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La inédita concentración horizontal de medios de Álvaro Saieh que supera los estándares del mundo desarrollado

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3 de Agosto de 2013

Álvaro Saieh Bendeck ingresó este año al ranking de billonarios de la revista Forbes como el sexto empresario más rico de Chile y el número 458 a nivel mundial.

Tiene intereses en el sector financiero con CorpBanca, que entró al mercado colombiano, Corpvida y Corpseguros. En el retail es dueño de SMU, Unimarc, Telemercados, Construmart, entre otros. Está presente en el negocio inmobiliario con centros comerciales como el ex Panorámico y el Mall del Centro, y hotelero (Hyatt en Chile y Four Seasons en Argentina y Uruguay). Otro de sus activos es el 20 % de VTR.

Como pocos, ha entendido el poder de la influencia y el papel de los medios de comunicación en la construcción de la realidad social y política. Quienes lo conocen recuerdan haberlo escuchado decir que si José Yuraszeck, uno de los protagonistas que salió más trasquilado del Caso Chispas en los 90, hubiese tenido un medio no habría sido maltratado como lo fue.

El origen de su interés se asocia a la discriminación que sufrió de parte del empresariado más tradicional del país. “No heredó una fortuna, empezó a hacer la suya desde abajo. Hay un tema con la discriminación por su origen árabe. Algo que le ha pasado a otros empresarios también. Les decían turcos, así de evidente”, sostiene un ejecutivo que ha trabajado para él.

En 2010 Saieh dio los pasos definitivos para consolidar su imperio y terminar por tener lo que se llama “propiedad cruzada” en el negocio de los medios. En enero compró el 20 % de VTR. En julio, el Canal 22 en la televisión abierta, que comenzará sus transmisiones próximamente bajo el nombre de 3tv. Y en septiembre de ese año el directorio de Copesa decidió inscribir bajo su alero la Fundación Centro de Investigación Periodístico, Ciper, que realiza periodismo de investigación. De esta forma, selló su presencia en todas las plataformas mediáticas: digital, impresa, radial y televisiva. “Es una red de protección. Él considera que protege sus negocios con los medios de comunicación. Ahora que ha tenido problemas en SMU los diarios no se atreven a publicar toda la información”, señala una fuente empresarial.

“En Chile las familias tradicionales tratan que no entren nuevos miembros al club. Este un país segregado hasta en los ricos. A Saieh le ha costado entrar al salón de los ricos-ricos. Históricamente, la elite se ha protegido con los medios y él considera que a los ricos tradicionales los protege El Mercurio. Como Saieh era un aparecido se protegió con sus propios medios”, cuenta una fuente del mundo empresarial.

Saieh es propietario del 83,3 % de Copesa. A estas alturas, el mayor grupo mediático chileno. Agrupa a los diarios La Tercera, La Cuarta, Pulso, Diario Concepción, las revistas Qué Pasa, Paula, Hola. Y seis radios —Carolina, Zero, Beethoven, Paula, Duna y Disney— bajo el alero del Grupo Dial.

En el último tiempo ha habido cambios en el organigrama de Copesa. La gerencia general quedó a cargo de Álvaro Caviedes, presidente de la Asociación Nacional de la Prensa, luego de la salida de Max Sichel por malos resultados en los últimos dos años. Jorge Andrés, el hijo del magnate, es el presidente de Copesa y tiene férreo control del área de gestión, mientras que su hermana Catalina es la vicepresidenta desde 2012.

Durante dos años (2006-08) Catalina fue editora adjunta del suplemento de Cultura de La Tercera y su influencia ha ido creciendo en el tema de los contenidos. Marco Antonio González, quien en 2007 dejó la fundación Jaime Guzmán y llegó como editor adjunto de Negocios, hoy es secretario general de Copesa y ejerce control editorial sobre todos los medios del grupo. González fue ayudante de Jaime Guzmán en la UC y es profesor de la Universidad de los Andes, vinculada al Opus Dei.

