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Colonialismo ecológico y derechos indígenas: una crítica ecosocialista de la salmonicultura en Chile

Colonialismo ecológico y derechos indígenas: una crítica ecosocialista de la salmonicultura en Chile
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19 de marzo de 2025

La industria del salmón en Chile representa un caso paradigmático de cómo el capitalismo global opera en la intersección de la explotación ambiental, el despojo indígena y la gobernanza neoliberal. Esta crítica examina cómo la acuicultura del salmón en Chile, la segunda más grande del mundo, ejemplifica las contradicciones del desarrollo capitalista en el Sur Global, con especial atención a la violación sistemática de la Ley Lafkenche del Estado de Chile (Ley 20.249) que fue diseñada inicialmente para proteger a las comunidades indígenas costeras y su relación con los territorios marítimos.

El auge de la industria del salmón en Chile: una «historia de éxito» neoliberal

La industria del salmón en Chile surgió en la década de 1980, bajo la dictadura de Pinochet, como parte de la transformación neoliberal del país. Lo que comenzó como un experimento, se ha convertido en una industria de exportación multimillonaria que produce aproximadamente el 30% del salmón de cultivo del mundo. Este desarrollo ha sido celebrado por los defensores del capitalismo de libre mercado como evidencia de una integración exitosa a los mercados globales y de una diversificación económica ejemplar.

Sin embargo, este «éxito» oculta varias contradicciones fundamentales que es el caso considerar:

  1. Contradicción ecológica: el salmón no es nativo de las aguas chilenas. Su cultivo industrial representa la imposición de una especie foránea en ecosistemas marinos frágiles, lo que requiere el uso masivo de antibióticos, pesticidas y alimentos artificiales.
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  2. Contradicción social: el crecimiento de la industria de la salmonicutura se ha producido mediante el cercamiento y la privatización de los bienes comunes costeros, utilizados históricamente por comunidades indígenas y pesqueras artesanales.
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  3. Contradicción regulatoria: si bien Chile desarrolló protecciones formales para los derechos marítimos indígenas (en particular la Ley Lafkenche mencionada), el Estado ha privilegiado sistemáticamente la acumulación de capital por sobre la aplicación de estas protecciones legales.

La Ley Lafkenche y su debilitamiento sistemático

La Ley Lafkenche (Ley 20.249), promulgada en 2008, creó la categoría jurídica de «Espacios Marino Costeros de Pueblos Indígenas» (ECMPO). Esta legislación representó un reconocimiento histórico de los derechos de los pueblos indígenas a los territorios costeros que han utilizado tradicionalmente. Fue particularmente significativa para las comunidades mapuche lafkenche, cuya identidad cultural y prácticas de subsistencia están profundamente vinculadas al mar.

Sin embargo, la implementación de esta ley ha sido vulnerada consistentemente a través de varios mecanismos:

  1. Obstrucción burocrática: El proceso para que las comunidades indígenas obtengan, ECMPO, implica superar procedimientos burocráticos complejos que requieren conocimientos técnicos y recursos financieros, de los que muchas comunidades carecen. Las solicitudes languidecen durante años, mientras que las concesiones de la industria del salmón se aprueban rápidamente.
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  2. Captura regulatoria: Los organismos reguladores clave, en particular la Subsecretaría de Pesca (SUBPESCA) y el Servicio Nacional de Pesca (SERNAPESCA), han sido capturados por los intereses de la industria. Los funcionarios suelen pasar de puestos gubernamentales a puestos industriales, lo que crea puertas giratorias que comprometen la independencia regulatoria.
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  3. Prioridad espacial: Las compañías salmoneras solicitan estratégicamente concesiones de acuicultura en áreas donde las comunidades indígenas tienen solicitudes pendientes de ECMPO, lo que crea conflictos legales que generalmente favorecen al capital por sobre los derechos indígenas.
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  4. Tácticas de divide y vencerás: Las compañías emplean diversas estrategias para dividir a las comunidades, incluidas ofertas de empleo selectivas, programas de «responsabilidad social corporativa» específicos y la creación de organizaciones comunitarias paralelas que afirman representar los intereses locales.

