A MANERA DE EXPLICACIÓN
Normalmente, la palabra ‘gabinete’ se emplea para referirse al conjunto de secretarios de Estado de una Administración; en este análisis deberíamos emplear esa expresión para indicar tanto a los secretarios de Estado o Ministros como a subsecretarios, superintendentes, intendentes y gobernadores. Sin embargo, el trabajo, extenso de por sí, se nos haría interminable; por ese motivo, emplearemos esa expresión solo para referirnos al conjunto formado por ministros y subsecretarios. En cuanto al título, lo hemos derivado de aquel ‘slogan’ del pacto Nueva Mayoría en las elecciones de 2013 que rezaba ‘Un parlamento para Michelle’.
INTRODUCCIÓN
Si mirásemos los vaivenes de la escena política de Chile como si fuesen operaciones matemáticas diríamos que, al menos en lo que a la designación de las primeras autoridades de Gobierno se refiere, ‘la incógnita está ya despejada’. Y es que el viernes 24, y luego el martes 28, del recién pasado mes de enero, tanto en los salones del hotel San Francisco como en la sala grande de Tegualda, la lista de los nombres de quienes integrarían el gabinete de la presidenta electa Michelle Bachelet, dejó de ser un misterio para comenzar a ser patrimonio de los medios de comunicación. Y eso es importante, pues la selección de los secretarios y subsecretarios de Estado no es materia de escasa o nula significación. No. Permite formular las primeras conjeturas relativas al carácter de clase del Gobierno de la abanderada de la coalición denominada Nueva Mayoría. Y el sentido que puedan tener las reformas propuestas en su programa.
A poco de ser electo Sebastián Piñera Echenique, señalamos en uno de nuestros documentos que su gobierno no sería un gobierno de la Coalición Por el Cambio. Al igual que lo hiciéramos en aquella oportunidad podemos afirmar hoy que no estamos en presencia del gobierno de una coalición denominada ‘Nueva Mayoría’, ni mucho menos de una ex Concertación. Es más: casi nos atreveríamos a decir que dicha coalición, simplemente, no existe y que es sólo un pacto. De hecho, el lunes 6 de enero, estando reunidas las siete colectividades que integran el movimiento político denominado ‘Nueva Mayoría’, se acordó no llamarla ‘coalición’ sino más bien ‘acuerdo político y programático’[1].
No obstante, hacer analogías entre las prácticas políticas de una u otra alianza, en poco ayuda. Los partidarios de Michelle Bachelet, si se les compara su gobierno con el de Sebastián Piñera, se sentirán ofendidos en su inmensa mayoría, porque aún siguen aferrados a la conservadora idea de la existencia de una ‘derecha’ de la cual es representante obligado el presidente, y de una ‘izquierda’ de la que se sienten la más autorizada y genuina expresión. Así, las analogías no sirven, especialmente, porque son anacrónicas, por regla general. Sin embargo, es posible esbozar rasgos comunes con situaciones ya ocurridas; lo cual no implica que puedan extraerse conclusiones similares.
Dijimos, al comentar la asunción de Sebastián Piñera al mando de la nación, que el mandatario electo no organizaba un gobierno para la Coalición Por el Cambio, ni mucho menos uno para la Alianza Por Chile, sino un gobierno para sí, suyo, hecho a su medida, casi con prescindencia de quienes lo habían hecho llegar a la más alta magistratura. Hoy podemos afirmar algo similar. No es la coalición ‘Nueva Mayoría’ quien gobierna; tampoco la Concertación cuyo deceso es de sobra conocido. Gobierna Michelle Bachelet y un grupo de personas cercanas a ella, extraído del grupo de amistades que posee, muchas de ellas de la época en que estudiara en Alemania, otras que conoció en Chile y con quienes intimó en las organizaciones políticas oficialistas y, finalmente, aquellas que trabajaron con ella en labores de gobierno durante su anterior magistratura. De ahí provienen los elementos que pueden servir con mayor propiedad a los fines propuestos por el comando y, a la vez, dejar contentos (a medias) a las organizaciones políticas. Lo que no quiere decir que éstas no hayan ejercido presión sobre la candidata electa para imponer sus puntos de vista. De hecho, en la primera quincena de enero el PS había ya presentado a la presidenta una terna de nombres para ocupar el cargo de titular del Ministerio del Interior; estos nombres eran los de Camilo Escalona, Ricardo Solari y José Miguel Insulza[2]; ninguno de ellos fue considerado para el cargo indicado. Es más, ninguno de ellos fue, siquiera, llamado[3] para darles una explicación. El gobierno de Michelle Bachelet es, en suma, un gobierno personal, un gobierno suyo[4]. Lo cual no obsta a que en la selección de su gabinete intente mantener un equilibrio de fuerzas políticas que la ayude a mantener su liderazgo indiscutido; en la práctica, así ha ocurrido con la nominación de su gabinete en donde las fuerzas políticas presentes en la ‘Nueva Mayoría’ obtuvieron cupos que reflejan, más o menos, ese equilibrio al que nos hemos referido. Por lo demás, tampoco eso impide que los partidos intenten por todos los medios a su alcance ocupar los cargos vacantes que existan en el Gobierno. Tal circunstancia explica, por lo demás, que
“A tan sólo días de haberse anunciado el gabinete que acompañará a Michelle Bachelet en el próximo gobierno, las diversas direcciones de partidos pertenecientes a la Nueva Mayoría ya están echando a correr sus influencias para llevar su propia gente al aparato del Estado”[5].
Y es que, como lo señaláramos en otro de nuestros trabajos, los sectores de la llamada ‘izquierda’ son más voraces que la denominada ‘derecha’ para acceder a los empleos estatales. No hay que olvidar la extracción de clase que conforma la militancia de los partidos que integran esos estamentos.
CARACTERÍSTICAS DEL NUEVO GABINETE
El gabinete que presentara Bachelet presenta algunas características que lo identifican; entre otras:
- Asombrosa similitud con la forma de actuar de Piñera respecto de la Alianza, al asumir el cargo de presidente de la nación. Esta característica se expresa, entre otras cosas, por la independencia para designar su gabinete, y es tan manifiesta que el propio matutino ‘El Mercurio’ no ha vacilado en expresar que
“El gabinete anunciado el viernes es expresión genuina del poder que posee la Presidenta electa frente a la coalición que la apoya: ningún mandatario concertacionista pudo ejercer tal libertad al conformar sus equipos”[6].
