaza de propagación del coronavirus, con un índice de mortalidad apenas superior al de un simple resfriado, provoca medidas drásticas (y ridículas) para intentar aislar a 16 millones de personas en el norte de Italia, las tercas ideas del odio y del racismo florecen en puños y en incendios, evocando los momentos más oscuros de la historia de Europa.
¡Maltrato es violencia!
Ayuda a terminan con el maltrato. Si no te atreves, al menos comparte este video.
Abuso de Carabineros: Una imágen que dice más que mil páginas
El gobierno y la mayor parte del aparato político -esos que han hecho de la política una profesión, una herramienta para acceder a considerables beneficios materiales, cuando no fortunas, argullendo vocación de servicio público– siguen sin entender el proceso que vive el país y se niegan a ver lo que ninguna violencia podrá borrar de la conciencia del pueblo; tenemos derecho a participar en igualdad de condiciones en la toma de decisiones que afectan nuestras vidas y las de nuestros seres queridos. No es con violencia que podrán salvar sus privilegios.
Operación Impunidad: las multas que pagaron los grupos Angelini, Said, Yarur y Saieh para zafar de los delitos por platas políticas
Nos acusan de violencia y saqueos. Pero poco a poco va saliendo a la luz pública la verdad: ellos, los grandes empresarios, las grandes fortunas generadas despues del 73, financiaron durante años los partidos políticos para así lograr poner en el parlamento a personas corruptas que han estado decidiendo durante 30 años lo que sus patrones les dictaban. Sin embargo, con una hipocresía sin nombre, nos han repetido hasta el cansancio que es el mercado quien define y decide el avance de la sociedad.¡Corruptos, hipócritas, saqueadores del país, destructores de la vida de millones de chilenos!
¡Cobarde!
La cobardía de Carabineros no tiene límites. No hay nada que justifique el abuso brutal que hacen del monopolio del uso de la armas que como ciudadanía les hemos entregado. Ya llegará el día en que los veamos en tribunales, nacionales o internacionales, pues no habrá perdón, sólo justicia. Y ese día llegará y terminarán con su huesos en una cárcel común, pues esta vez no habrá cárceles de 5 estrellas. No lo dudes, pues a pesar de tus armaduras, tu violencia, tus patrones, ¡Venceremos!
El poder civilizatorio de la “calle” y la revuelta de los ricos en Chile
La perversidad del eslogan oficial de “hay que rechazar la violencia venga de donde venga” se funda en la insistencia en que la desigualdad y la depredación social orquestada por la revuelta de las élites y los ricos de Chile, no es violencia. La evidencia empírica, no obstante, ha demostrado que la violencia genera violencia y eso es lo que ha sucedido en Chile. El punto es cómo parar la violencia de arriba para que no produzca espirales de violencia callejera. En este contexto, la discusión sobre la esencia de la “primera línea” es inconducente, porque no contribuye a entender y darle prioridad a la feroz verdad del saqueo de las élites en Chile.
>b>Violencia institucionalizada
"Alma hirviendo, mente fría"
Sé que todos aquí queremos acabar con el último bastión de la dictadura, pero tenemos que ser inteligentes. En sus marchas están protegidos por los pacos y los dejan actuar en impunidad y, para peor, luego se llenan las redes de mentiras diciendo que nosotros somos los violentos, lo que no nos juega a favor porque sigue habiendo gente muy ingenua y los fascistas siempre se han aprovechado de la ignorancia.
Creo que el gobierno (o desgobierno) buscar precisamente eso, el enfrentamiento entre civiles para ignorar nuevamente todas las demandas e incluso para profundizar este modelo mediante el shock, como siempre hacen: un golpe militar, un autogolpe, lo que sea.. Son expertos en ello y nosotros no podemos darles en el gusto.
Y seguiremos luchando porque nada ha cambiado. ¿Quiénes son los violentos?
Venga con nosotros a recorrer la Comuna de Petorca y vea quiénes son los violentos, quiénes son los que saquean, quiénes son los que saquean Chile.