No hay nada más prostituido que el lenguaje. La célebre democracia nacida en Grecia tiene sus ‎méritos, pero es bueno recordar que, en aquella época, Atenas tenía 20 000 habitantes que ‎vivían del trabajo de 400 000 esclavos… ¿Qué habría respondido uno de esos miles de servidores si ‎le hubiesen preguntado por las virtudes de la democracia?‎