«El daño a la reputación moral de Israel es casi irreversible»
Al final de esta guerra, Gaza estará destruida y aniquilada, y al mirarnos al espejo, descubriremos un rostro diferente. El mundo nos tratará en consecuencia, igual que esperaríamos que tratara a cualquier Estado malvado que actuara de este modo.
11.500 niños muertos en Gaza. El horror de esta magnitud no tiene explicación
Piensa en esos bebés, que murieron en sus cunas y en sus pañales, en los niños que intentaron huir para salvar sus vidas en vano. Cierra los ojos por un momento e imagina los 10.000 cuerpos diminutos yaciendo uno al lado del otro; mirálos y ve las fosas comunes, las salas de urgencias abarrotadas, con ambulancias vomitando más y más niños que entran a toda prisa, sin saber si están muertos o aún vivos.
«En la sociedad israeli piensan que los palestinos no son seres humanos»
«En la sociedad israeli hay una sistemática deshumanización de los palestinos, piensan que no son seres humanos y que no es un problema de derechos humanos. Si le rascan la piel a casi todos los israelies, se encontrarán con eso».
El Ejército israelí le quitó primero las piernas, después la vida. ¡Asesinos!
El viernes, un francotirador disparó y mató a Ibrahim Abu Thuraya, un doble amputado de Gaza, mientras protestaba desde su silla de ruedas cerca de la frontera con Israel. El francotirador del ejército israelí no pudo apuntar a la parte inferior del cuerpo de su víctima – Ibrahim Abu Thuraya no la tenía. De 29 años de edad, Thuraya trabajaba lavando coches y vivía en el campo de refugiados de Shati, en la ciudad de Gaza. Había perdido ambas piernas hasta las caderas en un ataque aéreo israelí durante la Operación Plomo Fundido en 2008. Utilizaba una silla de ruedas para desplazarse. El viernes el ejército israelí terminó el trabajo: un francotirador apuntó a la cabeza y lo mató.