 Consecuencias ecológicas de la acuicultura capitalista

Los impactos ambientales de la industria salmonera de Chile revelan la insostenibilidad inherente de los modos de producción capitalistas cuando se aplican a los sistemas vivos:

  1. Crisis de antibióticos: Las granjas salmoneras de Chile utilizan antibióticos en tasas hasta 700 veces mayores que la industria de Noruega. Esto crea condiciones ideales para el desarrollo de bacterias resistentes a los antibióticos que amenazan tanto la salud ecológica como la humana.
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  2. Eutrofización y zonas muertas: La concentración de desechos de pescado, alimentos no consumidos y productos químicos utilizados en la cría de salmón, crea zonas desprovistas de oxígeno en el fondo marino debajo de los sitios de cultivo, destruyendo los ecosistemas bentónicos.
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  3. Multiplicación de especies invasoras: Los escapes periódicos de salmón de cultivo (incluidos los eventos que involucran millones de peces) introducen especies invasoras depredadoras que amenazan las poblaciones de peces nativos.
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  4. Amplificación de enfermedades: La densidad de peces en las operaciones de cultivo crea condiciones perfectas para la aparición y propagación de nuevos patógenos de peces, que luego pueden propagarse a las poblaciones silvestres.

Una alternativa ecosocialista

Un enfoque ecosocialista para la gestión de los recursos marinos en Chile se debería basar en varios principios que desafían directamente el modelo capitalista actual:

  1. Control democrático de los recursos productivos: Los espacios marinos se gestionarían como bienes comunes bajo el control democrático de las comunidades costeras, dando prioridad a los sistemas de gobernanza indígenas cuando fuera el caso.
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  2. Producción para el valor de uso sobre el valor de cambio: La pesca y la acuicultura priorizarían la soberanía alimentaria local y las necesidades nutricionales sobre los mercados de exportación y la maximización de las ganancias.
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  3. Restauración y regeneración ecológica: Los recursos se destinarían a la curación de los ecosistemas costeros dañados, con métodos de producción diseñados para mejorar en lugar de degradar los sistemas naturales de los que dependen.
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  4. Soberanía indígena y sistemas de conocimiento: El conocimiento ecológico tradicional de los pueblos indígenas lafkenche y otros, deberían ser el eje central de cualquier enfoque de gestión, reconociendo que estos sistemas de conocimiento representan miles de años de relación sostenible con los ambientes marinos.
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  5. Transición justa para los trabajadores: Se garantizaría a los trabajadores actuales de la industria del salmón la participación en la transición hacia formas más sostenibles de producción marina, asegurando que la restauración ecológica no se produzca a expensas de los medios de vida de la clase trabajadora.

Evidencia de los impactos ecológicos de la industria del salmón en Chile

Uso excesivo de antibióticos y resistencia a los antimicrobianos

La industria del salmón chilena es conocida por su uso extremadamente alto de antibióticos en comparación con otros países productores de salmón:

Evidencia cuantitativa: En 2018, Chile utilizó aproximadamente 322,7 toneladas de antibióticos en la acuicultura del salmón para 725.000 toneladas de producción de salmón (443 gramos por tonelada). En comparación, Noruega utilizó solo 0,6 gramos por tonelada en el mismo período, una tasa casi 740 veces menor (Avendaño-Herrera, 2021).

Antibióticos específicos: La industria utiliza principalmente florfenicol y oxitetraciclina, que se utilizan para combatir Piscirickettsia salmonis (SRS), una bacteria que causa una mortalidad significativa en el salmón de cultivo (Millanao et al., 2018).

Detección ambiental: Estudios han encontrado residuos de antibióticos en sedimentos marinos a hasta 8 kilómetros de las granjas de salmón y que persisten hasta 12 meses después de su aplicación (Buschmann et al., 2012).

Resistencia a los antimicrobianos: Investigadores han documentado el desarrollo de cepas bacterianas resistentes en aguas chilenas adyacentes a las granjas de salmón. Estudios de la Universidad Austral de Chile encontraron que el 81% de los aislamientos de Aeromonas salmonicida de granjas de salmón chilenas mostraron resistencia a al menos un antibiótico (Miranda et al., 2018).

