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Hay una brecha entre la casta en el poder y la sociedad civil

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Asistimos a un despertar de los movimientos sociales, fenómeno mundial y que ha influido notoriamente en Chile,  en distintas capas de la sociedad civil. A diferencia del pasado, estas manifestaciones no corresponden a respuestas de clase, sino que se amplían a sectores ecologistas, estudiantiles y mapuches, entre otros. Desde las capas medias hasta las más pobres, es todo un tejido social respondiendo  a distintos desafíos, como la defensa de la Patagonia – HidroAysén – la educación pública – los estudiantes – el rechazo a la marginación y el abuso judicial contra el pueblo mapuche.

En cada caso se constata la enorme fosa existente entre la sociedad civil y la clase política, hoy convertida en casta, mafia, o como se quiera llamar. En el caso chileno los  políticos, atónitos ante la fuerza de las manifestaciones, sólo atinan a resucitar la torpe democracia de los acuerdos; como bien dice un vocero de los estudiantes secundarios, “el poder reside en la sociedad, en los ciudadanos y no en los representantes, que tendrían que limitarse a cumplir el mandato de quienes los eligieron”. Cuando esto ocurre al revés y los elegidos sólo sirven a sus intereses, la política se transforma en un marasmo.

Estos movimientos sociales, al contrario de lo que superficialmente se puede creer debido a la crítica al poder y a los partidos, son los que colocan a la política en su verdadero papel, relevando los problemas fundamentales de la sociedad, como son una educación pública gratuita y de calidad, una matriz energética limpia y respetuosa del medio ambiente y una participación de los pueblos originarios respetando su identidad histórica y cultural.

Siempre guardo en mi retina esa escena en que Carlos Larraín y Yasna Provoste tomados de la mano celebraban el Acuerdo para Ley General de Educación, que fue una verdadera cachetada de la casta política al rostro de los estudiantes y a la comunidad educativa. Desde la traición a los postulados de la llamada “rebelión de los pingüinos, profesores y estudiantes, tanto de las universidades fiscales, como de los colegios municipales, no le creen nada a los políticos.

En la educación superior muchas universidades privadas, orientadas exclusivamente por el lucro, se compran y se venden, con alumnos incluidos: la educación es un buen negocio que permite enriquecerse a personajes que no tienen nada que ver con los saberes.

Nuestra educación universitaria, si leemos los índices mundiales, es de muy mala calidad: existe una serie una serie de universidades privadas llamadas docentes, es decir, que se limitan solamente a transmitir conocimientos elaborados por otros; es difícil llamar universidad a una institución que no investiga, que carece de democracia, pues los dueños nominan a dedo a las autoridades académicas, y estudiantes y profesores no participan  en el gobierno universitario, y que sí reciben el AFI del Estado – sin estar claro en qué invierten ese dinero, que pertenece a todos los chilenos-.

Es cierto que la educación universitaria ha crecido enormemente en cobertura, pero no así en calidad – la universidad es un negocio, cuyo único fin es captar alumnos y cobrarles aranceles cada vez más altos – como todas las actividades lucrativas, el Estado tiene escaso  control y las acreditaciones son una verdadera burla.

Chile es uno de los países que gasta menos en la educación terciaria, sea esta universitaria o institutos profesionales. El esquema napoleónico de universidad, como fábrica de licenciados, impide el avance de la investigación científica y la innovación, aspectos en que estamos bastante atrasados.

Me repugna la violencia, venga de donde venga – y en este sentido rechazo cualquier agresión, sea a un ministro de Estado, a los estudiantes o un chileno de a pie – sin embargo, comprendo que los estudiantes están agotados ante tanto volador de luces y nula participación de la llamada pomposamente “revolución educativa”,  salido de la mente del ministro Lavín.

Son tantas las ilusiones que han despertado, con proyectos torpes como el famoso semáforo o la fallida limitación de horas para asignaturas de historia y ciencias sociales, como intrascendente creación de “liceos emblemáticos” – que apenas abarcarían a menos del 1% de los estudiantes – el voucher del AFI que va en la línea de la privatización de la educación, que  terminan por generar la incredulidad de estudiantes y profesores.

Nada se puede esperar de tanta promesa: las universidades fiscales seguirán recibiendo solamente el 10% del Estado, la educación universitaria gratuita es un sueño en este país de mercachifles. En el caso de la educación básica y media, mientras no haya un cambio radical en la formación de profesores y su status social y profesional, si la subvención a los colegios fiscales no sea igual al costo de la colegiatura por alumno e los colegios fiscales, es decir, llegar al tope de $300.000, al menos, si no se produce el fin de la educación municipal y la instauración de un Estado docente descentralizado, no queda otro recurso que la rebelión de profesores y estudiantes.
27 08 2011

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5 Comentarios

  1. ja

    Es interesante tambien recordar la pronta oposicion de la mayoria absoluta de los alcaldes chilenos a la des-municipalizacion del sistema de educacion publica.

    La razon es simple: la parcela feudal que es la municipalidad chilena de hoy, pierde dinero, y poder de empleo.

  2. Mario Avello

    Reaparece GUMUCIO RIVAS. Así como él recuerda a la Provoste y a Larraín, yo lo recuerdo a él, coqueto concertancionista que terminó apoyando al MEO (su sobrino). No escupamos pa’l cielo, que nos puede caer en la cara.- MARIO

  3. Pedro

    Gumucio escribe bien pero si analizamos su trayectoria polîtica es un demagogo, es parte del sistema organizado por aquellos que se estân repartiendo la torta. Simplemente, no es creîble.

  4. juan R. fernández

    Creo que mi única sugerencia, es pedir al ciudadano Gumucio y a otros que escriben de manera lúcida y honesta, es que los vocablos no sean tan rebuscados, porque a la ciudadanía hay que prepararla o en el mejor de los casos formarla con un lenguaje simple pero certero, la mentira, es mentira, la estafa es estafa el ladrón es ladrón y el asesino es asesino. El diagnóstico está hecho y las soluciones hay que plantearlas Ya……

  5. RAMON SAEZ

    Hoy en este ajetreo diario de Chile, ha salido una declaraciòn de nuestro Presidente -otra màs- en que dijo :» una Educaciòn gratuita a cargo del Estado es una atentado en contra de la Libertad» Me pregunto: Còmo un hombre que saliò elegido en 2010 en plena LIBERTAD,DEMOCRATICAMENTE y CON LA MISION PRINCIPAL DE SOLUCIONAR los innumerables problemas de caràcter social y polìticos que nos aquejan desde hace 40 o màs años,principalmente los SERVICIOS PUBLICOS de proximidad:

    Educaciòn,Vivienda,Salud,Electricidad,Transportes . Màs
    la exclusiòn social avergonzante de Chile en 2011,puede permitirse calificar de «atentado a la Libertad» la misiòn suprema del Estado,de Educar, Proteger,dar Seguridad Interna y Externa a cada ciuidadano de Chile,ya que es el ùnico garante de nuestro desarrollo econòmico a travéz de
    la recaudaciòn de impuestos,Seguridad Social,Leyes democràticas etc. todo bien supervisado y prestaciones de calidad ,sin fines de lucro? Una incongruencia màs?

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