Isabel Allende: ¿Es una invasión cuando la gente huye de la pobreza y la violencia?
«Visto ahora con la distancia del tiempo, a veces me pregunto si fue necesario irme de Chile», admite Allende, que recuerda que sus amigas sí se quedaron en el país, «luchando contra la dictadura desde adentro, con todos los riesgos, con un inmenso valor». Con cierta tristeza, la autora de ‘La Casa de los Espíritus’ hace una confesión al respecto: «Pienso que yo fui cobarde, que no fui capaz de hacer eso».
Las comunas en Venezuela frente a la guerra de la comida
Es sábado a la mañana, y, fuera de las noticias nacionales y canales de televisión, la comunidad se organiza para realizar un mercado comunal en la parte alta del barrio de Lídice, en Caracas. Cuanto más arriba en el cerro más humildes son materialmente las casas, las infraestructuras y los ingresos.
Sucede así en toda la capital, una ciudad donde el centro, el valle, fue reservado a las clases altas y medias, y las grandes barriadas populares se construyeron en las alturas, con casas una arriba de la otra, escaleras angostas, laberintos, esfuerzos.
La batalla del pueblo
Que nadie se equivoque, no confundan conciencia y paciencia con sumisión. El pueblo no se deja imponer un presidente de facto bajo la amenaza extranjera; pero tampoco está dispuesto a renunciar a sus derechos conquistados en revolución. Por eso pelea, por eso protesta, por eso se organiza y moviliza.
En esa batalla de todos los días, el pueblo va sumando fuerzas para un escenario de resolución democrática, popular, protagónica y revolucionaria del actual conflicto político.
¿Hay una revolución en Venezuela?
Recuerdo una sabia frase de Fidel cuando dijo que “el principal error que cometimos en Cuba fue creer que había alguien que sabía como se hacía una revolución”. No hay un manual ni un recetario. Son procesos en curso. Hay que fijar la vista no sólo el momento actual, en los desconcertantes relámpagos de la coyuntura que hoy agobian a Venezuela, sino también visualizar la dirección del movimiento histórico y tener en cuenta todas sus contradicciones. Al hacer esto, no cabe duda que en Venezuela se está en medio de un convulsionado proceso revolucionario que, ojalá, y «por el bien de todos«, como decía Martí, termine prevaleciendo sobre las fuerzas del imperio y la reacción. Nuestra América necesita esa victoria. Todo esfuerzo que se haga para facilitar tan feliz desenlace será poco.
¿A qué está jugando EEUU con Venezuela?
Todo apunta a que Estados Unidos, al entender que intervenir militarmente a Venezuela sería un error, ha optado por ahogar al país para forzar una negociación en Noruega desde una posición de ventaja. Sabe que usando la fuerza no podría obtener una victoria duradera, o dicho de otro modo, un reseteo político al año 1998, previo a la llegada de Chávez al poder. El pueblo venezolano, sus trabajadores, la gente humilde, resiste y vencerá.
Rafael Correa en entrevista con Misión Verdad: Todos tenemos que estar preparados para la traición
Le propusimos al expresidente dejar la coyuntura a un lado por 30 minutos y conversar sobre el mar de fondo: ¿Qué pasa con el pensamiento de izquierda ahora mismo? ¿Por qué pocos o casi ningún brasileño, ecuatoriano o argentino salió a defender a «sus liderazgos» en un momento donde los bombardean por todos los frentes? ¿Por qué silencian la guerra contra Venezuela? ¿Fue un espejismo su concepto de «cambio de época»? ¿Vuelve o no vuelve a la política Rafael Correa?
El diálogo se cortó en Oslo, la UE pone en escena a Enrique Iglesias, la oposición dispara contra Guaidó
Ni la oposición cree en la versión difundida por voceros y medios locales e internacionales de que el gobierno va a Oslo en estado agónico. En el sector más radicalizado de la oposición se alinean María Corina Machado, Antonio Ledezma y los blogueros radicados en Miami y Bogotá, que consideran que dialogar con alguien que está caído, es un auténtico contrasentido.
Carta abierta a las redacciones de Radio y Televisión de Suecia
Nuestros servicios públicos tienen la tarea de transmitir información imparcial y objetiva a los espectadores y oyentes, otorgando en lo posible información objetiva y equilibrada sobre los acontecimientos mundiales. Esto no es el caso cuando se trata de la crisis en Venezuela. Estamos consternados y profundamente conmocionados por el hecho de que los medios suecos, incluidos aquellos que forman parte del bien público del país democrático y solidario que nos recibió, contribuyen hoy a presentar el intento fallido de golpe de Estados Unidos en Venezuela como un levantamiento popular contra un gobierno inepto.
Los chalecos amarillos de Francia y los azules sin chaleco en Venezuela
Mientras los chalecos amarillos son un movimiento sin una cabeza visible, de naturaleza horizontal y que parte desde los sectores más bajos de la sociedad, los cinturones azules solo tienen un portavoz (Guaidó), es totalmente vertical (Guaidó fue impuesto por Donald Trump y sigue lo que sus funcionarios dictaminan) y ha emergido directamente como expresión de los sectores más ricos no solo de su país sino del mundo.
Guarequena Gutiérrez y la diplomacia de la estafa
Doña Guarequena Gutiérrez, que no es ni milica, ni monja, ni jueza, ni parlamentaria, y mucho menos diplomática. Es decir, no representa a nadie, protocolarmente hablando.
En realidad estoy equivocado. Me corrijo de inmediato. Doña Guarequena sí representa algunas cosas: […] esta “catira” representa más a la derecha chilena que la invitó que a la gran mayoría del pueblo venezolano, aquel que es heredero de aquellos esclavos negros traídos desde Africa que, como dijera Guillén, “pasó el mar entre cadenas, y entre cadenas pasó el mar”.