Eutrofización e impactos bentónicos

La concentración de desechos orgánicos de las granjas de salmón ha afectado gravemente los ecosistemas del fondo marino:

Agotamiento de oxígeno: el monitoreo de la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) de Chile ha documentado condiciones anóxicas (niveles de oxígeno por debajo de 2 mg/L) en sedimentos debajo del 35% de las granjas de salmón activas en la región de Los Lagos (SMA, 2018).

Pérdida de diversidad de especies: la investigación en el fiordo de Reloncaví mostró una reducción del 50-85% en la diversidad de especies de macrofaunal en sedimentos directamente debajo de las granjas de salmón en comparación con los sitios de referencia (Soto y Norambuena, 2004).

Extensión espacial: los estudios que utilizan imágenes de perfil de sedimento han demostrado que la «huella» de una típica granja de salmón chilena se extiende 300-500 metros más allá de los límites reales de la granja (Buschmann et al., 2009).

Floraciones de algas nocivas (FAN): El enriquecimiento de nutrientes proveniente de las granjas de salmón se ha relacionado con una mayor frecuencia y gravedad de las floraciones de algas nocivas. La floración masiva de Pseudochattonella verruculosa en 2016 mató aproximadamente a 27 millones de salmones de cultivo (alrededor del 20% de la producción de Chile ese año) y causó una mortalidad generalizada en la fauna marina nativa (Trainer et al., 2019).

Salmón escapado como especie invasora

Los escapes de las granjas de salmón han introducido peces depredadores no nativos en las aguas chilenas:

Eventos de escape importantes: En julio de 2018, aproximadamente 690.000 salmones escaparon de una granja de Marine Harvest durante una tormenta. Antes, en 2017, alrededor de 263.000 peces escaparon de una granja de Cermaq. Estos eventos representan solo los escapes documentados más grandes (Sepúlveda et al., 2013; SERNAPESCA, 2019).

Establecimiento en estado silvestre: Estudios han documentado la reproducción del salmón del Atlántico (Salmo salar) en ríos chilenos, incluyendo el río Prat, el río Santa Cruz y los afluentes del río Grande (Arismendi et al., 2014).

Impactos de depredación: Investigaciones han demostrado que los salmones escapados se alimentan de especies de peces nativos, particularmente puye (Galaxias maculatus) y peladilla (Aplochiton zebra). Análisis del contenido estomacal encontraron que hasta un 38% de los salmones escapados habían consumido especies de peces nativos (Soto et al., 2006).

Competencia con especies nativas: Estudios realizados por investigadores de la Universidad Austral han documentado el desplazamiento competitivo de peces nativos de los hábitats de alimentación y desove, afectando particularmente a especies en peligro de extinción como Diplomystes camposensis (Habit et al., 2012).

Transmisión de enfermedades a poblaciones de peces silvestres

La alta densidad de peces en las granjas de salmón crea condiciones ideales para la amplificación de enfermedades:

Infestaciones de piojos de mar: el monitoreo de SERNAPESCA ha demostrado que los niveles de Caligus rogercresseyi (piojos de mar) en peces silvestres son significativamente más altos en áreas con granjas de salmón. En el Archipiélago de Chiloé, la trucha marina silvestre (Salmo trutta) mostró cargas de piojos de 3 a 7 veces más altas cerca de las granjas en comparación con las áreas sin granjas (SERNAPESCA, 2017).

Anemia infecciosa del salmón (ISA): el brote del virus ISA de 2007-2009 devastó la industria salmonera de Chile, causando pérdidas por $2 mil millones y el sacrificio de millones de peces. El análisis genético mostró que el virus se propagó desde las granjas a las poblaciones de peces silvestres en varios fiordos (Godoy et al., 2013).

Orthoreovirus de Piscine: Estudios recientes han detectado PRV (orthoreovirus de Piscine) en poblaciones de peces silvestres cerca de granjas de salmón en tasas 60-70% más altas que en áreas alejadas de las granjas (Kibenge et al., 2020).

