Venezuela: Libertad para los Comuneros encarcelados por defender la propiedad del Estado
Es bien conocido que el fascismo en Chile no comenzó a actuar a partir del 11 de septiembre de 1973, fecha del golpe contra el Compañero Presidente Allende, ya desde meses antes, a través de la justicia y de los sectores más reaccionarios de las Fuerzas Armadas, se encarcelaron estudiantes, obreros, campesinos, se produjeron desalojos de las fábricas y tierras recuperadas. Todo con el objetivo de debilitar la organización popular y desmoralizar al pueblo que defendía el proyecto de la Unidad Popular. Aprendamos lecciones de la historia.
Dorfman, «Sus palabras, cotéjelo, son las mismas del imperio»
Déjeme decirle con mucho respeto que piense en lo que escribió. Con la cabeza y el corazón. O usted no estaba bien ese día, o ud cambió su cabeza. Vuelva a leer su propio Pato Donald, ahí tiene la respuesta y sabe que yo como latinoamericana, bolivariana, fidelista, che guevarista no puedo permitir que no se le diga a usted nada. No sé lo puedo dejar pasar. Ofendió a Allende, y a todos los luchadores como él. Y ofendió al pueblo venezolano.
Salvador Allende: «No en mi nombre»
“Usted sabe muy bien, querido Ariel Dorfman, que soy respetuoso con los demás pero inflexible en la defensa de mi dignidad personal y la integridad de mis creencias y valores. Y usted ha abusado la confianza que le supe otorgar “imaginando” razonamientos y consejos que yo le podría dar al presidente legítimo de Venezuela que no reconozco como propios. Son suyos, y los respeto, pero no los comparto y le solicito, con amabilidad pero con firmeza, que no me los atribuya a mí. Son demasiadas las tergiversaciones que usted hace de mi pensamiento y los olvidos o silencios en que incurre en su carta. Esto me obliga a escribir estas líneas como un aporte para arrojar cierta luz sobre la enorme confusión que, desgraciadamente, hoy se ha instalado en la izquierda de nuestro país y que la induce a adoptar posturas incompatibles con su noble tradición anticapitalista y antiimperialista.
Maduro no es Allende, evidentemente
Chávez primero, Maduro después, Castro antes y primero que ellos, Lenin y Trostky entendieron un concepto básico: no basta la capacidad para llevar adelante un proceso revolucionario. Más importante aún es la determinación para defenderlo. Y la clave para ello – entiendo que puede resultar brutalmente duro escucharlo hoy – es tener fuerzas armadas revolucionarias, fortalecidas no solo en términos logísticos sino fundamentalmente en términos doctrinarios.
Momentos cruciales de la izquierda mundial
En lo que estamos todos de acuerdo, o casi todos, es que la realidad que conocimos durante los últimos dos siglos, aquella de las clases sociales definidas claramente, las categorías de la superestructura de los estados con sus estamentos fácilmente identificables más otros axiomas del marxismo clásico, en la actualidad ha cambiado drásticamente. Hoy en el espiral de la historia tampoco se están repitiendo los elementos esenciales que componían la vuelta anterior de ese espiral con el que don Carlos nos ayudara a entender y predecir los pasos que debía seguir el movimiento revolucionario mundial frente a los cambios que van experimentando las sociedades modernas.
Chile, un modelo para analizar
En este sentido, Chile, resulta un caso testigo para toda la región latinoamericana. Es que el país andino ha vivido un profundo proceso de desarme de los tejidos sociales y políticos por el paso despiadado del neoliberalismo, se encuentran hoy resistiendo a nuevos embates del sistema que siguen atacando a los trabajadores, sus instituciones y sus posibilidades de organización. Desde la derrota de la “vía pacífica al socialismo” que el gobierno de Salvador Allende propuso, el neoliberalismo llegó como un ladrillo en la cabeza del pueblo chileno, combinando totalitarismo político (pinochetismo), neoliberalismo económico (Chicago Boy´s) y fundamentalismo conservador (cultural y religioso).
Homenaje en Estocolmo a Salvador Allende, Harald Edelstam y Olof Palme
El viernes 14 de septiembre, junto con Caroline Edelstam (nieta del embajador Harald Edelstam y presidenta de la fundación que lleva su nombre), Pablo Sepúlveda Allende participó en una romería hasta la tumba de Olof Palme, donde se hizo entrega de una ofrenda floral.
Salvador Allende en perspectiva histórica del movimiento popular chileno
¿Cuál es el ethos colectivo del mundo popular en el Chile actual? ¿Hay un cuerpo de ideas básicas que articule sus demandas? ¿Se manifiesta una aspiración común -como fue en la época de Allende la conquista de un gobierno popular- que cristalice en un objetivo político fácilmente identificable las distintas reivindicaciones sectoriales? ¿Y si esto no es así, sin ese corpus mínimo de ideas y anhelos compartidos, es posible concebir la existencia de un movimiento popular?
Nueva apología de un monumento al «Presidente Combatiente»
En un artículo que escribiera hace ya un par de años para este mismo periódico mostré que era necesario, 42 años después del Golpe cívico-militar, hacerle una crítica, tanto estética como ideológico-política, al monumento «oficial» al Presidente Allende, que como todo el mundo sabe, se encuentra ubicado en la ciudad de Santiago, a un costado del Palacio de La Moneda, en la esquina nororiente de la Plaza de la Constitución.
Un “Consejo de Guerra” en la era de Bachelet- o como se persigue desde el Estado Neoliberal a la disidencia social.
“Luego se reanuda la audiencia y se intenta seguir el análisis de los pacientes [que yo estaba presentando]. Al llegar a uno de los pacientes, surge algo interesante, el médico que se muestra inquisidor y la mayoría de los presentes desconoce que el 29 de diciembre de 1948 se aprobó la premisa fundamental de la salud pública chilena, y que es base para el análisis de cualquier condición de salud individual y colectiva, aquella que señala que “La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.”