Qué difícil ser de izquierdas y actuar por principios éticos
por Marcos Roitman Rosenmann (España)
3 años atrás 5 min lectura
2 de julio de 2021
Los interrogantes para juzgar la conducta de gobiernos y dirigentes que se proclaman de izquierdas y progresistas son variopintos. Inquirir si debemos aplicar categorías ético-morales se ha convertido en un campo de batalla. Hay quienes rechazan dicha opción bajo el argumento de tirar piedras sobre tu tejado y apoyar procesos desestabilizadores.
Ernesto Che Guevara, en La guerra de guerrillas, subrayó la necesidad de ejercer una crítica radical, rechazando comportamientos corruptos. La verdad revolucionaria, matizó, no puede dejar pasar actitudes displicentes, hay que denunciarlas y combatirlas. Buscó dar ejemplo y guardó siempre un saber estar ético y moral. Así definía el rol del guerrillero:
“Debe tener una conducta moral que lo acredite como verdadero sacerdote de la reforma que pretende. A la austeridad obligada por las difíciles condiciones de la guerra debe sumar la austeridad nacida de un rígido autocontrol que impida todo exceso…”
Es cierto, su lenguaje es propio de los años 60 y se refiere a la guerra revolucionaria. Pero en su ensayo El socialismo y el hombre en Cuba habló de virtudes, estímulos, moral revolucionaria y, lo más importante, la educación socialista para forjar el hombre nuevo. Si ese era el objetivo de la revolución, era obligado abrir la puerta a la crítica, abandonando todo dogmatismo ideológico. De persistir en ellos, concluye:
“Se corre el riesgo de llegar a un callejón sin salida, trasformar el socialismo en una quimera donde es difícil percibir el momento en el cual se equivocó la ruta […] de allí la importancia –de la moral, dirá– para el desarrollo de una conciencia en que los valores adquieran categorías nuevas”.
Los principios éticos han formado parte de la historia de política de la izquierda. Pero en la actualidad, un sector de la misma se ha propuesto abandonar dicho acervo en favor de una propuesta pragmática. Se trata de mirar a otro lado cuando hay que condenar actos de corrupción perpetrados por gobiernos adjetivados progresistas y de izquierdas. Así, se elimina del tablero la crítica al nepotismo, el enriquecimiento ilícito, la discriminación racial y las formas autocráticas de ejercer el poder.
El resultado es nefasto, se deja a la derecha todo el campo de la crítica, con lo cual se apropia de valores éticos y morales que no le pertenecen, pero que acaban abanderando por la irresponsabilidad de la izquierda. Ello, si desacredita, genera desazón y rupturas.
Para evitar equívocos, no se juzga la vida privada de los militantes, líderes y dirigentes de la izquierda. No es un juicio a sus gustos, su físico o condición sexual, resulta irrelevante para el proyecto democrático y la lucha anticapitalista. Hablamos de ejemplaridad y compromiso en el accionar de la vida pública. En otros términos, el rechazo a la explotación capitalista y la defensa de los valores éticos no son contradictorios con ejercer la crítica descarnada y honesta. La defensa y lucha por la dignidad, la justicia redistributiva y reparadora, la democracia, la salud, la educación, la vivienda, el trabajo, la igualdad de género o el derecho a una jubilación digna exigen integridad moral. Mandar obedeciendo es incompatible con la mentira, el abuso, la persecución y el dogmatismo. No todo vale.
Sin embargo, para una parte de la izquierda, los principios éticos han sido borrados de la ecuación. A cambio, emerge un pensamiento pragmático. Los nuestros no deben estar sometidos a la crítica. No importa el tamaño de los delitos, las incongruencias o la falta de ética. Es mejor callar. No hay derecho a pedir responsabilidades. Recuerden las consecuencias. El movimiento comunista internacional guardó silencio cómplice con los crímenes del estalinismo, la invasión a Hungría o Checoslovaquia. La deuda contraída ha hipotecado la izquierda en su conjunto hasta hoy. La derecha no pierde la oportunidad para recordarlo. Arremete sin compasión. Los adjetivos de asesinos, criminales, terroristas, se homologan con la militancia socialista, comunista, anarquista y el pensamiento marxista.
