La dictadura democrática de los poderosos
por Raúl Zibechi (Uruguay)
8 años atrás 5 min lectura
Por eso nos atiborran con información basura, porque contribuye a potenciar la confusión. Es en este sentido que los medios juegan un papel sistémico que consiste en desviar la atención, hacer que las cosas importantes y decisivas tengan un trato idéntico a las más superficiales (un accidente en carretera tiene más cobertura que el caos climático) y tratan los temas serios como si fueran un partido de futbol.
Como sabemos, hay quienes piensan que no hay cambios mayores, que la tormenta sistémica es una crisis pasajera, luego de la cual todo seguirá su curso normal. Pero los de abajo necesitamos aguzar los sentidos, detectar los sonidos y los movimientos imperceptibles, porque nuestras vidas están en riesgo y cualquier despiste puede tener consecuencias desastrosas. No tenemos seguros de vida ni guardias privados, como tienen los de arriba.
El historiador francés Emmanuel Todd reflexiona sobre las elecciones en su país, con análisis bien interesantes. El primero, es que desde hace varias décadas existen campos de fuerzas sociales estables, que le permiten asegurar que la sociedad está dividida en dos mitades y que esa división permanece casi inalterada (goo.gl/p1i6WN).
En segundo lugar, se pregunta porqué en el pasado cuarto de siglo el rechazo al modelo neoliberal no ha crecido (en Europa), pese al aumento de la desocupación y al fracaso del euro. Analiza la población, un dato estructural que tienden a minimizar los analistas. En Francia, la población envejeció hasta seis años desde 1992 y, de hecho, los ancianos han perdido el derecho de voto
, porque una salida del euro derrumbaría sus pensiones.
La segunda cuestión que contempla es la estratificación educativa. Concluye que la gente con estudios superiores produjo una oligarquía de masas
y que esa élite pasó de 12 por ciento de la población en 1992 a 25 por ciento, en sólo 25 años. La conclusión estremece: una población envejecida sumada a una mayor masa oligárquica
desemboca en un creciente conformismo de la mitad de la población, mientras la otra mitad de abajo se ha deteriorado notablemente desde el tratado de Maastricht de 1992.
Cuando Marx escribe el Manifiesto Comunista, la relación entre los de abajo y los de arriba era de nueve a uno. No había pensiones para los mayores y la universidad estaba reservada para las élites. Era un sistema inestable, donde 90 por ciento tenía interés en derribarlo.
Los dos cambios mencionados por Todd (demografía y educación superior) representan mutaciones profundas para quienes aspiramos a transformar el mundo. Todavía en 1960 abundaban los universitarios como el Che, dispuestos a utilizar sus conocimientos junto a los oprimidos. El sistema supo comprender que tenía un punto débil entre los jóvenes universitarios y tomó medidas.
Ahora los docentes de ese nivel ganan fortunas, hasta 30 veces el salario mínimo en varios países. Los estudiantes cuentan con becas que les permiten estirar los estudios de posgrado hasta bordear los 40 años y luego aspiran a ingresar en la élite universitaria. En el imaginario colectivo el ascenso social pasa por los estudios superiores a los que se entrega buena parte de la vida.
Immanuel Wallerstein sostenía hace tres décadas (en Marx y el subdesarrollo) que bajo el capitalismo la clase alta pasó de 1 a 20 por ciento de la población mundial. La cifra puede acercarse ahora a 25 por ciento que presume Todd para la oligarquía de masas
. En América Latina las cifras deben matizarse, pero vamos hacia allá.
Es posible que estemos bordeando la dominación perfecta
: sociedades divididas en partes casi iguales, entre los que necesitan patear el tablero y los que temen cualquier cambio. Una mitad conformista y la otra mitad apabullada por la cuarta guerra mundial. Por encima de ambas, 1 por ciento controla el poder estatal, el material y las democracias electorales.
A medida que se expanden las dimensiones del grupo en la cima, a medida que vamos haciendo a los miembros del grupo de la cima cada vez más iguales entre sí en sus derechos políticos, se hace posible extraer más de los de abajo
, escribe Wallerstein en Después del liberalismo (página 168). Y agrega que un país mitad libre y mitad esclavo sí puede durar mucho tiempo
.