Una instancia de La Tercera que ya se ha vuelto conocida y va cambiando de composición con los años es el consejo editorial, el cual se reúne los viernes y en el que participan diversos representantes del mundo político y empresarial. Entre quienes integran el consejo este año están Jovino Novoa (UDI); Patricio Melero (UDI); Alberto Cardemil (RN); el ex presidente de la CPC y miembro del Comando de Andrés Velasco, Rafael Guilisasti; el jefe del departamento de estudios de CorpBanca, Álvaro Donoso; el abogado Darío Calderón; Ricardo Lagos Weber (PPD); Jorge Burgos (DC); Carlos Ominami (PRO); y los ex MAPU Oscar Guillermo Garretón y Enrique Correa, este último ex ministro y presidente de la empresa de comunicación y lobby Imaginacción Consultores.

En 2010 Saieh dio los pasos definitivos para consolidar su imperio y terminar por tener lo que se llama “propiedad cruzada” en el negocio de los medios. En enero compró el 20 % de VTR. En julio, el Canal 22 en la televisión abierta, que comenzará sus transmisiones próximamente bajo el nombre de 3tv. Y en septiembre de ese año el directorio de Copesa decidió inscribir bajo su alero la Fundación Centro de Investigación Periodístico, Ciper, que realiza periodismo de investigación. De esta forma, selló su presencia en todas las plataformas mediáticas: digital, impresa, radial y televisiva.

“Es una red de protección. Él considera que protege sus negocios con los medios de comunicación. Ahora que ha tenido problemas en SMU los diarios no se atreven a publicar toda la información”, señala una fuente empresarial. El caso SMU remeció al mercado la semana pasada con la renuncia del abogado Fernando Barros al directorio de la empresa, lanzando fuertes acusaciones contra el controlador.

Todo, al amparo de la ley chilena que no contempla ninguna limitación para la concentración mediática en torno a una persona natural o jurídica.

PARAÍSO DE LA CONCENTRACIÓN MEDIÁTICA

El debate sobre la concentración mediática a nivel mundial es un tema activo y ha quedado plasmado en las legislaciones sobre medios de comunicación de diferentes países. Un precedente se encuentra en el Programa Internacional para el Desarrollo de la Comunicación de la Unesco del año 2008. En él se esbozan recomendaciones para los gobiernos.

“Pueden adoptar reglas tendientes a limitar la influencia que puede ejercer un individuo, una familia, compañía o grupo en uno o más sectores mediáticos, y a asegurar un número suficiente de opciones mediáticas diversas. (…) Tales reglas podrán tomar en cuenta, tanto la integración horizontal (fusiones dentro de una misma rama de actividad) como la vertical (control por una persona, compañía o grupo de elementos clave de los procesos de producción y distribución, y de actividades relacionadas como la publicidad)”.

En enero del 2010 se anunció el ingreso de Chile a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Aunque no se exige un estándar de regulación mediática para el ingreso, la mayoría de los países miembros regula la concentración de propiedad de los medios de comunicación. Chile, el primer miembro sudamericano de la OCDE, se sumó al reducido número de países de esa organización —cuatro de los 26 sobre los que hay información en OCDE Communications Outlook 2009— cuya ley de medios no contiene disposiciones específicas para limitar la concentración mediática.

Un trabajo revelador sobre la precariedad de la ley chilena y las falencias que existen respecto de la concentración mediática se publicó hace dos años en la Revista de Derecho Público, de la Universidad de Chile. El autor es el abogado y profesor investigador del Instituto de Estudios del Desarrollo de la Universidad de Sussex, Inglaterra, Carlos Fortín. En él se analiza en profundidad las teorías en torno al derecho a la información, así como las leyes de Chile, Inglaterra, Francia y Estados Unidos.

Por ejemplo, en Francia existe la regla “dos de cuatro”, que impide a una persona o sociedad controlar más de dos áreas de medios; televisión terrestre, televisión por cable, radios o periódicos. Saieh está en todas.

Estados Unidos impide la propiedad cruzada de diarios y estaciones de radio o canales de televisión, así como también la propiedad conjunta de radios o canal de TV y de un diario.

En Inglaterra la ley prohíbe a los dueños de diarios que circulan en todo el país tener “una licencia de televisión nacional si controlan un 20 % o más de la circulación nacional de diarios; y que los dueños de diarios locales tengan una licencia de televisión local si controlan el 20 % o más de la circulación local”, explica Fortín en su trabajo.

Las carencias de nuestra legislación quedan en evidencia ya que en la Ley 19.733 —sobre libertades de opinión e información y ejercicio del periodismo— no existe ningún impedimento para que una persona, grupo o consorcio tenga propiedad cruzada de medios. Éste es el caso de Saieh.