2. Predominio absoluto de nombres sacados del entorno de la presidenta, personas cercanas y de absoluta confianza de ella, no de los partidos. No está de más señalar que tanto Rodrigo Peñailillo (Interior) como Álvaro Elizalde (Secretaría General de Gobierno) han sido amigos e incondicionales de Bachelet, también Alberto Arenas (Hacienda) y Nicolás Eyzaguirre (Educación); Heraldo Muñoz (Relaciones Exteriores) fue uno de sus contactos permanentes en Nueva York y Helia Muñoz (Salud) trabajó con ella en su anterior administración, para referirnos a algunos de esos nombres. Haciendo una analogía que, en momentos, no resulta muy brillante pero que sirve para ilustrar esta tendencia, indica Joaquín García-Huidobro:
“Piñera y Bachelet quisieron que el núcleo central de su gobierno estuviera formado por sus amigos. Sus jefes de campaña (los dos Rodrigos: Hinzpeter y Peñailillo) se transformaron en ministros del Interior. Los voceros de sus comandos fueron después los voceros de sus gobiernos. Y también vemos cómo sus amigos políticos más cercanos (Arenas, Elizalde) tomaron los cargos que quisieron”[7].
3. Presencia notable de técnicos y académicos o, lo que es igual, riguroso respeto a las tesis de José Joaquín Brunner en el sentido de reservar el ejercicio de la política gubernamental a las ‘élites’ universitarias y designar en los altos cargos estatales sólo a especialistas provenientes de esos centros de estudios. Aunque no siempre actúen dentro de las áreas de su competencia, el hecho de poseer doctorados o ‘masters’ permite satisfacer los intereses de los grupos de presión creados en torno a las universidades que reclaman para sí el manejo del país y la exclusividad del debate. La ministra Claudia Barattini, que debió ser presentada como ‘gestora cultural’ ante la prensa, es una excepción a lo expresado; pero como tal, solamente confirma la regla.
4. Notoria ausencia de trabajadores (empleados u obreros), pobladores, estudiantes o dueñas de casa en el Gabinete. Como derivado de lo anterior, se consagra la segregación definitiva del plano político de quienes no poseen las calificaciones universitarias sepultando, para siempre, la presencia de quien no es académico. No existe aún un pronunciamiento en torno a considerar si esta conducta constituye o no una violación a la propia carta fundamental pinochetista que declara inconstitucional ese tipo de segregación. El concepto de ‘estadista’, que caracterizó a las administraciones de antaño, está al margen de las nominaciones hechas por Bachelet.
5. Abundante incorporación de anteriores administradores del modelo que se presentan, hoy, en el carácter de críticos del mismo. Corresponde su nomenclatura a lo que Carlos Peña llama ‘gabinete de los conversos’. Porque son nombres que se repiten en la historia de la Concertación profundizando, en un comienzo, las ‘bondades’ del modelo; hoy aparecen manifestando su voluntad de querer, si no abrogarlo, al menos introducirle talas o reformas para dar así cumplimiento al anhelo de las grandes mayorías nacionales. Según el analista,
“Cada uno, con excepciones situadas en cargos igualmente excepcionales por lo irrelevantes, contribuyó a dibujar la fisonomía del Chile contemporáneo —¿será necesario subrayarlo?— durante veinte de los últimos veinticuatro años”[8].
Son estos mismos sujetos quienes han convencido a la categoría de los votantes que ellos han de ser los únicos llamados a modificar o alterar e, incluso, a abrogar la estructura que antes administraron en contra de los intereses de esas mismas grandes mayorías nacionales. Sin embargo, agrega, Peña,
“Por supuesto se dirá que en política las convicciones tienen, a veces, que ceder a las circunstancias y que son estas, en definitiva, las que mandan. En política se haría lo que se puede dentro del gran arco de lo que se debe. Pero esa explicación no es, por supuesto, suficiente, porque, todo hay que decirlo, oculta lo obvio: el hecho de que toda conversión está motivada por el apetito del cielo.
Solo que en este caso el cielo es el Estado”[9].
6. Mantención de esa tendencia en el nombramiento de los subsecretarios el día 28 de enero: nada hace suponer que dicha conducta será alterada para los efectos del nombramiento de los jefes de reparticiones públicas, embajadores, empresas estatales, intendencias y gobernaciones.
REACCIONES ANTE EL NOMBRAMIENTO DEL NUEVO GABINETE
El nombramiento de un gabinete, como se ha expresado, produce consecuencias políticas, reacciones en numerosos ámbitos de la vida nacional. También esa circunstancia ha ocurrido con el nombramiento del gabinete de Michelle Bachelet.
1. La escena política de la nación.
La escena política de la nación ha sido gratamente sorprendida por el nombramiento del nuevo gabinete. Los elogios y parabienes han llegado desde todos los partidos que conforman la llamada ‘Nueva Mayoría’ hasta los que integran la ‘Alianza Por Chile’. Sin embargo, no se han pronunciado o no se han hecho públicos los comentarios de algunos otros que participaron en la contienda electoral por la Presidencia de la República. La escena política nacional, representada por sus más grandes conglomerados, sí que lo ha hecho así como personeros de Gobierno.
2. El empresariado nacional.
El empresariado nacional ha reaccionado favorablemente ante ese acontecimiento, en especial, respecto al nombramiento del ex militante del MAPU y hoy miembro del PS Máximo Pacheco Matte, como ministro de Energía.
“Vemos (el gabinete) con confianza. Hay un equipo que reúne las capacidades técnicas y profesionales para enfrentar los desafíos que Chile tiene. Estamos confiados en que van a tener un buen desempeño”,
ha dicho Andrés Santa Cruz, presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio CPC[10].
