Alfonso Baeza, un verdadero Cura de los pobres
por Rafael Luis Gumucio Rivas (Chile)
11 años atrás 4 min lectura
El Padre Baeza era chico, rechoncho y con cara de pueblo, todo lo contrario de los pastores de “vacas gordas”, que visten sotanas de lujo y perfectamente planchadas por la servidumbre o por monjas serviles. A través de la historia se ha podido constatar la existencia de una Iglesia católica ramera de los ricos y otra, como la de Alfonso Baeza, Esteban Gumucio, Mariano Puga, José Aldunate, Felipe Berríos, y otros menos conocidos, que han dedicado su vida a la misión evangélica y a vivir entre los pobres y, sobre todo al servicio de la justicia social y de los derechos humanos.
Baeza se caracterizaba por traer a lo cotidiano la idea sencilla de que el cristianismo, en su mensaje de igualdad entre los hombres, sólo puede desarrollarse en plenitud en medio de los pobres, a imitación profunda de su Maestro.
En un Chile actual, consagrado al dios del dinero, y en una Iglesia que anda más preocupada de los genitales, tanto masculinos, como femeninos, de combatir con todo su poder el matrimonio igualitario, de condenar más que acoger a los seres humanos, de atesorar riquezas e, incluso, vivir en la opulencia, un cura como Alfonso Baeza, que rompe esquemas y consagra su vida a los pobres y a los trabajadores, no pega mucho un mundo en que lo único importante es el éxito y el dinero de unos pocos, sobre la mayoría, que vive en condiciones indignas.
Baeza murió como a la mayoría de nosotros nos gustaría “pasar al otro mundo”, durante el sueño y sin siquiera darnos cuenta. Recuerdo cuando acompañamos a enterrar a un buen amigo mío, Nelson Souci, y recorríamos con Baeza y otros amigos el Cementerio General con el objetivo, además, de visitar las tumbas de nuestros parientes, él, con toda sencillez, nos mostró la de sus padres y hoy, se encuentra entre los suyos, que le han precedido.
La Iglesia de Alfonso Baeza estuvo inspirada en Juan XXIII y la doctrina del Concilio Vaticano II, como también en las Conferencias Episcopales de Medellín y Puebla, que trazaron una verdadera opción por los pobres y los derechos humanos. En Chile fue la Iglesia del Cardenal Raúl Silva Enríquez que, en plena dictadura, se constituyó en “la voz de los sin voz”, y Baeza fue una persona fundamental no sólo en la defensa de los perseguidos por la tiranía, sino también en el compromiso del cristianismo con los trabajadores en la promoción de sus derechos y de su dignidad.
Hoy es más difícil encontrar en la Iglesia católica a curas que viven con los pobres y que se transforman en uno de ellos, aun cuando por origen familiar hayan pertenecido a la burguesía o a la aristocracia. Tuve la suerte de ser testigo de esta identificación de algunos hombres consagrados en verdaderos pobres, por ejemplo, en el caso del tío Estaban Gumucio, que es muy similar al de Alfonso Baeza; recuerdo que cuando Esteban visitaba mi casa “olía a pobre” lo cual, a la larga, constituye una esperanza de que al fin Cristo pertenezca a los pobres y se identifique con ellos, y no lo conviertan en un “ginecólogo”, cuya única misión sea la del vigilar y condenar el actuar de la gente en su vida sexual, sin tener en cuenta que los verdaderos pecados son la avaricia, la codicia, la soberbia, el robo de los bienes y del esfuerzo de los trabajadores y, en general, de todos los pobres del campo y la ciudad.
El evangelio de Baeza no se basa en “Sodoma y Gomorra”, como ocurre con ciertos derechistas, sino en la práctica de las Bienaventuranzas, la parábola del joven rico, la del Buen Samaritano, la del rico Epulón y Lázaro, y otras enseñanzas de Jesús sobre la igualdad, fraternidad y solidaridad entre los hombres.
Voltaire, buen alumno de los Jesuitas, pensaba que la religión podría ser muy útil para mantener a los campesinos y pobres bajo el dominio de una minoría, la que debería manejar a una mayoría de ignorantes y miserables, pero sacerdotes como Alfonso Baeza, y tantos otros consagrados y laicos que viven entre los pobres, desmienten esta cínica visión de este filósofo, del Siglo de las Luces, que anticipaba la concepción de la religión como “opio del pueblo”, de Karl Marx.
07/12/2013
Artículos Relacionados
La empresa de semillas de la familia Von Baer
por Medios (Chile)
14 años atrás 6 min lectura
Chile vota en contra de la Kastitución
por Andrés Kogan Valderrama (Chile)
1 año atrás 4 min lectura
Lucha de visiones de desarrollo en el sur de Chile
por Marcel Claude (Oceana - Chile)
20 años atrás 4 min lectura
Mujeres en movimiento
por Raúl Zibechi (Uruguay)
8 años atrás 5 min lectura
Nuevo sindicalismo y movilización
por Juan Pablo Cárdenas (Chile)
13 años atrás 5 min lectura
En Pascua de Resurrección: Saludos a nuestras hermanas y hermanos Detenidos Desaparecidos
por piensaChile
41 segundos atrás
20 de abril de 2025
Ahí, debajo de la tierra,
no estas dormido, hermano, compañero.
Tu corazón oye brotar la primavera
que, como tú, soplando irá en los vientos.
Maldivas ratifica prohibición de entrada al país de israelíes
por Prensa Latina (Malé, Islas Maldivas)
1 día atrás
18 de abril de 2025
El Gobierno de Maldivas reafirmó su firme solidaridad con la causa palestina y su firme compromiso con la promoción y protección de los derechos del pueblo palestino, indicó la fuente oficial.
Maldivas ratifica prohibición de entrada al país de israelíes
por Prensa Latina (Malé, Islas Maldivas)
1 día atrás
18 de abril de 2025
El Gobierno de Maldivas reafirmó su firme solidaridad con la causa palestina y su firme compromiso con la promoción y protección de los derechos del pueblo palestino, indicó la fuente oficial.
El nuevo negocio de Israel: acarrear turistas, por US$ 800, para que vean la destrucción de Gaza
por Resumen Latinoamericano Contrainformación
4 días atrás
15 de abril de 2025 En la Palestina ocupada la perversidad, el sadismo y la criminalidad van de la mano de sus ejecutores… los sionistas. Pruebas al canto: …