En uno de sus últimos artículos, el 38, se encuentra la única reglamentación. Ahí se establece que “cualquier hecho o acto relevante relativo a la modificación o cambio en la propiedad o control de un medio de comunicación social deberá ser informado a la Fiscalía Nacional Económica”. Si el informe es desfavorable esta última entidad lo envía al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia. Eso es todo.

Carlos Fortín sostiene en su trabajo que “Chile no dispone de una normativa específica para asegurar el pluralismo en los medios de comunicación. El ingreso del país a la OCDE en enero de 2010 en alguna medida reabre la cuestión de la procedencia de incorporar dicha normativa; uno de los principales argumentos a favor del ingreso fue que daba la posibilidad para Chile de adecuar y modernizar su legislación, (…), con miras a alcanzar sus más altos estándares internacionales en estas materias”. Algo que no ha ocurrido aún.

LA PANTALLA DEL ZAR

El 2010 fue un año de televisión para Saieh. En menos de siete meses adquirió el 20 % de VTR que pertenecía a Cristalerías de Chile en US$ 340 millones y el canal Más 22 en una transacción por US$ 2,5 millones.

El empresario volvía así a controlar una estación que ya había sido suya en 2002. Bajo el nombre de Andrés Bello Televisión (ABT) intentó, sin éxito, hacer “televisión universitaria” y consolidarse como una opción alternativa. El proyecto fracasó a los tres años de haber comenzado. La televisión ha sido una de sus obsesiones; antes ya había tenido un fracaso como propietario de La Red, donde se entrampó por más de seis años obteniendo pésimos resultados de audiencia y económicos.

Durante el último tiempo se ha estado cocinando el nuevo canal de televisión que debutará próximamente. La estación 3tv, de Copesa, ha fichado a una serie de nombres con experiencia en la pantalla. Es el caso del ex editor de contenidos de Chilevisión y ex editor de Tolerancia Cero, Alberto Luengo, que se sumará como director de prensa. Otros rostros son Javiera Contador, ex conductora del matinal “Mucho Gusto” de Mega; Marlén Eguiguren, ex CNN, y Francisco Sagredo desde TVN. Desde Radio Zero, propiedad de Saieh, llegan los periodistas Iván Guerrero, Werne Núñez y Juan Carlos Fau.

Sobre la apuesta del nuevo canal, Jorge Andrés Saieh se refirió en la revista del Consejo Nacional de la Televisión (CNTV), en mayo de este año. “Creemos que la plataforma de televisión abierta y televisión digital genera oportunidades interesantes para realizar proyectos que además de innovadores tengan un sentido más amplio de contenidos y que permitan que las audiencias puedan recibir productos distintos, pero por sobre todo relevantes desde la perspectiva informativa, noticiosa y generadora de opinión y de influencia”, dice en la entrevista.

En la misma, el Presidente de Copesa sostiene que además del Canal 22 en Santiago, el holding adquirió frecuencias en la V, VIII y IX región. “Para complementar nuestra red de televisión abierta, con lo que cubriremos más del 60 % de la población urbana del país”, afirma.

Uno de los puntos centrales de la Mesa de Ciudadanía y TV Digital, organización ciudadana creada para levantar propuestas para el proyecto de ley de televisión digital, es evitar la concentración de las concesiones televisivas. “La virtud de la digitalización es que se liberan espectros”, cuenta Patricia Peña, una de las voceras de la mesa y docente del Instituto de la Comunicación e Imagen (ICEI) de la Universidad de Chile. “La concesión que tiene el grupo Copesa le estaría dando el derecho de pasar a la digitalización. Es uno de los temas que se está discutiendo actualmente. Es un tema puntual por la concentración de medios, porque si quienes ya tienen concesión tienen derecho preferente con la nueva ley, van a ser los mismos actores que existen hoy”, explica Peña.

CIPER, EL ÚLTIMO DE UNA LARGA LISTA

 

El jueves 2 de septiembre del 2010 el directorio de Copesa se reunió, a las 9 AM, en el sector de Nueva Las Condes, donde están las oficinas de Corpgroup. En el piso 24, Jorge Andrés Saieh, presidente de Copesa, dio inicio a la sesión, en la que estaban presentes otros tres miembros del directorio. Hernán Büchi, ex ministro de Hacienda de Augusto Pinochet y ex candidato presidencial del sector; Ignacio González Martínez —director de CorpBanca entre 2007 y 2009, además de director de Enjoy desde 2010— y Ana Beatriz Holuigue Barros, presidenta del Grupo Dial, miembro del directorio de CorpBanca, casada con el empresario Felipe Lamarca. También estaba el ex gerente general de Copesa, Max Sichel, quien fue director de SMU hasta 2012.