Por su parte, señaló Hermann Von Mühlenbrock, presidente de la Sociedad de Fomento Fabril SOFOFA:
“Son todos profesionales de primer nivel. De acuerdo con los currículum, se eligió a los mejores. En particular, nos deja tremendamente contentos el nombramiento del ministro de Energía”[11].
También lo ha hecho Ricardo Mewes, presidente de la Cámara Nacional de Comercio CNC, para quien los miembros del Gabinete
“Son personas conocidas desde el punto de vista político. Creo que vamos a tener la opción de plantear las preocupaciones de nuestro sector[12]”.
Finalmente, la Sociedad Nacional de Agricultura no quedó al margen de esta evaluación, pues su presidente, Patricio Crespo, indicó, al respecto:
“El gabinete tiene de todo: sorpresa, experiencia, técnicos. Creo que en las carteras clave se resuelven bien los desafíos que tiene por delante la presidenta”[13].
Y, finalmente, ‘El Mercurio’, en su página editorial:
“Desde la tranquilidad expresada por las dirigencias del empresariado hasta la disposición al diálogo de quienes serán oposición, corresponderá a este equipo ese buen clima en una acción política exitosa”[14].
3. El sector académico.
El sector académico se ha transformado, a estas alturas, en grupo de presión. Reivindica para sí como inalienable el ejercicio del derecho a colocar dentro de la alta jerarquía estatal sólo a profesionales que hayan hecho algún doctorado o ‘master’ en alguna especialidad dentro de las universidades reconocidas por el Estado o universidades extranjeras, especialmente, norteamericanas. Es muy difícil —y prácticamente imposible— que, a estas alturas, un obrero, un poblador, un dirigente sindical o una dueña de casa pueda acceder a algún cargo de representación parlamentario o estatal. Sí pueden hacerlo los actores de la ‘farándula’ porque pertenecen al estrato de lo que Clotario Blest denominara ‘personalidades’, que son los sujetos conocidos, normalmente bien pagados. Los días en que una Julieta Campusano, una Mireya Baltra o un Américo Zorrilla podían acceder a dichas nominaciones han terminado. Irremediablemente.
Dadas las circunstancias que el requisito del academicismo se encuentra sobradamente satisfecho en las nominaciones hechas tanto para los ministros como para sus subsecretarios, el estamento universitario no oculta su alegría. Así lo ha manifestado, por ejemplo, Eduardo Engel, profesor de la Universidad de Chile:
“El equipo económico es un muy buen equipo. Tanto Alberto Arenas como Luis Felipe Céspedes, ambos directores de Espacio Público que echaremos de menos —ya que deberán suspender su participación en la fundación— son destacados economistas que tienen la experiencia de haber participado en cargos económicos importantes en el primer gobierno de Bachelet”.
Y Francisco Rosende, profesor de la Universidad Católica:
“El gabinete es una mezcla de confirmación de las influencia que ha tenido Alberto Arenas en el diseño económico del gobierno electo, al verlo confirmado como ministro de Hacienda. Por otro lado, con algunas sorpresas, como el nombramiento de Luis Felipe Céspedes en Economía, Máximo Pacheco en Energía y de Nicolás Eyzaguirre en Educación, aunque estos últimos habían sido mencionados”.
Luego de hacer una defensa de los nombrados y destacar sus calidades, termina diciendo:
“Dicho esto, creo que hay personas dentro del gabinete con una historia profesional y académica que alienta la esperanza que el programa de gobierno —que como todos los programas va a tener éxito o fracaso dependiendo de cómo se conduzca— puede ser manejado adecuadamente”[15].
En un sentido similar se expresa Miguel Rivas Roces, profesor de Gestión Estratégica de Negocios de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso para quien el nombramiento de Nicolás Eyzaguirre en la cartera de Educación
“[…] me parece excelente […]”[16]
Y, finalmente, el propio José Joaquín Brunner, que se pone a disposición del nuevo gabinete con estas palabras:
“Ahora que el gobierno de Bachelet comienza a formar equipos y trazar su plan de trabajo hay que alentar entre todos sus posibilidades de éxito en la reforma de la educación. Para eso es necesario abordar desde la partida algunos asuntos clave”[17].
4. El sector sindical.
Los periódicos oficiales se han apresurado a informar la reacción de la Central Unitaria de Trabajadores CUT ante el nuevo gabinete y reproducen las palabras de su presidenta Bárbara Figueroa, quien ha expresado:
“Hay una gran responsabilidad en Javiera Blanco. Esperamos que su energía se traslade al Ministerio del Trabajo para defender las reformas laborales”[18].
Estas palabras deben entenderse dentro de un contexto nacional en donde el Partido Comunista, al cual pertenece Bárbara Figueroa, integra la coalición gubernamental ‘Nueva Mayoría’. No por otro motivo se ha expresado, en un sentido más o menos similar, Jaime Gajardo, presidente del Colegio de Profesores, también militante del Partido Comunista, quien dio su apoyo al nombramiento de Eyzaguirre como ministro de Educación, según lo consigna un cable de la Agencia United Press International UPI:
“El presidente nacional del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo, junto con manifestar este sábado su confianza ante el nombramiento que hizo la presidenta electa Michelle Bachelet para el Ministerio de Educación, instalando al economista Nicolás Eyzaguirre, también afirmó que las movilizaciones continuarán para defender sus demandas más urgentes”[19].
Las opiniones de las otras centrales, que disputan la supremacía de la dirección del movimiento sindical a la CUT, no han sido consideradas por la prensa oficial. Y sin embargo, dichas centrales han sido bastante críticas en sus planteamientos frente al gabinete bacheletista. Así lo han manifestado tanto la Central Autónoma de Trabajadores CAT como la Central General de Trabajadores CGT.
5. El sector estudiantil.
Tampoco la prensa escrita fue mayormente explícita con lo que sucedió en un primer momento al interior del movimiento estudiantil. La televisión informó, sí, de las dudas y suspicacias que produjo en los estudiantes el nombramiento del gabinete. Sin embargo, el clima de desconfianza hacia el nombramiento de los ministros, en especial hacia Nicolás Eyzaguirre, fue manifiesto. Tanto Melissa Sepúlveda como Naschla Aburman, presidentas de la FECH y la FEUC, respectivamente, expresaron que estarían expectantes a las acciones del futuro ministro.
