Palestina: con el permiso de Dios
por Hermann Bellinghausen (México)
4 años atrás 5 min lectura
15 de marzo de 2021
La historia palestina es hoy la más triste del mundo. No que le falten competidores, las atrocidades marcan la historia humana reciente. Pero aquí convergen elementos particularmente dolorosos. No sólo el sufrimiento constante de niños que siguen vivos como pueden, mujeres de todas edades viudas o vejadas, poblados enteros que huyen despavoridos, olivares milenarios derribados por tractores. No sólo de heridos y muertos, gaseados, bombardeados, apaleados, torturados. No sólo porque metralla de última generación destruye escuelas, clínicas y vecindades. No sólo porque viven prisioneros en su propia tierra. Una de las cosas que más duelen es que el pueblo de Israel sea el verdugo.
Que le pregunten si no al poeta Eduardo Mosches, editor de Blanco Móvil. Es mexicano. Es argentino. Es judío. Luego de haber participado entre los constructores de la Nueva Israel, lleva años denunciando las atrocidades de su gente y defendiendo los derechos del pueblo palestino. Esta condición paradójica se expresa bien cuando da voz al enemigo. Así puede leerse la entrega más reciente de Blanco Móvil (otoño-invierno de 2020-2021), Palestina: palabras en tiempos oscuros, que reúne poesía, confesiones, relatos, cartas y publicaciones en redes sociales de autores palestinos.
No encontramos aquí la ira del miliciano ni la ceguera fundamentalista de esos violentos palestinos que son un arma inestimable para los invasores como justificación final de toda violencia ejercida. No, aquí se respira un humanismo triste y conmovedor. De manera inevitable, algunos autores son exiliados o nacieron en otro continente. Justo al revés de lo que ocurre con los colonos invasores, que de andar repartidos por Europa se dejaron venir a mediados del siglo XX y ocuparon por la fuerza los territorios de los palestinos, un pueblo y una nación negados entonces, y más atrás aún durante el colonialismo británico.
Los orígenes de la aberración moral que se comete hoy en Palestina, con la complicidad activa o muda de Occidente, hay que buscarlos en lo que Enzo Traverso describe en El final de la modernidad judía: historia de un giro conservador (FCE, 2015). El progresismo judío había alcanzado a finales del siglo XIX una compenetración profunda con las mejores causas y creaciones de Occidente. Las filosofías de avanzada, una gran literatura en la lengua alemana, el sicoanálisis, la música moderna, las ciencias, la idea de revolución. Venciendo la centenaria condición marginal del desprecio no judío, llegaron a ser la mejor versión intelectual de Europa.
Tuvo que llegar Hitler para regresarlos al pozo profundo de las víctimas. Antes de eso, la segregación y los pogromos no eran peores que los generalizados en las colonias europeas de América indiana y el África subsahariana. El Holocausto define su horror máximo en la frialdad racional con que fue planeado y ejecutado por los nazis, con cómplices en prácticamente en toda Europa, de Francia a Polonia y Hungría, de Italia a Suecia. Como resultado, el núcleo judío se desplazó a Estados Unidos e Israel. Si bien el pensamiento liberal y generoso de matriz judía se refugió en Nueva York y Buenos Aires, y siguió floreciendo a contracorriente en Moscú y Kiev, el Pueblo de Dios decidió que nunca más el gueto de Varsovia, y decidió invertir el método contra los palestinos que habitaban tierras que la mitología bíblica les tenía prometidas. A los israelíes no les gusta la comparación, pero mucho del impulso y las tácticas de sus exterminadores, incluyendo la propaganda, es herencia de sus verdugos. Intentemos llevar a Gaza La insurrección del gueto de Varsovia, de Michel Borwicz, o El pianista, de Roman Polanski.
Ante la dolorosa literatura que contiene Blanco Móvil, podemos ver a contraluz la traición judía a sus mejores prendas. El número, presentado por Sandra Lorenzano, ofrece un registro de lo que Mosches postula: Palestina es y será un Estado, la literatura lo comprueba. Con un dossier central del poeta mayor Mahmoud Darwish, leemos a Hussein Barghuthi, Liana Badr, Najwan Darwish (conocido en México por las ediciones de Valparaíso: Durmiendo en Gaza y Nada que perder) y otros. Tawfik Zayyad escribe:
Defenderé cada palmo de tierra de mi patria.
