La paz de los ilusos
La calcopirita de cobre es un mineral frecuente de encontrar, y que tiene una sutil y dorada belleza: semeja el oro. De ahí viene su apodo: el oro de los ilusos o de los tontos, por cuanto han sido miles, los que dejándose llevar por su dorada apariencia lo han confundido con tan preciado metal y se han abocado a las fantasías más delirantes de riqueza.
Algo similar, sucede en el Chile de hoy. Hay quienes pregonan por una falsa paz, una paz de ilusos, y que los encandila como si fuera la promesa de un paraíso perdido.
La paz por la que pregonan está vacía de vacía de contenido y sólo apela a la fuerza de la represión y de las armas. Una paz que tiene indicadores o supuestos engañosos, apelando al orden y la tranquilidad, confundiendo el silenciar el clamor de las calles por justicia social y dignidad, con una verdadera solución y la construcción de un nuevo pacto social en el que se respete al ser humano por lo que es y no por lo que tiene.
Por una historia de La Paz
Solo una idea fraccionada reduciría La Paz a arbitraje, pasividad, limpieza de calles, seguridad, orden, actos de caridad y silencio con tintes de dominación. Paz es más que ausencia de conflicto; es recuperación del territorio, respeto por la vida, bien-estar de todos los miembros de una comunidad; un bien que perdura en el tiempo a través del ejercicio de esa justicia que repara. La Paz, finalmente, genera ética de responsabilidad frente al otro. Si se pide por ella para defender lo propio, no se ha entendido nada de lo que significa el concepto.
Estallido social chileno y el rol de la “iglesia evangélica”: ¿indiferencia, statu quo, o voz por la justicia?
De cara a los últimos acontecimientos en Chile, donde un movimiento ciudadano transversal ha manifestado su descontento con las condiciones económicas, ecológicas y políticas de nuestro país, en el que prima el crecimiento pero crece la desigualdad, y donde las condiciones de existencia se hacen cada vez más precarias, además de los graves casos de corrupción política y abuso policial y militar, y violencia estatal que incluyen muertes y tortura, es legítimo preguntar ¿qué pasa con la llamada “iglesia evangélica”? ¿está en silencio? ¿está denunciando también la injusticia y acompañando a la gente? ¿siguen apoyando políticas neoliberales como se vio en la campaña política pasada? ¿siguen enfocados en la negación de la igualdad con las minorías sexuales como -parece ser- su única preocupación política?
Invitación Villa Grimaldi: «Concierto por la Paz y los Derechos Humanos»
La Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi invita al pueblo en lucha al Concierto por la Paz y los Derechos Humanos , donde los artistas que desde la música y el canto se integran al torrente humano que hace historia, brindarán su trabajo creativo y de conciencia social. Domingo 27 de octubre, 11:00 Hrs.
Carta al Parlamento Europeo: «Reclamamos su compromiso activo con la paz, la justicia y el respeto de los derechos humanos en el Sahara Occidental»
CARTA ABIERTA A TODOS LOS EURODIPUTADOS Y EURODIPUTADAS
SOBRE EL SAHARA OCCIDENTAL
POR UNA UNIÓN EUROPEA QUE RESPETE LOS DERECHOS HUMANOS
Nos dirigimos a Usted en nombre de la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sahara (CEAS Sahara), la Federación Estatal de Instituciones Solidarias con el Sahara (FEDISSAH), los Intergrupos Parlamentarios “Paz para el Sahara”, con presencia en el Congreso, Senado y todas las CC.AA. y la Asociación Internacional de Juristas por el Sahara, que en su conjunto representan a centenares de Asociaciones y de Instituciones locales y en representación de las miles y miles de personas, -con dignidad, decisión y conciencia-, que no queremos formar parte de una Unión Europea que no respete fielmente los derechos humanos en sus relaciones económicas y políticas con terceros países.
Los ciento y diez años de Salvador Allende… y no ha terminado de nacer
Este era el espíritu de Allende. La lucidez de su propia autodeterminación. Irremediablemente antibelicista. En 1949, en los inicios de la llevada y traída Guerra Fría, Gabriela Mistral, pacifista universal, le escribe a Salvador Allende: “Si es posible, Dr., hágame la gracia de una paginita con alguna noticia sobre el momento chileno en relación con la paz mundial. Guardo viva simpatía hacia su noble, valeroso y valioso espíritu de paz. Mande a su servidora adicta. Gabriela Mistral.”
Los yihadistas firman un alto al fuego en Siria, con excepción de al-Qaeda y Daesh
Estados Unidos, Francia y el Reino Unido no participan en este alto al fuego. El presidente turco Erdogan acusó a Washington de apoyar a al-Qaeda y Daesh, acusación rechazada por la embajada estadounidense en Ankara. Sin embargo, en Washington, el presidente saliente Barack Obama firmó, el 23 de diciembre, la ley fiscal de Defensa autorizando la entrega de armamento a la oposición (sic) en Siria.
Yo soñé con aviones, que nublaban el día…
En un libro próximo a ser publicado, Timochenko refiere que cuando ya las conversaciones habían comenzado y se produjo el ataque en el que murió el Comandante General de las FARC, Alfonso Cano, el más ferviente partidario y promotor de la paz dentro de la organización guerrillera, su primera reacción fue abandonar la mesa de negociaciones. Reconoció que fue el Comandante Hugo Chávez quien le recomendó que no lo hiciera, insistiéndole en la necesidad de la paz para el pueblo colombiano. De manera que no ha sido desde Venezuela de donde han salido los espíritus guerreristas, Venezuela jamás ha financiado un Plan Colombia contra los campesinos y el pueblo del país vecino.
El campesinado colombiano, construyendo propuestas de paz y permanencia en los territorios
Con los conocimientos compartidos, con los sueños puestos en un mejor futuro y la decisión de continuar defendiendo la vida digna para el campo colombiano regresamos a nuestras casas y procesos regionales con la tarea de difundir y practicar lo aprendido.
PAZ se escribe con S de Salud y Vida Digna para todos
No sobredimensionamos nuestras ilusiones: La solución política negociada del conflicto armado interno, es un primer paso en firme en el azaroso proceso de construcción de la paz estable y duradera a la que legítimamente aspiramos, y que debe basarse en justicia social, dignidad, pluralismo y diversidad.