“[…] vamos a estar más atentos a lo que hace, porque confiamos más en los hechos que en las palabras”,
sostuvo la última.
Y en una entrevista que le hiciera la Radio Cooperativa, a propósito del nombramiento de la subsecretaria Claudia Peirano, señaló:
“[…] aquí hay una clara señal, que va en una dirección contraria a la que todos nosotros esperábamos. Si con Eyzaguirre teníamos duda, con el nombramiento de la nueva subsecretaria tenemos certezas y antecedentes que vienen a confirmar nuestra profunda desconfianza”[20].
LAS PRIMERAS SEÑALES
El nombramiento de algunos personajes de dudosa vocación transformadora constituye una señal inequívoca en el sentido que las cosas seguirán igual o que, al menos, si se han de realizar cambios al modelo será, precisamente, a la manera del marqués de Lampedusa, donde todo ha de cambiar para que todo siga igual. Uno de esos sujetos es Nicolás Eyzaguirre, ex ministro de Hacienda de Ricardo Lagos, hijo de la actriz Delfina Guzmán, quien, en determinado momento de su vida, incursionó con éxito en la canción protesta formando parte del elenco del grupo ‘Aquelarre’. Jamás fue un individuo que contara con la simpatía de las organizaciones sociales. Partidario de la bancarización de los créditos estudiantiles y del lucro en la educación, fue muy criticado por los movimientos sociales al extremo que, al término de su gestión, en 2006, un grupo de personas arrojó piedras al automóvil en que viajaba. Para el rector de la Universidad Diego Portales Carlos Peña, Eyzaguirre es el prototipo de quien, habiendo realizado como ministro de Ricardo Lagos la defensa irrestricta del modelo, reaparece abjurando de su pasado. Les llama ‘conversos’ en una especie de analogía con lo sucedido con Saulo que de perseguidor de los cristianos se transformó en líder espiritual de los mismos. Por lo demás, no dejaba de ser revelador el hecho que, junto a él, se nominara a Claudia Peirano en el carácter de subsecretaria de Educación.
AUGE Y ASCENSO DE CLAUDIA PEIRANO
De filiación DC y de profesión ingeniero comercial, la nueva flamante subsecretaria de Bachelet estuvo casada con Walter Olivo, ex vicepresidente del mismo partido y amigo personal del matrimonio que forman Gutenberg Martínez y Soledad Alvear. Olivo continúa siendo dueño de la llamada Red Educacional ‘Crecemos’, empresa poseedora de varios colegios subvencionados que era asesorada por la Agencia de Asistencia Técnica Educativa ATE ‘Grupo Educativo’. Esta empresa es de propiedad de Claudia Peirano. A pesar que el matrimonio se separó en 2012, la ATE cobró a la Red ‘Crecemos’ la suma de 26 millones de pesos, hecho que motivó un artículo de ‘La Tercera’ y la reacción del entonces ministro Harald Beyer que criticó esa forma de traspasos de dinero entre empresas organizadas por familiares y amigos como ‘una mala práctica’. La separación no fue obstáculo para seguir manteniendo vínculos comerciales pues los une la propiedad conjunta de la empresa que crearon en 1990, a poco de casarse, llamada ‘Muebles Industriales Chilenos MIC S.A.’ y por otra denominada ´Ventisquero Colgante Ltda.’. Olivo es dueño, además, de otra ATE cuyo nombre es ‘Innovación Tres’ (cuya propiedad comparte con su madre Aurelia Munizaga), y de la sociedad ‘Lago Lleu-Lleu Ltda.’. La ATE de Olivo cobró, entre 2009 y 2010 165 millones de pesos por asesorías: la de Peirano, en 2012, 26 millones.
Que una persona tenga negocios no es algo grave ni tiene por qué sorprender en una sociedad como la chilena. El problema es que en 2008, bajo la anterior administración de Bachelet, se dictó la Ley de Subvención Preferencial SEP que autorizó la creación de las agencias de Asistencia Técnica Educativa ATE, destinadas a prestar asesoría a los colegios subvencionados como una forma de ayudar a impartir la educación. Estas asesorías se daban en el más amplio plano, incluyendo hasta el ofrecimiento de guardias para evitar alteración del orden en los colegios. Claudia Peirano organizó una ATE de su propiedad; su marido, la suya. La de Peirano prestó asesoría a los colegios de su marido. En 2011 se desataron las protestas estudiantiles. Los alumnos del Colegio ‘Dagoberto Godoy’, de Lo Prado, perteneciente a las empresas de Walter Olivo, participaron en ellas, en algunos casos con el apoyo de los apoderados. Entonces, pudo comprobarse la eficacia de las ATE. Parte del relato de los apoderados del Colegio ‘Dagoberto Godoy’, presentado ante el Seremi de Educación Pública expresa lo siguiente:
“Nos vimos frente a un grupo de delincuentes borrachos, armados con fierros, palos y perros, increpándonos con amenazas y además haciendo uso de los extintores del establecimiento sin provocación alguna de nuestros hijos y alumnos ya que en esos momentos nuestra labor de padres fue la de llamar a carabineros para que se constatara los daños que ocurrían dentro del establecimiento de los cuales no éramos parte, ni el alumnado ni los padres de tales hechos de violencia”.
Peirano, ya en 2011, había suscrito una carta en la que formulaba ácidas críticas a la gratuidad en la educación. Preocupada de no innovar en el negocio de la educación, señalaba la ahora subsecretaria, en una de sus partes, junto a otras personas:
“Nos preocupa que nuestros líderes políticos estén pensando en extender de modo masivo, más allá de la gradualidad que pueda acordarse, una política amplia de gratuidad en la educación superior”.
Dice un refrán chileno que ‘de los arrepentidos es el reino de los cielos’. Y, como lo señala con acierto Carlos Peña, máxime cuando el cielo no es otro que el Estado. Bachelet, a través de su vocero Álvaro Elizalde, respaldó a su subsecretaria.