Contaminación química

El uso de pesticidas, antiincrustantes y desinfectantes ha introducido compuestos tóxicos en los ecosistemas marinos:

Persistencia de pesticidas: El benzoato de emamectina, utilizado para controlar los piojos de mar, se ha detectado en sedimentos en concentraciones de hasta 35,8 μg/kg y persiste hasta 12 meses. Estos niveles exceden la concentración sin efecto observable para varias especies de crustáceos marinos (Tucca et al., 2014).

Contaminación por cobre: ​​Los antiincrustantes a base de cobre utilizados en jaulas de red han provocado concentraciones elevadas de cobre en sedimentos cerca de las granjas, y algunos sitios muestran niveles de 4 a 8 veces por encima de los umbrales reglamentarios. Los estudios han documentado la bioacumulación de cobre en bivalvos que se alimentan por filtración a una distancia de hasta 4 km de las granjas (Buschmann et al., 2013).

Alteración endocrina: la investigación del Centro de Estudios Cuaternarios (CEQUA) ha encontrado evidencia de alteración endocrina en poblaciones de peces silvestres expuestas a efluentes de granjas, incluido el desarrollo gonadal alterado en el róbalo (Eleginops maclovinus) recolectado cerca de granjas de salmón (Chiang et al., 2021).

Modificación del hábitat:  La presencia física de las granjas de salmón ha alterado los ecosistemas costeros:

Contaminación lumínica: La intensa iluminación artificial utilizada en las granjas de salmón afecta los patrones migratorios y la dinámica depredador-presa. Estudios de la Universidad de Los Lagos registraron una migración vertical interrumpida del zooplancton en las áreas de cultivo, lo que afectó la disponibilidad de alimento para las especies de peces nativos (Quiñones et al., 2019).

Perturbación acústica: Las investigaciones han demostrado que los dispositivos acústicos de disuasión utilizados para desalentar la depredación de focas afectan el comportamiento de los cetáceos, en particular los delfines chilenos (Cephalorhynchus eutropia) y los delfines australes (Lagenorhynchus australis), reduciendo su presencia en importantes áreas de alimentación (Heinrich, 2006).

Conversión del hábitat costero: Una evaluación de 2020 realizada por el Ministerio del Medio Ambiente de Chile encontró que aproximadamente el 15% de los humedales costeros en la Región de Los Lagos habían sido modificados para la infraestructura de la industria del salmón, incluidas las plantas de procesamiento y las instalaciones de producción de juveniles.

Impactos acumulativos en las áreas marinas protegidas

A pesar de las regulaciones destinadas a separar las granjas de salmón de las áreas ecológicamente sensibles, se han documentado efectos de proximidad:

Insuficiencia de la zona de amortiguamiento: Los estudios de la Reserva Marina de Putemún en Chiloé mostraron que, a pesar de las zonas de amortiguamiento oficiales, se han detectado impactos en las granjas, incluido el aumento de residuos de nitrógeno y antibióticos, dentro de los límites del área protegida (Buschmann y Fortt, 2005).

Cambios a nivel de ecosistema: El monitoreo a largo plazo realizado por la Universidad Austral de Chile ha documentado cambios en la composición de la comunidad marina en la Reserva Nacional Kawésqar donde se ha permitido el cultivo de salmón, con reducciones en la cobertura del bosque de algas y la biodiversidad asociada (Häussermann et al., 2021).

Autores:

Lonko Daniel Caniullán, líder de pueblos originarios de Patagonia Norte, buzo mariscador y armador pesquero.

Rodrigo Andrade Ramírez: X @randrader I IN www.linkedin.com/in/rodrigoa1 I TkTk @rodrigo.andrade950

Fundador del Diplomado en Cambio Climático en Políticas Públicas para la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) y el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO); Profesor de Gobernanza Climática Multilateral para el Diplomado en Cambio Climático de la Universidad de Santiago de Chile (USACH); Ex Director de la Comisión de Sustentabilidad y Cambio Climático de la Gran Logia de Chile. Columnista y Escritor.

Dr. Guido Asencio, Académico.

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