Mantengan virgen la Patagonia chilena
por The New York Time (EE.UU.)
15 años atrás 4 min lectura
Editorial
del NEW YORK TIMES, 23 de mayo del 2011
–Traducción
para piensaChile desde el inglés de H.H.B.
Una
comisión de impacto ambiental en la sureña región de Aysén ha tomado una
potencialmente desastrosa decisión, al votar a favor de la aprobación de la
construcción de cinco represas hidroeléctricas, dos en el río Baker y tres en
el Pascua. El daño que estas represas harán al ambiente es tremendo, y su
construcción -en un paraíso natural casi enteramente intocado- abrirá el camino
para un ulterior desarrollo, incluyendo más represas.
Los ríos
Baker y Pascua fluyen dentro de los fiordos que trazan su camino a lo largo de
la costa sur de Chile. Las represas inundarán parcialmente un parque nacional,
así como partes de un territorio que Chile ha estado esperando sea nominado
como Patrimonio Mundial de la UNESCO. El voto [en favor de las represas] sigue
una estimación de impacto ambiental que vio sólo las consecuencias inmediatas
de su construcción, y no sus efectos de largo plazo sobre la ecología de
aquellas fuentes de agua, o los riegos que se producen corriente abajo al
realizar el embalse de ríos cortos, violentos y glaciales que están sujetos a
abruptas inundaciones por parte de lagos ubicados por encima de ellos. Para distribuir
la electricidad que generarán las represas -cerca de 2.75 gigawatts- Chile tendrá que construir un corredor de más
de 2.400 kilómetros de líneas eléctricas, creando así la mayor área de
deforestación [clear cut] del planeta.
No se
discuten las necesidades energéticas de Chile o el hecho de que debe pagar por
electricidad mucho más que ninguno de sus vecinos. Pero importantes estudios
han puesto en evidencia que Chile tiene extraordinarias fuentes energéticas
renovables, incluyendo la solar, geotermal y la eólica, que podrían desarrollarse
con mucho menos impacto sobre su medio ambiente.
[La
reciente votación] es sólo una temprana escaramuza en una dura y larga batalla.
Un estudio separado de impacto ambiental debe ser completado y aprobado acerca
del corredor de transmisión eléctrica.
Esperamos que entonces se dé una más comprensiva mirada al daño que este
proyecto causará. Quizás si entonces el gobierno chileno, que apoya el proyecto
de las represas, llegue a entender lo que muchos chilenos ya saben: que
sacrificar la Patagonia por electricidad
sería un error irreparable.
Editorial
Keep Chilean Patagonia Wild
Published:
May 23, 2011
An environmental review commission in the Aysén
region of southern Chile has
made a potentially disastrous decision, voting to
approve the construction of five hydroelectric dams, two on the Baker River
and three on the Pascua. The damage these dams would do to the environment is
tremendous, and their construction – in a largely unspoiled natural haven –
would open the way for further development, including more dams.
The Baker and Pascua Rivers
flow into the wild fiords that thread their way along the southern Chilean
coast. The dams would partially flood a national park as well as portions of a
landscape that Chile
had been hoping to have named a Unesco World Heritage Site.
The vote follows an environmental review that
looked only at the immediate consequences of construction and not the long-term
effects on the ecology of these watersheds or the downstream risks of damming
short, violent, glacial rivers that are subject to abrupt outburst floods from
the lakes above them. To deliver the power they would generate – some 2.75
gigawatts – Chile
would have to build a 1,400-mile corridor of power lines to the north, creating
the longest clear-cut on the planet.
There is no disputing Chile’s energy needs or the fact
that it pays much more for electricity than any of its neighbors. But major
studies have made it clear that Chile
has extraordinary renewable energy sources, including solar, geothermal and
wind power that could be developed with far less impact on the environment.
This is an early skirmish in a lengthy,
hard-fought battle. A separate environmental review must be completed and
approved for the transmission corridor. We hope it takes a more comprehensive
look at the damage this project would cause. Perhaps then the Chilean
government, which supports the dam project, will come to understand what many
Chileans already know: that sacrificing Patagonia
for power would be an irreparable mistake.
A version of
this editorial appeared in print on May 24, 2011, on page A28 of the New
York edition with the headline: Keep Chilean Patagonia Wild.
*Fuente: The
New York Times
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