“Claudia Peirano es una mujer honorable que tiene más de 25 años de trayectoria trabajando por la educación […] formó parte de la comisión que elaboró el programa de gobierno de Michelle Bachelet en materia educacional, y por lo tanto, está profundamente comprometida con esta reforma […] donde la educación deje de ser un bien de consumo y sea un derecho social bajo los principios de calidad, fin al lucro, fin a la segregación y gratuidad en todos los niveles”[21].
La subsecretaria recibió, además, el respaldo de Nicolás Eyzaguirre quien, en el cónclave del nuevo gabinete, realizado en las Termas de Jahuel los días 30 y 31 de enero recién pasado, señaló que el conjunto de cargos en contra de Peirano
“[…] no fue tema de discusión […] lo que a la gente le interesa es una educación pública, de calidad, gratuita, que no discrimine y ese es el sentido de lo que vamos a hacer”[22].
Y del presidente de la Democracia Cristiana Ignacio Walker quien, dando por superado el problema, expresó lo siguiente:
“El episodio de Claudia Peirano refleja quién es quién en la Nueva Mayoría, en términos de lealtades con Michelle Bachelet. Lo más importante es que la autoridad presidencial ha salido fortalecida”[23].
¿Cómo pudo semejante personaje ser elegida para el cargo de subsecretaria de Educación? La explicación que se ha dado es su intenso trabajo en la Comisión de Educación dentro del grupo que elaboró el programa de gobierno de Michelle Bachelet. No obstante, existen otras versiones vinculadas tanto a razones sentimentales como a intereses políticos[24]. Dicen, además, relación con los intereses políticos de la DC, que no se ha sentido muy a gusto con el gabinete pero que ha quedado conforma con el nombramiento de los intendentes, donde un porcentaje alto es demócrata cristiano.
CAÍDA DE LA SUBSECRETARIA
En una declaración pública fechada el 31 de enero, el Colegio de Profesores, que hasta ese momento se había mantenido en espera de lo que podría suceder, protestó contra el nombramiento de Claudia Peirano :
“[…] desea expresar su profunda preocupación y malestar por el nombramiento de Claudia Peirano como subsecretaria de Educación del futuro gobierno. Tal designación ha generado gran desconcierto en el mundo de la educación y un clima de cuestionamientos que pudo evitarse si se hubiese considerado que la elección de las autoridades, además de cumplir con criterios como la idoneidad profesional y las capacidades políticas, especialmente debe mostrar afinidad ideológica con el programa, pues toda designación da muestras del sentido en el que se avanzará para dar cumplimiento a un determinado programa de gobierno”.
Ese mismo día, los trabajadores de la educación y los propios funcionarios del Ministerio de Educación formularon sus protestas ante el nombramiento de Peirano, anunciando movilizaciones para el 22 de marzo. Nelson Viveros, presidente de la Asociación Nacional de Funcionarios del Ministerio de Educación dijo, sobre el particular:
“Es una situación inaceptable que tiene que ser corregida. Si se insiste, vamos a tener una fuente de conflicto […] Poner a una persona que agrega situaciones que inciden en crear desconfianzas es innecesario e impropio”.
Y Alfonso Pastene, presidente de la Confederación Nacional de Trabajadores de la Educación CONATECH, indicó que el nombramiento de Peirano
“[…] va a llevar a una gran ebullición social que es lo que temíamos frente a promesas que se hicieron y no se van a cumplir […] Ella tiene evidentes conflictos de interés”[25].
Los estudiantes se habían mantenido expectantes, sin formular mayores comentarios en torno a la figura de Nicolás Eyzaguirre. Reaccionaron cuando el vaso se colmó con el nombramiento de Claudia Peirano. Y comenzaron a reunirse y a dar conferencias de prensa. La bancada parlamentaria estudiantil volvió a cobrar vida. Camila Vallejo, que había estado callada hasta ese momento, alzó la voz para pedir a Peirano que ‘aclare a la brevedad’ sus conflictos de interés. Gabriel Boric fue más categórico:
“Si el compromiso de Bachelet y la Nueva Mayoría es con gratuidad universal, fin al lucro y educación como derecho y no un negocio, Claudia Peirano no debiera asumir…”
Giorgio Jackson indicó, por su parte, que la presencia de Peirano
“[…] dificulta la realización de un diálogo conducente a la reforma educacional […] acá no se trata solo de la reacción frente a una coyuntura, sino sobre cómo se generan las confianzas. Eso no se logra solo con una declaración y será muy difícil el camino”.
Melissa Sepúlveda, presidenta de la FECH, no tuvo problemas en señalar:
“La interrogante es qué quiere realmente el gobierno. ¿Un par de transformaciones pequeñas para continuar? Nosotros no estamos dispuestos a prestarle ropa en este juego y vamos a usar las herramientas que tenemos, que son las movilizaciones”.
Y era que la situación del estudiantado ya no es la misma de hace algunos años. En primer lugar, los jóvenes no están ya desunidos entre secundarios y universitarios sino forman una comunidad que se mueve al unísono; en segundo lugar, han comenzado a entender que las luchas sociales por el respeto a sus demandas no pueden librarlas solos sino acompañados de trabajadores, mujeres, homosexuales, inmigrantes y movimientos sociales de toda índole; en tercer lugar, que son, por consiguiente, una parte de todo un país que reclama por transformaciones estructurales y exige ser tomado en cuenta. La reunión que realizaron los estudiantes el 11 de enero recién pasado fue un paso más en ese sentido, acordándose protestar en contra del cierre de colegios municipalizados, exigir la desmunicipalización de esos centros de estudio, adherir a las demandas de los trabajadores portuarios y preparar la gran conferencia estudiantil del 9 de marzo en donde determinarán el rumbo de las movilizaciones en 2014. En esos trajines se encuentran, también, trabajando la ex vocera del movimiento estudiantil secundario Eloisa González y el actual vocero Moisés Paredes.
