El desorden mundial: el espectro de la dominación total
por Leonardo Boff (Brasil)
9 años atrás 4 min lectura
2016-10-21
Es el último título de Luiz Alberto Moniz Bandeira (Civilização Brasileira, 2016), nuestro más respetado analista de política internacional. El autor ha tenido acceso a las fuentes de información más seguras, a múltiples archivos, a lo que se une un vasto conocimiento histórico. Son 643 páginas densas, pero escritas con tal fluidez y elegancia que da la impresión de estar leyendo una novela histórica.
Moniz Bandeira es ante todo un minucioso investigador y, al mismo tiempo, un militante contra el imperialismo estadounidense, cuyas entrañas corta con un bisturí de cirujano. No sin razón fue preso entre 1969 y 1970 , y de nuevo en 1973, por el temible Centro de Informaciones de la Marina (Cenimar), por oponerse críticamente, en el contexto de la guerra-fría, al principal soporte de la dictadura: Estados Unidos.
Los materiales de que dispone le permiten denunciar la lógica imperial presente en el subtítulo: “guerras por procuración, terror, caos y catástrofes humanitarias”. Quien alimenta todavía admiración por la democracia norteamericana y procura alinearse con los designios imperiales (como hacen los neoliberales brasileros), encontrará aquí un vasto material para reflexión crítica y datos para una lectura del mundo más diferenciada.
Dos lemas orientan el centro de poder del estado norteamericano con sus innumerables órganos de seguridad interna y externa: “un mundo y un solo imperio” o “un solo proyecto y el espectro de la dominación total (full-spectrum dominance/superiority)”. Es decir, la política externa norteamericana se inspira en el (ilusorio) “excepcionalismo” del viejo “destino manifiesto”, una variante “del pueblo elegido por Dios, raza superior”, llamada a difundir en todo el mundo la democracia, la libertad y los derechos (siempre según la interpretación imperial que prestan a estos términos) y a considerarse (pretendidamente) “la nación indispensable y necesaria”, “ancla de la seguridad global” o el “único poder” (lonely power).
Ya en el siglo XVIII Edmund Burke (1729-1797) y en el siglo XIX el francés Alexis Tocqueville (1805-1859) presentían que el presidente norteamericano tenía más poderes que un monarca absolutista y que eso degeneraría en una military democracy (p. 55). Efectivamente, con George W. Bush a raíz de los atentados a las Torres Gemelas”, se instauró una verdadera democracia militar, con la declaración de la war on terror y la publicación del patriotic act que suspendió los derechos civiles básicos hasta el habeas corpus y dio permiso para las torturas. Esto, ciertamente, configura un estado terrorista.
Como varios científicos norteamericanos, citados por Moniz Bandeira (p. 470), afirmaron: “ya no hay una democracia sino una economic élite domination a la cual debe someterse el presidente. Las decisiones son tomadas por el complejo industrial-militar (la máquina de guerra), por Wall Street (las finanzas), por poderosas organizaciones de negocios y por un pequeño número de norteamericanos muy influyentes. Para garantizar el “espectro de la dominación total” mantienen 800 instalaciones militares en el mundo, la mayoría con ojivas nucleares y 16 agencias de seguridad con 107.035 agentes civiles y militares. Como afirmó H. Kissinger: “la misión de América es llevar la democracia, si es necesario mediante el uso de la fuerza” (p.443). En esta lógica, de 1776 a 2015, o sea, en los 239 años de existencia de los EUA, 218 han sido años de guerra y sólo 21 años de paz (p. 472).
Se esperaba que Barack Obama diese otro rumbo a esta historia violenta. Ilusiones. Cambió solo los nombres, pero mantuvo todo el espíritu excepcionalista y las torturas en Guantánamo y en otros lugares fuera de Estados Unidos como en tiempos de Bush. A la perpetual war le dio el nombre de Oversee Contingency Operation. Por decisión personal (penal), autorizó cientos de ataques con drones y con aviones no pilotados, matando a los principales líderes árabes (p. 476).
Con cierta decepción, Bill Clinton constató: “Los Estados Unidos no han vencido ninguna guerra desde 1945” (p. 312). De Irak huyeron en silencio en la oscuridad de la noche (p. 508).
