Brasil: ¿Hacia dónde vamos? Impases de la crisis actual
La actual crisis brasileña, tal vez la más profunda de nuestra historia, está poniendo en jaque el sentido de nuestro futuro y el tipo de Brasil que queremos construir. Celso Furtado afirmaba con frecuencia que nunca conseguimos realizar nuestra auto-construcción, porque fuerzas poderosas internas y externas o articuladas entre sí lo habían impedido siempre.
“No hay revolución verdadera, ni hay consolidación de un proceso revolucionario, si no hay una profunda revolución cultural”
[…] no hay revolución posible si no viene acompañada de una profunda revolución cultural. Y ahí estamos atrasados. Ahí la derecha ha tomado la iniciativa. A través de medios de comunicación, de control de universidades, de fundaciones, de editoriales, de redes sociales, de publicaciones, a través del conjunto de formas de constitución de sentido común contemporáneas. ¿Cómo retomar la iniciativa? Esta angustia la comentábamos con el Presidente Evo, cuando leíamos que muchos de nuestros hermanos que son dirigentes sindicales, o que son líderes estudiantiles, como una especie de ascenso social ven cuando llegan al Parlamento, o se convierten en dirigentes, es la culminación de una carrera social.
Juegos de guerra en Venezuela: o cambiamos o nos cambian
“O cambiamos o nos cambian Si no somos capaces de cambiar, no podemos ser percibidos de nuevo como el verdadero cambio”, señala el analista oficialista Néstor Francia, mientras sigue el desabastecimiento en todo el país. Dentro del bolivarianismo (que no es lo mismo que el chavismo) se enfrentan dos salidas a la crisis, la de quienes promueven un pacto con la oposición y sus cámaras de empresarios, asociados a Estados Unidos y quienes sostienen que se puede salir sin entregar este proceso revolucionario a la derecha, en nombre de ilusiones económicas monetaristas ya fracasadas en el mundo.
"Los cambios culturales cuestan y llevan mucho más tiempo que los cambios materiales en una sociedad"
La explosión neiliberal tiene consecuencias irreparables. El expresidente pone como ejemplo «el brutal proceso de expoliación de las clases medias por vía de la mecánica financiera, del poder abstracto», con «la curiosa particularidad» de que «las clases medias ni se dan cuenta». «Sobre todo los escalones más humildes de las clases medias, en todas partes. Los que se quedaron sin casa, o los que quedaron con cuentas para pagar un apartamento que se multiplicaron durante veinte años y cuestiones por el estilo son procesos expropiatorios»
Filosofía situada y cultura popular
Entrevista a Sergio Romero Entrevista a Sergio Romero (S.R), Docente del Área de filosofía del Departamento de Teología de la Universidad Católica del Norte. Entrevistado por Alex Ibarra Peña…
Syntagma, Syriza: entre la plaza y el palacio
Se cuenta que la ocupación de la plaza Syntagma en Atenas fue un efecto del 15M. Alguien en la Puerta del Sol puso un cartel que decía: “silencio, que vamos a despertar a los griegos” y ellos se lanzaron a la calle. El 25 de mayo de 2011 tomaron Syntagma y cientos de plazas en todo el país. 100.000 personas rodearon el Parlamento con un gran cartel en español: “Estamos despiertos. ¿Qué hora es? Es hora de que se vayan”.
No es posible consolidar la democracia si se profundiza la brecha de la injusticia
No es posible consolidar un régimen democrático si se continúa profundizando la brecha de la injusticia. Por eso la democracia popular, la que nos plantea el Estado obrero, es quien trabaja por la igualdad de oportunidades. En este contexto, es auspicioso el crecimiento de los sectores medios no solo como un grupo que sostiene el ahorro y el consumo sino además como trabajadores que protagonizan la gestión del gobierno.
Cuba, donde la calle es una buena escuela
Mientras Silvio Rodríguez piensa que «en Cuba hay una especie diferente y que es gracias a la formación que nos ha dado esta vida que hemos tenido. Yo creo que aquí se ha construido un nuevo ser humano». Y finaliza la entrevista preguntándose cómo es posible que un gobierno tan malo como lo describen sus enemigos haya formado ese pueblo tan bueno que todos reconocen.
Teresa Forcades: "El poder quiere una sociedad con miedo, que la gente tenga miedo al cambio"
[…] el poder quiere una sociedad con miedo, que la gente tenga miedo al cambio y a imaginar que otro sistema es posible. De hecho, la apatía, la resignación, el miedo, representan la gran victoria del sistema capitalista, el hacernos creer que no podemos cambiar las cosas. Es el mensaje, el discurso que nos han inoculado desde siempre. Son esas falsas verdades, esos mitos sobre los cuales se sustenta el sistema: “Nada se puede cambiar, no hay alternativas”.