Las consecuencias de estos cambios deberían llevarnos a sacar algunas conclusiones estratégicas
.
Primero, la democracia se asienta en ese sector que no quiere desestabilizar el sistema, mientras la otra mitad no se siente representada. La democracia electoral tiene sentido para la mitad de arriba, pero es una cárcel para los de abajo.
Dos, para la mitad desheredada de la población, el diseño actual del capitalismo es una realidad opresiva, ya que las políticas sociales focalizadas tienden a neutralizar y dividir a quienes necesitan levantarse contra el sistema.
Los partidos de centro-izquierda recogen las aspiraciones, y los miedos, de esa mitad de la población que sólo quiere cambios cosméticos y cuyo ejercicio político excluyente es votar cada cinco o seis años y asistir a mítines para aplaudir a sus caudillos.
La mitad de abajo no puede confiar en un sistema político que funciona como una dictadura democrática
. Una estructura política con total libertad para la mitad de arriba puede ser la forma más opresiva que se pueda imaginar para la mitad de abajo
, sigue Wallerstein.
Los que viven en la zona del no-ser, en palabras de Fanon, son los que resisten y construyen otros mundos, por mera necesidad de sobrevivir. Pero son bombardeados por la fantasía de que pueden cambiar su destino sin quebrar el sistema.
*Fuente: La Jornada
Artículos Relacionados
La gesta emancipadora hacia la integración de América Latina (1/2)
por Salim Lamrani (Francia)
10 años atrás 10 min lectura
Chomsky: La doctrina de EEUU es la de la mafia. El padrino no tolera la desobediencia
por
10 años atrás 3 min lectura
La relación entre moral y política: El caso de Carolina Echeverría
por CODEHS-Chile
11 años atrás 60 min lectura
EE.UU. pierde la batalla naval electrónica con China
por Rainer Rupp (Alemania)
10 meses atrás 11 min lectura
Los rodeos y extravíos del Partido Comunista de China
por Xulio Ríos (Rebelión)
13 años atrás 12 min lectura
El gran periodista John Pilger ha muerto. Lo recordamos citando un magistral y certero artículo suyo de hace casi 10 años
por John Pilger (Australia)
1 año atrás 7 min lectura
Chile: excavaciones en el cerro Chena para encontrar restos de víctimas de la dictadura militar
por Radio Francia Internacional (Francia)
17 segundos atrás
Imagen superior: Excvaciones en el Cerro Chena, a la búsqueda de restos de Detenidos Desaparecidos. Foto de PiensaPrensa 19 de mayo de 2025 por: Marion Bellal, corresponsal de RFI…
Comunicado a 3 años del Estado de Excepción en Wallmapu
por Wallmapu Futa Trawun
29 mins atrás
19 de mayo de 2025
Se cumplen tres años desde la instauración del Estado de Excepción de Emergencia en Wallmapu, el más prolongado en la historia de Chile. Esta medida, que inició bajo el gobierno de Sebastián Piñera en octubre de 2021, supuestamente por seis meses, ha sido perpetuada por el actual gobierno de Gabriel Boric desde el 17 de mayo de 2022.
Comunicado a 3 años del Estado de Excepción en Wallmapu
por Wallmapu Futa Trawun
29 mins atrás
19 de mayo de 2025
Se cumplen tres años desde la instauración del Estado de Excepción de Emergencia en Wallmapu, el más prolongado en la historia de Chile. Esta medida, que inició bajo el gobierno de Sebastián Piñera en octubre de 2021, supuestamente por seis meses, ha sido perpetuada por el actual gobierno de Gabriel Boric desde el 17 de mayo de 2022.
Traoré y el Sáhara Occidental
por Isabel Lourenço (Portugal)
2 días atrás
17 de mayo de 2025
Thomas Sankara no solo fue un líder que habló contra el colonialismo; fue un hombre que actuó en coherencia. En 1984, realizó una visita oficial de solidaridad a los territorios liberados del Sáhara Occidental, donde se reunió con combatientes del Frente Polisario, expresando abiertamente su apoyo a la lucha del pueblo saharaui por la independencia frente a la ocupación marroquí. Su mensaje fue claro: “La lucha del pueblo saharaui es la nuestra, es la de todos los pueblos que rechazan el colonialismo y la dominación”.