https://www.youtube.com/watch?v=Qq3Bi9SALS4
Julian Assange y Daniel Domscheit-Berg crean WikiLeaks, una plataforma que permite filtrar de forma anónima información secreta que pone al descubierto los turbios manejos de la política gubernamental y los crímenes de las grandes empresas. Pero cuando Assange y Berg tienen acceso a numerosos documentos confidenciales que afectan a los servicios de inteligencia de los Estados Unidos, se enfrentarán a una de las cuestiones claves de nuestro tiempo: ¿cuál es el coste de guardar secretos en una sociedad libre y cuál es el coste de revelarlos?. Adaptación de la novela «Inside WikiLeaks: My Time With Julian Assange At The World’s Most Dangerous Website», sobre Julian Assange, el fundador de Wikileaks.
«Dale a un hombre una máscara y te contará la verdad». Es una frase de Oscar Wilde que Julian Assange convirtió en lema de WikiLeaks: garantízale a un hombre impunidad y te revelará sus secretos.
El problema es que estos enunciados prevén bastante bien el comportamiento humano, pero están al margen de la ética: con este principio podemos sacudirnos el yugo de un tirano, pero también nos pueden tiranizar. Y la frase es la misma.
Acabo de ver la película El quinto poder y, digan lo que digan los críticos, me parece apasionante. No entro en que el ritmo de docu-biopic sea lento, en que el personaje de Assange recaiga en un actor que lo convierte en una máscara (a mi juicio, un acierto). La historia, aunque contada desde una perspectiva unilateral (la de Daniel Berg, el socio ninguneado), no tiene desperdicio.
Lo que me interesa es el análisis de cómo un solo individuo es capaz de influir en el Sistema guiado por un principio que también es profundamente ambiguo: «Fiat iustitia pereat mundus» (‘Que se haga justicia, aunque perezca el mundo’).
Simpatizamos siempre con la epopeya de David contra Goliat. Simpatizamos con el principio de no manipular la información, no «editarla». Pero cuando eso significa, como en el caso de los archivos filtrados por Bradley Manning, poner vidas inocentes (o menos culpables) en peligro, la cosa cambia: daños colaterales.
Entonces se desmorona la ética del principio de no edición, y en ese punto advertimos cuánto seguimos necesitando un periodismo a la antigua usanza: es decir, responsable (la plataforma –analógica o digital- es lo de menos).
Lo que se extrae de El quinto poder es la naturaleza ambigua de los grandes eslóganes, el delicado equilibrio que supone la vida en sociedad, la tenue frontera entre el bien y el mal, la imposibilidad de reducir la ética a una sola consigna abstracta.
No es un mensaje amable ni optimista. Ni blanco ni negro: gris. Porque queremos simpatizar con el héroe de la libertad (Assange), y nos gusta menos su sombra responsable (Berg), que acaba conectando con el Sistema. Con el Mal. Y no estamos eximidos de saberlo, porque la ignorancia del adulto nunca se confundirá con la inocencia del niño.
*Fuente: El Diario de Cadiz
‘El quinto poder’, la película sobre Wikileaks de la que Julian Assange reniega
Artículos Relacionados
Trump, el psicópata que se adueñó del botón nuclear
por Javier Cortines (España)
9 años atrás 4 min lectura
EE.UU.: Cómo (no) desafiar la violencia racista
por Aviva Chomsky (EE.UU.)
8 años atrás 6 min lectura
Belisario Velasco, Experto en Seguridad Nacional
por Germán Westphal (Politica Conosur)
19 años atrás 2 min lectura
Experto judío en Holocausto: «Los israelíes están hoy más preocupados por perder Eurovisión que por el Genocidio de Gaza»
por Francisco Carrión (España)
37 segundos atrás
23 de septiembre de 2025
«Crecí en un hogar sionista. Serví en el ejército israelí. Creo, y sigo creyendo, en el derecho de Israel a existir. Pero la forma en que se ha convertido Israel; el sionismo que ahora dice tener; el régimen que ha creado; el racismo; la intolerancia; la violencia; el odio… son cosas que no puedo apoyar».
DOCUMENTOS RNE: Caso Pinochet, en las fronteras de la justicia
por Radio Nacional de España
10 horas atrás
23 de septiembre de 2025
3 de marzo del año 2000, Pinochet regresa a Chile tras su liberación de su arresto de 503 días en Londres. Un caso que se había iniciado con la orden internacional de detención contra el dictador chileno dictada por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón.
Experto judío en Holocausto: «Los israelíes están hoy más preocupados por perder Eurovisión que por el Genocidio de Gaza»
por Francisco Carrión (España)
41 segundos atrás
23 de septiembre de 2025
«Crecí en un hogar sionista. Serví en el ejército israelí. Creo, y sigo creyendo, en el derecho de Israel a existir. Pero la forma en que se ha convertido Israel; el sionismo que ahora dice tener; el régimen que ha creado; el racismo; la intolerancia; la violencia; el odio… son cosas que no puedo apoyar».
«No hay niño mío ni tuyo ni suyo, los niños son nuestros»
por Jorge Drexler y Jorge Limón
1 día atrás
22 de septiembre de 2025
El Fin y el medio
Canción de Javier Limón y Jorge Drexler ‧ 2018
Letras
Un refugiado es un refugiado
Un niño es un niño y el miedo es el miedo
Destierro es destierro
Y una hipocresía es una hipocresía
No hay signo, no hay bando
No hay ideología ni misterio
No hay un solo fin
Que justifique cualquier medio
Un daño es un daño, del verbo dañar
Todos los daños son daños centrales
Un niño es un niño
No existen los daños colaterales
No hay meta, no hay causa
Ningún motivo, ningún premio
No hay un solo fin
Que justifique cualquier medio
El fin es un punto por siempre distante
Una cambiante ficción
Un ciclón a merced de una hoja
Una paradoja como la de Zenón
Donde algo parece que se va acercando
Y siempre se escapa, siempre se esconde
Siempre a la misma exacta distancia
De un mismo horizonte (mismo horizonte)
El dedo que aprieta el gatillo
Debería saber esto
No hay tuyos ni suyos ni míos
Si son niños, son nuestros (todos los niños son nuestros)
Ni patria ni credo hay
Ni diferencias de criterio
No hay un solo fin
Que justifique cualquier medio
No hay un solo fin
Que justifique cualquier medio
No hay un solo fin
Que justifique cualquier medio
No hay un solo fin
Que justifique cualquier medio