En la Universidad Católica, la dirigencia estudiantil, que preside Naschla Aburman, cuenta con un primer vicepresidente emblemático que es Ignacio Oliva Peirano, hijo de la flamante nueva subsecretaria y de Walter Oliva, quien apoya las exigencias estudiantiles y que, ante las acusaciones en contra de la subsecretaria, no vaciló en expresar lo siguiente:
“Será la primera y última vez que hable del tema, porque no da para más. Es evidente que tenemos un vínculo (con Claudia Peirano), sin embargo hoy tenemos roles distintos. Estamos en veredas opuestas y en ese escenario no me pierdo […] Mi programa no es el de la subsecretaria, no es el del Gobierno, mi programa es el del movimiento estudiantil y ese no es otro que el de un Chile más democrático y con derechos sociales. Mi opción es por una reforma profunda a la educación”.
Contrasta la limpieza y transparencia con que los jóvenes han enfrentado sus problemas, con la actitud de algunos políticos tradicionales. Y es que una de las herencias de la dictadura que informa la cultura del chileno es el autoritarismo. Despreciar y denigrar a quien osa levantar el rostro en contra de la autoridad es uno de los rasgos que identifica a la dirigencia de la sociedad post dictatorial. Por eso, cuando los estudiantes comenzaron a reunirse y a expresar sus opiniones acerca del nuevo gabinete, las voces que llamaban a estar alerta ante un eventual ‘anarquismo’ se hicieron sentir de inmediato. Uno de ellos fue Ignacio Walker que, en su defensa de Peirano, llegó a expresar:
“Habría sido impensable que una conferencia de prensa de unos dirigentes estudiantiles, que siempre son muy respetables, terminase por derribar a una subsecretaria de Educación a 48 horas de ser nombrada, y a un mes y medio de asumir el gobierno”.
En efecto, como lo señala Fromm, para el sujeto autoritario, la verticalidad del mando está siempre por sobre los principios morales, por sobre la verdad, por sobre el interés general. La autoridad lo es todo. La versión bíblica de Abraham, que no vacila en obedecer la voz de la autoridad divina que le ordena asesinar a su propio hijo, sigue presente en la cabeza de muchos líderes políticos chilenos como el modelo ideal. Ignacio Walker es uno de ellos. No le importó saber quién había sido Peirano; no le importó lo que había hecho o había dicho. No le importó siquiera lo que de sus ideas pensaba su propio hijo: la autoridad de la presidenta electa ordenando mantenerla en el cargo pasaba a ser lo más importante.
Nada hay más cierto que ese refrán que dice: ‘La vaca nunca se acuerda cuando ha sido ternera’. Porque la amnesia puede acarrear sinsabores a quienes poco o nada recuerdan de su pasado, como lo ha hecho el ex líder estudiantil e ideólogo del academicismo (sin ser académico), el ex MAPU, José Joaquín Brunner, para quien
“[…] hay un cierto narcisismo en el movimiento estudiantil que estos días vuelve a llamar la atención, al creer que toda la historia se movía en torno exclusivamente al movimiento”[26].
Así las cosas, era dable suponer que el nombramiento de Peirano debía cesar; pero no por decisión de Bachelet cuya autoridad —a juicio de sus partidarios—debía ser protegida, sino como un acto voluntario de renuncia, hecho que se concretó, finalmente, el 04 del presente.
LA EDUCACIÓN, ¿ES EL ÚNICO PROBLEMA DENTRO DEL GABINETE BACHELETISTA?
En verdad, la reforma educacional no es lo único que puede acarrear problemas al pacto ‘Nueva Mayoría’ dentro del Gabinete bacheletista. También hay designaciones conflictivas en otros rubros que amenazan el cumplimiento de las promesas electorales de Bachelet. Lo es el caso del militante demócrata cristiano Jaime Burrows, nombrado subsecretario de Salud, de quien desconfía el llamado Movimiento por la Interrupción del Embarazo MILES.
En efecto, el programa de Bachelet contempla la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo en los casos de peligro de la vida de la madre, violación o inviabilidad del feto. Según el MILES,
“[…] este compromiso se fragiliza al recoger las declaraciones realizadas por el recién nombrado subsecretario de Salud Jaime Burrows, en momentos en que se han debatido proyectos de ley que buscan despenalizar el aborto terapéutico, un derecho que las mujeres chilenas tuvimos entre 1931 y 1989”[27].
No ocurre de manera diferente con la designación de Ignacio Moreno Fernández, militante del Partido Por la Democracia PPD, en el cargo de subsecretario de Minería. Moreno se desempeñaba como gerente de la empresa minera ‘Cerro Dominador’, de propiedad de la familia Callejas al momento de iniciarse la huelga de 44 trabajadores de la mina en diciembre del año recién pasado (2013). Las denuncias en contra suya formuladas por los trabajadores, que reclaman mejoras salariales, son de ‘prácticas antisindicales’; sostienen, además, que Moreno, en todas las oportunidades que ha debido enfrentar a los mineros, no aparece. La investigación de esas prácticas fue realizada por la empresa periodística CIPER.
Por otra parte, el subsecretario de Bienes Nacionales, Miguel Humberto Moreno García, militante del Partido Radical PR, en causa a cargo del fiscal Félix Rojas y seguida ante el magistrado Sergio Córdova, fue condenado
“[…] a sufrir la pena de una unidad tributaria mensual y costas, que se fija en un 10% de la multa impuesta, como autor de la falta de ofensas al pudor”.
La causa se originó cuando Moreno tomó las nalgas a una mujer en el momento en que descendía del Metro de Santiago, y aprovechando la hora de mayor congestión[28], siendo sorprendido en el acto.
Por su lado, el subsecretario de Agricultura, Hugo Lara Torres, de filiación demócrata cristiana, enfrenta una querella por estafa y apropiación indebida ante el 11° Juzgado de Garantía de Santiago.
Finalmente, el diputado del Partido Comunista Hugo Gutiérrez ha denunciado las malas prácticas en que incurriera el nuevo Intendente de la Región de Tarapacá Mitchel Cartes, del Partido Socialista, con dos sumarios en curso por mal uso de los recursos públicos en la Dirección de Vialidad regional[29] y amenaza entablar acciones judiciales en su contra.
EXTRACCIÓN DE CLASE DEL ACTUAL GABINETE.