El libro de Moniz Bandeira entra en detalles mínimos sobre la Guerra en Ucrania, en Crimea y en el Estado Islámico en Siria, con nombres de los actores principales y fechas.
La conclusión es avasalladora: “Dondequiera que intervienen Estados Unidos con el specific goal of bringing democracy, el objetivo específico de llevar la democracia, esta se compone de bombardeos, destrucción, terror, masacres, caos y catástrofes humanitarias… entran para defender sus necesidades e intereses económicos y geopolíticos, sus intereses imperiales” (p.513).
La cantidad de informaciones presentadas sustentan esta afirmación, no obstante las limitaciones que siempre podrán ser aducidas.
*Fuente: Koinonia
Artículos Relacionados
Elecciones municipales 2016: Democracia sin ciudadanos y elecciones sin votantes
por Rafael Luis Gumucio Rivas, el viejo (Chile)
9 años atrás 6 min lectura
Desenmascarar a la justicia concertacionista
por Roberto Tello (Argentina)
16 años atrás 6 min lectura
Teresa Marinovic y lo idiotamente incorrecto
por Andrés Kogan Valderrama (Chile)
4 años atrás 4 min lectura
Gabriel Boric: Quinta Columna del Departamento de Estado
por Hugo Murialdo (Chile)
12 meses atrás 12 min lectura
1 Comentario
Deja una respuesta Cancelar la respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
Dentro de la saga Epstein: vínculos con el servicio de espionaje israelí y presidentes de EEUU
por Maryam Qarehgozlou
58 mins atrás
29 de julio de 2025
Según un informe de WSJ, el ex primer ministro israelí Ehud Barak y Epstein se reunieron aproximadamente 30 veces entre 2013 y 2017 en las residencias de Epstein en Florida y Nueva York, incluida una instancia en 2014 cuando el ex primer ministro israelí acompañó a Epstein en su jet privado de Palm Beach a Tampa, después de lo cual Epstein continuó hacia Nueva York.
«Estamos ahora trabajando en medio de la muerte, y los tanques no están sino a unos pocos metros de nosotros…»
por Complejo Médico Nasser (Gaza, Palestina)
2 días atrás
27 de julio de 2025
Estamos más cerca del final que de la vida.
Los soldados no distinguen entre un niño o un anciano, entre un médico o una enfermera.
Pero seguimos aquí, no porque no tengamos miedo. sino porque nuestra humanidad no nos permite marcharnos.
«Estamos ahora trabajando en medio de la muerte, y los tanques no están sino a unos pocos metros de nosotros…»
por Complejo Médico Nasser (Gaza, Palestina)
2 días atrás
27 de julio de 2025
Estamos más cerca del final que de la vida.
Los soldados no distinguen entre un niño o un anciano, entre un médico o una enfermera.
Pero seguimos aquí, no porque no tengamos miedo. sino porque nuestra humanidad no nos permite marcharnos.
Detenidos, golpeados y encarcelados por denunciar el asesinato de niños palestinos
por Spanish Revolution
4 días atrás
25 de julio de 2025
La hipocresía de occidente cuando habla de la «Guerra de Israel en Gaza» no tiene nombre. Quienes expresan su solidaridad con Palestina en Europa y EE.UU. pagan sufriendo la represión brutal de la policía. ¿En qué mundo vivimos?
Yo no creo en la expresión maléfica conque se carga la situación mundial al decir «dominación mundial».
Para mi, ciudadano común, es evidente que tanto si aspiramos a una democracia popular o un socialismo de estado o cualquier sistema con posibilidades de futuro para nuestra especie, necesitamos mucho dinero, los sistemas de seguridad que salvaguarde ese futuro posible, y sustente un sociedad absolutamente diversa, donde cada cual, hombre, mujer, ente cibergenético o lo que sea que geneneremos, tendrá que resolver por sí mismo su propia formación, educación y si me permiten, espiritualidad.
Nadie nos lo va a impedir, si aprendemos a dar sentido al tiempo de que disponemos.
Algunos se formarán para servir al Poder Mundial, otros, quizá la mayoría, para hacer que sus propias vidas tengan el sentido que sus luces y su trabajo interno le sugieran.