En la ocasión el único hijo hombre de Saieh expresó que debían crear una fundación de derecho privado sin fines de lucro llamada “Fundación Centro de Investigación Periodística”, Ciper, y repartió un borrador con los estatutos que fue aprobado por unanimidad. El 24 de septiembre se constituyó Ciper ante notario y seis meses después el ministerio de Justicia le concedió la personalidad jurídica. El prestigioso Centro de Investigación Periodística se sumaba así a la gran familia Copesa.

DIRECTORIO: SALE EYZAGUIRRE, ENTRA MARSHALL
El directorio de Ciper se conforma por siete miembros que deben ser ratificados en abril de cada año por “el fundador”, es decir, Copesa. Dos de ellos son nombrados por el Consorcio sin ningún requisito en particular. Los cinco restantes tienen que ser o haber sido miembros de la Asociación Nacional de Prensa (ANP); director de una escuela de periodismo; ministros de Estado; recibido el premio nacional de periodismo; integrar el Consejo de Ética de los Medios de Comunicación; ser académico de una universidad de prestigio nacional o internacional; director de un diario de circulación nacional o regional.

En apariencia Saieh sólo tiene dos cupos, pero al revisar los nombres del directorio queda en evidencia que de los siete miembro tres son cercanos al empresario.

El directorio de Ciper está compuesto por la destacada periodista Mónica González, presidenta y directora del centro de investigación; Carlos Peña, rector de la UDP; Rosental Calmon Alves, presidente del Centro Knight para el periodismo de investigación para las Américas; y Nicolás Eyzaguirre, ex ministro de Hacienda en el gobierno de Ricardo Lagos. Eyzaguirre renunció cuando asumió como presidente del directorio de Canal 13, en julio de 2012. Se incorporó entonces Jorge Marshall Ribera (PPD), ex Mapu, ex ministro de Economía en el gobierno de Patricio Aylwin y ex consejero del Banco Central.

Los tres nombres restantes son cercanos a Álvaro Saieh. Jorge Valenzuela Sepúlveda, ex gerente de administración y finanzas de Copesa, quien fue reemplazado por Max Sichel, gerente general de Copesa hasta julio de este año. Tras su renuncia  el cupo de Copesa quedó vacante.

El segundo escaño lo ocupa Ricardo Avello Ávila, gerente corporativo de estudios y negocios de Copesa, quien se desempeñó como gerente general de diario Pulso y revista Qué Pasa.

El tercero es Álvaro Caviedes Barahona en su calidad de miembro de la Asociación Nacional de Prensa (ANP). Caviedes asumió la gerencia general de Copesa en junio reemplazando a Max Sichel. Antes había sido gerente corporativo legal del consorcio y del Grupo Dial.

El centro de investigación comenzó en 2007, luego del cierre del Diario Siete, que Saieh había adquirido al DC Genaro Arriagada. Desde entonces se financió con distintas donaciones. María Olivia Mönckeberg, Premio Nacional de Periodismo, en su libro Los Magnates de la prensa (Debate, 2008) se refiere a este medio y la relación con Saieh.

“Junto a un equipo profesional Ciper desarrolló una interesante experiencia de periodismo de investigación en el devastado medio chileno, lo que lo ha hecho acreedor de significativos galardones como el premio Nuevo Periodismo 2007 (…). Aunque se define como medio independiente, hasta ahora sus pautas han apuntado más bien a casos específicos, o a temas que no rozan los intereses de Álvaro Saieh y sus cercanos. No ha publicado tampoco grandes temas que pongan en tela de juicio las aristas del poder económico o del sistema comunicacional imperante”, sentencia Mönckeberg.

Ciper se constituyó como Fundación con un patrimonio de un millón de pesos que aportó Copesa. En caso de que se disuelva, sus bienes pasarán a “Fundación CorpGroup Centro Cultural”, de Álvaro Saieh, y si ésta no existiese irían a la “Fundación Las Rosas”.

*Fuente: El Mostrador

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