Con los dientes.
Y no aceptaré otro en su lugar.
Aunque me dejen colgando de las venas de mis venas.
Mahmud Yawda desde Gaza publica en Facebook:
Les voy a contar lo más difícil de todo esto, más difícil que la muerte por esos cohetes profesionales de última tecnología, es cuando recibes una llamada por teléfono del enemigo israelí y te dice que usted tiene 10 minutos para desocupar la casa. Imagínense, 10 minutos. Son 10 minutos para borrar tu pequeña historia del mapa.
Así transcurre la vida cotidiana de una región que los europeos de religión judía, venidos también de Rusia y Norteamérica, han decidido despoblar, arrasar y apropiarse, al modo de Estados Unidos con los nativos americanos. Donde Dios da permiso, la crueldad, la avaricia y la traición están autorizadas.
-El autor, Hermann Bellinghausen, escritor, poeta, narrador, editor, médico y analista político mexicano. En el campo del periodismo ha sido redactor para las revistas Solidaridad y Mundo Médico, editor para la revista Ojarasca así como colaborador para el periódico La Jornada. En 1995, ganó el Premio Nacional de Periodismo de México en la categoría al mejor reportaje, sin embargo declinó el galardón.
Fuente para piensaChile: OtherNews
Fuente original: LaJornada
Artículos Relacionados
Genómica, biopiratería y pueblos indígenas
por Silvia Ribeiro (México)
18 años atrás 5 min lectura
Ha muerto Paulo Evaristo Arns: maestro, intelectual refinado, amigo de los pobres
por Leonardo Boff (Brasil)
8 años atrás 5 min lectura
Niños palestinos -solos y desconcertados- en la cárcel israelí de Al Jalame
por Harriet Sherwood (The Guardian)
13 años atrás 14 min lectura
Ida y vuelta. Una posible biografía
por Antonio Muñoz Molina (España)
15 años atrás 6 min lectura
El incendio que amenaza hoy al mundo se inició en Odessa
por Dagmar Henn (Alemania)
3 años atrás 10 min lectura
Espoir Chiapas – Esperanza Chiapas
por Bruno Baronnet, Mariana Mora Bayo y Richard Stahler-Sholk (México)
9 años atrás 1 min lectura
Suprema ordena a senadora Campillai borrar de sus RRSS «todas las publicaciones que afecten la honra» del exoficial Crespo, que destrozó su rostro y sus ojos
por
16 horas atrás
22 de febrero de 2025
«si la Senadora Campillai no puede decirlo, lo diremos nosotros. Claudio Crespo es un violador de derechos humanos. Un sicópata que debería estar preso».
Bases militares, una invasión encubierta
por Pablo Ruíz (Chile)
2 días atrás
21 de febrero de 2025
El mundo está plagado de bases militares, de aproximadamente 900 bases militares, que se encuentran en 96 países. La mayoría son de los Estados Unidos y países de la OTAN. «¿Cómo se justifica la presencia de las bases militares hoy en el mundo?
Bases militares, una invasión encubierta
por Pablo Ruíz (Chile)
2 días atrás
21 de febrero de 2025
El mundo está plagado de bases militares, de aproximadamente 900 bases militares, que se encuentran en 96 países. La mayoría son de los Estados Unidos y países de la OTAN. «¿Cómo se justifica la presencia de las bases militares hoy en el mundo?
Foro Virtual Internacional “Territorios de Paz, Bases Militares Extranjeras y Militarismo Global”
por El Sáhara Occidental no está en venta
4 días atrás
19 de febrero de 2025
Esta actividad global está organizada por la Oficina Internacional de la Paz, No a la guerra – No a la OTAN, Pace e Bene, RootsAction, Veteranos por la paz, Red de resistentes de la industria de la guerra, Internacional de Resistentes a la Guerra y World Beyond War.