La generalidad de los miembros del gabinete bacheletista —y esto vale, también, para los subsecretarios— proviene de los sectores dominados. Esto quiere decir que, si los analizamos desde el punto de vista de la estructura de la sociedad, pertenecen al segmento de los vendedores de fuerza o capacidad de trabajo; con las salvedades que se señalarán a continuación. Y es que las clases sociales no se determinan estructuralmente sino en la práctica política. Por eso, cuando intentamos determinar cuál es la naturaleza social de estos sujetos, nos encontramos que no se trata de cualquier vendedor de fuerza o capacidad de trabajo sino de un grupo de individuos trepadores, cuyo desempeño laboral se realiza, preferencialmente, en el ámbito de la empresa o servicio público y, dentro de éste, en el escalafón de las rentas elevadas. Conforman así lo que Nicos Poulantzas denominaba ‘élites’ y que nosotros hemos preferido considerar como una fracción de la clase dominante cuya función es la administración del Estado. Como lo son los gerentes de las empresas privadas o los capataces en los sectores agrícolas. Su extracción es de clase dominada, pero su práctica política los incluye en el sector dominante de la sociedad. En suma, son clase dominante y expresión de la misma. Aunque provengan de los sectores más humildes de la sociedad. Por lo mismo, no debe sorprender que, a poco de tomar el gobierno de la nación comiencen a presionar por conseguir trabajos de alta dirección para ellos mismos y/o para sus familiares, parejas o amigos. El hecho o circunstancia que una persona reúna las condiciones ‘académicas’ para ejercer determinado cargo, en un país en donde abundan los ‘académicos’, no explica que el cargo de subsecretaria de Turismo haya recaído en Javiera Montes; pero sí es un hecho sintomático que la agraciada sea hija del senador Carlos Montes, íntimo amigo de Bachelet, situación que se repite respecto de la subsecretaria de Economía Kathya Trusich, pareja de Felipe Harboe, también am igo de la presidenta electa. Por lo mismo, no debe sorprender que pronto asuma en el Segundo Piso de La Moneda el hijo del senador Jorge Pizarro, también incondicional de Bachelet. Son ‘pizarristas’ Ricardo Cifuentes, designado Subsecretario de Desarrollo Regional y Hugo Lara, Subsecretario de Agricultura, procesado por el delito de estafa y apropiación indebida, según ya se ha expresado. Por nombrar solamente a algunos.
Constituye una excepción a lo expresado anteriormente la presencia en el Ministerio de Energía de Máximo Pacheco Matte, ex militante del MAPU e hijo de quien fuera ministro de Educación de Eduardo Frei Montalva Máximo Pacheco Gómez. El flamante nuevo ministro fue Gerente del Banco Edwards en plena dictadura y ocupó numerosos otros cargos empresariales. Se siente orgulloso de pertenecer a una familia empresaria y, evitando cuidadosamente aludir al nombre de su padre, expresa:
“Yo soy Máximo Pacheco Matte, mi madre es Adriana Matte Alessandri, mi bisabuelo es Arturo Alessandri Palma, y tenemos obviamente una relación sanguínea, de la cual como buen hijo de mi madre me siento muy orgulloso”[30].
PREGUNTA: ¿PODRÁN HACERSE LOS CAMBIOS PROMETIDOS?
Con certeza, sí. Primero: no hay que ser ingenuos. El programa no se preparó a espaldas del empresariado, sino con activa participación de éste. Segundo: hay señales positivas de parte de ese sector en el sentido que podrá avanzarse en algunos cambios. Pero ello podrá hacerse sin introducir transformaciones estructurales a la forma de extracción de plusvalor estatuida por la dictadura. Así, por ejemplo, el problema de la rentabilidad negativa que presentan en algunas ocasiones las AFP está en vías de solución y las directivas de esas organizaciones están, ahora, dispuestas a introducir reformas que permitan compensar esos altibajos del mercado y proteger con mayor propiedad los ahorros de los cotizantes. Si bien, la primera de esas instituciones en proponer tales medidas ha sido la AFP Habitat, en las demás hay interés en adoptar otras similares[31]. No ocurre de manera diferente con las ISAPRES que también han manifestado su buena voluntad en introducir reformas al sistema de salud y dar una mayor protección a los usuarios del sistema.
El propio presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio CPC Andrés Santa Cruz ha señalado:
“Sin duda, hay que hacer cambios a la Constitución. Pero estos están radicados en el sistema electoral, los partidos políticos y un par de colgajos más”[32].
Sin embargo, no hay que olvidar un hecho relevante: existen principios de acuerdo entre las alianzas políticas más relevantes acerca de cómo hacer más efectiva la libre competencia. Esos acercamientos comenzaron el 9 de diciembre del recién pasado año, en un desayuno organizado por la empresa ‘FyK Consultores’ al que asistieron representantes de los Comandos de Evelyn Matthei y Michelle Bachelet, con el fin de pronunciarse sobre algunos temas relativos al desempeño de la libre competencia[33]. Si bien ambas posiciones no fueron enteramente acordes, puede decirse que las partes estuvieron contestes en mantener el sistema y perfeccionarlo[34].
La reforma tributaria no es resistida por el empresariado, sino existe voluntad para avanzar en esa dirección. Y es que dicho estamento no es la ‘derecha’ que representa la dirigencia de la UDI y RN; no por algo se ha descolgado de ellos el Movimiento ‘Amplitud’ que refleja con mayor propiedad el espíritu siempre renovador de las clases dominantes que deben estar activas para poder dominar. Sin embargo, la razón última es que el empresariado parece haber comprendido que el pacto ‘Nueva Mayoría’ puede representar real y efectivamente sus intereses y avanzar en los cambios sociales que el sistema necesita para perpetuarse. La composición del gabinete bacheletista así parece indicarlo. Cambios habrá, pero serán orientados en torno a perfeccionar el funcionamiento de un sistema que ha permitido, como se acostumbra a señalar, ‘el desarrollo de Chile’. Y, como se acostumbra a hacer en estos casos, no habrá mención alguna a las generaciones que han sido aplastadas para que ese ‘desarrollo’ sea posible.
De si existe posibilidad que la coalición —o pacto electoral, como quiera llamársele— ‘Nueva Mayoría’ termine desangrada, organizándose una fuerza ‘bacheletista’ en su interior, al igual que ha sucedido durante el gobierno de Piñera con la creación de una vertiente ‘piñerista’ dentro de la Alianza Por Chile, es algo que sólo el tiempo podrá dilucidar.
