Eutanasia y Suicidio Asistido: Un debate pendiente
David Hume, justifica la eutanasia: “Si el disponer de la vida humana fuera algo reservado exclusivamente al todopoderoso, y fuese infringir el derecho divino el que los hombres dispusieran de sus propias vidas, tan criminal sería el que un hombre actuara para conservar la vida, como el que decidiese destruirla“.
La eutanasia
El fascista José Antonio Kast, un admirador del asesino en serie, Augusto Pinochet, refiriéndose al proyecto presentado por el diputado Vlado Milosevic, se presenta como un gran cruzado en contra de la eutanasia, y como partidario a ultranza de la vida que ciudadanos de extrema derecha han despreciado tratando de minimizar los horrendos crímenes perpetrados a nombre del Estado por los esbirros de Pinochet.
El tiempo sin aroma, el derecho a una muerte digna
En esta época, en la que la industria de la salud arrasa con potingues que prometen “la eterna juventud” y los mercaderes se hinchan a vender calzado deportivo, si es posible de marca, para que los mayores corran la maratón al cumplir los noventa y cinco, es hora de preguntarnos si merece la pena penar mil años para emular a Matusalén.
Valentina y la hipocresía nacional
Los que abogan contra la eutanasia, el aborto terapéutico y la muerte dulce, en muchos casos hacen gala de una verdadera hipocresía, pues en el fondo, no tienen ningún respeto por la vida, incluso, algunos pechoños se declaran partidarios de la pena de muerte, y si retrocedemos en la historia reciente, muchos curas “bendijeron” y ampararon las torturas, los fusilamientos y desapariciones de conciudadanos, durante la dictadura de Augusto Pinochet y sus “cómplices pasivos” y activos.