Si abandonamos los valores éticos, ¿Qué nos queda? ¿Cuál es la diferencia entre ser de izquierdas y de derechas? Sin principios no hay posibilidad de ganar. Guardar silencio, encubrir o justificar gobiernos corruptos, autócratas, si es uno de los nuestros, nos debilita ética y moralmente. Es el triunfo espurio de la derecha sobre la izquierda.
La justificación ideológica es pobre y fue denunciada como parte de la alienación cultural del capitalismo. Marx y Engels en La ideología alemana advirtieron la diferencia entre ideología y realidad. El ser consciente no parte de lo que los hombres dicen, se representan o se imaginan, ni tampoco del hombre predicado, pensado, representado o imaginado, para llegar, arrancando de aquí, al hombre de carne y hueso; se parte del hombre que realmente actúa y, arrancando de su proceso de vida real, se expone también el desarrollo de los reflejos ideológicos y de los ecos de este proceso de vida. Cuando se abandonan los principios éticos, la justificación ideológica desarma a la izquierda. En definitiva, no todo lo que lucha contra una dictadura y el imperialismo puede adjetivarse de izquierdas, socialista, democrático y anticapitalista. Los ejemplos -sobran.
-El autor, Marcos Roitman Rosenmann, es académico, sociólogo, analista político y ensayista chileno-español. Doctor en Ciencias Políticas y Sociología. Profesor titular de Estructura Social de América Latina, Estructura Social Contemporánea y Estructura Social de España en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid. Publicado en La Jornada de México, 2 de julio 2021
*Fuente para piensaChile: OtherNews
Artículos Relacionados
Bolsonaro y Abdo en apuros: Las cláusulas secretas del neoliberalismo latinoamericano
por Jorge Elbaum (Argentina)
5 años atrás 7 min lectura
"Cuando llegues niño mío cuanta dicha nos darás"
por Cecil Gonzalez (Chile)
12 años atrás 7 min lectura
Intelectuales de América y Europa alertan contra Bolsonaro
por Intelectuales y Artistas de América y Europa
6 años atrás 24 min lectura
Bienvenidos Migrantes: «Quédate acá, el barrio se pintó con tus colores»
por Medios
6 años atrás 7 min lectura
Cómo Washington y Ankara cambiaron el “régimen” en Damasco
por Thierry Meyssan (París, Francia)
13 segundos atrás
Con sorprendente aplomo, la prensa internacional nos asegura que lo sucedido en Siria no es un cambio militar de régimen sino una “revolución” que derrocó la República Árabe Siria. Esa prensa no menciona la presencia del ejército turco y de las fuerzas especiales de Estados Unidos.
Expertos advierten que mayor presión de Trump contra Cuba traerá más migración
por Medios Internacionales
17 horas atrás
17 de diciembre de 2024
Hoy en día, la crueldad contra Cuba sólo se explica por un anticomunismo trasnochado y por la influencia del lobby cubano-estadunidense, que tendrá a uno de sus miembros más prominentes y virulentos en la Casa Blanca cuando el senador Marco Rubio encabece el Departamento de Estado.
“La desaparición de Julia Chuñil es parte y consecuencia de la corrupción del sistema”
por Villa Grimaldi (Chile)
2 días atrás
16 de diciembre de 2024
«Estamos lidiando contra un sistema donde desborda la corrupción y nos toca sobrevivir, pero como nosotros somos defensores del alma, nos nace del alma defender el territorio, pues nadie nos formó, no nos vamos a rendir. A nosotros nos dicen estar atacando este río o este bosque y, a la hora que sea, nosotros nos movilizamos y vamos a detener su destrucción.»
Las cartas de Marruecos para presionar a la UE: narcotráfico, inmigrantes y terrorismo
por Medios Internacionales
6 días atrás
¿Produce algún tipo de tecnología del que hace depender las posiciones políticas de los demás países? ¿Cómo es posible que algunos medios de comunicación españoles sean tan valientes ante sus propias clases políticas y, al mismo tiempo, tan serviles ante el Majzén?