Los pintores pintan, los compositores componen… GUS, un artista dibujante, dibuja. Margarita, desde luego. Y también escribe, cuando las reflexiones pujan por salir de la cabeza saturada de emociones, alegrías y congojas.
Pronto serán las tres de la mañana… entre unos días en los que he despertado a horas de dormir y he dormido cuando todos han estado en actividad… en la cabeza se me ha mezclado la fotografía de alguien con una bandera sobre la estatua de Baquedano y un fastuoso atardecer o las llamas de un incendio… Cerca de la Plaza Italia hay unas estatuas antiguas pero simbólicas… Una es la de un león y una joven con una antorcha… otra es la que llaman la fuente alemana con una barca en que unos jóvenes son el velamen de un barco… otra es el galope de Manuel Rodríguez que todas las tardes unas filas de pájaros se le suben al lomo… más la estatua de Balmaceda… más los árboles… más el río Mapocho siempre tan de prisa… más el monumento de Ariel y Calibán más el monumento de la aviación…
más las multitudes de las fotografías de estos días que son una sola y sangrienta mancha… Vengan a ver la sangre por las calles decía Neruda…
he estado un poco fuera de la rutina en estos días… uno de ellos, lo que en mi familia se llama la DONOSADA, que celebramos algún día cercano al 15 de noviembre que es el cumpleaños de Eugenio Donoso… que ya muertos los viejos hemos venido a reemplazar nosotros… nosotros en la fila… esta vez cumple noventa años y yo le sigo… le tengo que seguir el próximo otoño con mis ochenta y nueve…
Es en una reunión en un lugar que unos parientes tienen lo que en otro lenguaje llaman un condominio… varias casas individuales sin muros de separación, y al centro de todo un hermoso sauce antiguo que nos protege del calor… Yo me fui durmiendo a ratos y mirando un paisaje que me llena de nostalgia (y entre todos los recuerdos uno de un viaje que hicimos a María Pinto con Tristán y Carolo en un viejo auto deportivo alemán sin capota y que disfrutamos a pesar de las nubes de polvo… pero nosotros éramos tan demasiado jóvenes…)
Ése lugar que nos reúne está camino a María Pinto y se llama Los Rulos… lo que en lenguaje de ciudad alude a los cabellos pero allá es «escaso de agua»… lo que la civilización ha buscado corregir y ahora hay pavimento donde hubo sólo tierra… Yo abrazo a mis hermanos y trato de reconocer a los sobrinos(as) que hace tan poco eran niños… Con los jóvenes converso acerca de sus vidas de sus proyectos… ellos me preguntan ¿cómo estás? y gentilmente me rechazan mi respuesta… «viejo». Me preguntan ¿qué es de la poesía? …yo les digo la verdad… que escribo apuntes que no termino.
Esta reunión familiar está entre un antes y un después del cumpleaños de mis hijas (el 15 y el 18), disfrutamos del aire fresco en el patio y hablamos del tema de estos días, de la constitución, de piñera, de lo que no nos gusta, de lo que pensamos que debe ser… yo casi no hablo porque me cuesta disfrutar de proyectos que pienso que han fracasado como tantos otros que he ido acumulando en la vida.
Entre todo vuelvo a ver la fotografía tan hermosa con una tarde incendiada y coronada por banderas… Tengo un sueño que me lleva fuera de la cama y me exige escribir en el computador… Es un sueño grandioso de un mural con el horizonte de un amanecer con banderas actuales y originarias, una especie de nuevo mural de Picasso, pero lleno de colores y banderas en un amanecer de luz y estrellas… alas de pájaros confundidas con las banderas, confundidas con los brazos de los muchachos y las faldas de las mujeres y los niños en brazos y en alegría y lleno de música para escribir el himno de Beethoven (entremedio la noticia del fin de mi radio tan amiga y tan sabia), la marsellesa… sólo le pido a Dios… gracias a la vida… como jirones de las banderas, como trozos de alas, como humos de sueños, como ronquidos de quejas, como guitarras y gorriones, y como cóndores, como bicicletas en el aire.
Y cómo me gustaría juntar todo, colores gritos sueños pañuelos pájaros perros… Sinfonía en gris mayor, sueños de jipis, como una gran cazuela con porotos verdes, papas, choclo, pechugas de ave u osobucos… Qué se yo… Tanta cosa que se me revuelve en el magín y que no pasa de palabras.
–El autor, Gustavo Donoso (GUS), es dibujante, creador y autor de Margarita
*Fuente: Politika
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