Santiago, febrero de 2014
Noats:
[1] Vega, Macarena: “Nueva Mayoría evita hablar de ‘coalición’ y opta por ‘acuerdo político y programático’”, ‘El Mercurio’, 07 de enero de 2014, pág. C-2.
[2] Redacción: “Los tres nombres para Interior que le presentó el PS a Bachelet”, ‘El Mostrador’, 21 de enero de 2014.
[3] Redacción: “Y no sonaron los teléfonos de Escalona ni de Solari”, ‘El Mostrador’, 25 de enero de 2014.
[4] Redacción: “Mirko Macari analiza el Gabinete de Bachelet: el poder soy yo”, ‘El Mostrador’, 25 de enero de 2014.
[5] Redacción: “Directiva comunal del PS Providencia ofrece cupos en nuevos Ministerios”, ‘El Mostrador’, 28 de enero de 2014.
[6] Editorial: “La semana política”, ‘El Mercurio’, 26 de enero de 2014, pág. A-3.
[7] García-Huidobro, Joaquín: “El piñerismo de Bachelet”, ‘El Mercurio’, 26 de enero de 2014, pág. D-13.
[8] Peña, Carlos: “El gabinete de los conversos”, ‘El Mercurio’, 26 de enero de 2014, página D-13.
[9] Peña, Carlos: Id. (8).
[10] Redacción: “Reacción de empresarios y trabajadores”, ‘El Mercurio’, 25 de enero de 2014, pág. B-3. Véase, también titular del cuerpo ‘Economía y Negocios’ del mismo día, en el mismo periódico, intitulado “Gremios empresariales y académicos reciben nuevo gabinete con tranquilidad y confianza”.
[11] Redacción: Id. (10).
[12] Redacción: Id. (10).
[13] Redacción: Id. (10).
[14] Editorial: Id. (6).
[15] Castañeda, Lina: “Académicos hacen positiva evaluación […]”, ‘El Mercurio’, 25 de enero de 2014, pág. B-3.
[16] Carta a ‘El Mercurio’, de fecha 26 de enero de 2014, pág. A-2.
[17] Brunner, José Joaquín: “Asuntos clave para comenzar”, ‘El Mercurio’, 26 deenero de 2014, pág. A-12.
[18] Redacción: Id. (10).
[19] Cable de Agencia UPI: “Gajardo por nominación de Eyzaguirre afirma que seguirán movilizaciones por demandas urgentes”, ‘El Mostrador’, 25 de enero de 2014.
[20] Entrevista a Naschla Aburman: “El primer café”, Radio Cooperativa, 29 de enero de 2014.
[21] Franco, R., Toro, M. y Contreras, F.: “Vocero de Bachelet respalda a Peirano ante críticas de los estudiantes y de Nueva Mayoría”, ‘El Mercurio’, 31 de enero de 2014, pág. C-6.
[22] Contreras, F., Vega, M. y Vega, B: “Eyzaguirre respoalda a Peirano y destaca su ‘compromiso programático’”, ‘El Mercurio’, 01 de febrero de 2014, pág. C-9.
[23] Contreras Avendaño, Felipe: “El episodio de Claudia Peirano refleja quién es quién en la Nueva Mayoría […]”, ‘El Mercurio’, 02 de febrero de 2014, pág. C-7.
[24] Las relaciones personales tienen, también, cierta importancia en las decisiones políticas. Rincón ha sido férrea opositora del presidente de la DC Patricio Walker y es un hecho conocido que Mariana Aylwin (otra sostenedora y amiga del lucro) insistió majaderamente ante él para que se nombrara a la Peirano en el cargo. De esa manera, conjuraba dos problemas: por una parte, ponía en jaque los intereses políticos de Ximena Rincón cuya pareja actual es Walter Oliva, ex marido de aquella; por otra, evitaba el nombramiento en ese cargo de un miembro del partido Comunista que había propuesto a una persona de apellido Barraza.
[25] Redacción: “Confederación de Trabajadores de la Educación: ‘Esto va a llevar a una ebullición social […]’”, ‘El Mostrador’, 31 de enero de 2014.
[26] Redacción: “Brunner califica de ‘narcisista’ al movimiento estudiantil […]”, ‘El Mostrador’, 01 de febrero de 2014.
[27] Redacción: “Movimiento Por la Interrupción del Embarazo preocupado por la designación de Jaime Burrows […]”, ‘El Mostrador’, 01 de febrero de 2014.
[28] Labrin, S. y Faúndez, G.: “Futuro subsecretario de Bienes Nacionales enfrentó causa en 2011 por ofensas al pudor”, ‘La Tercera’, edición digital, 04.02.14.
[29] Gutiérrez, Hugo: “Nuevo intendente de Tarapacá: la probidad es lo primero”, ‘El Mostrador’, 04 de febrero de 2014.
[30] Ibarra, V., Obregón, P y Ramírez, V.: “Ministro de Energía y Minería del próximo gobierno entregan sus primeras definiciones”, ‘El Mercurio’, 26 de enero de 2014, pág. B-6.
[31] Arroyo, Cecilia: “Asociación de AFP está dispuesta a revisar la idea de compensar por rentabilidad negativa”, ‘El Mercurio’, 21 de enero de 2014, pág. B-2.
[32] Ibarra, Valeria: “No creo que la presidenta Bachelet vaya a hacer cosas refundacionales o antisistema”, ‘El Mercurio’, 02 de febrero de 2014, pág. B-4.
[33] Las personas que asistieron a ese encuentro fueron Javier Veloso, miembro del estudio ‘Aninat Scwencke & Cía’, y ex ministro del Tribunal de la Libre Competencia TDLC (lo hizo en representación de ‘Nueva Mayoría’), y Natalia González, que representó a la ‘Alianza Por Chile’.
[34] Tapia Balmaceda, María José: “Comando proponen inhabilitar a personas que atenten contra la libre competencia”, ‘El Mercurio’, 10 de diciembre de 2013, pág. B-2.
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