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PS de Chile: La connivencia y los necesarios acuerdos de la izquierda.

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Aunque las preocupaciones de hoy deben ir por un camino de
"altura de miras", no es fácil evitar "salirle al paso" a temas que plantean
los que han "privatizado" al PSCH. Y eso se debe a que se desarrollan acciones
que definen claramente los pasos de individuos que dirigen el partido, y frente
a los cuales no hay por dónde perderse. A la simulación y connivencia del PSCH
con el Gobierno y la derecha -que dio comienzo inmediatamente después de ser
sustituida la dictadura–  se suma ahora
la impunidad plasmada en las reuniones de Comité Central –pleno le dicen– y
otras varias que no es el caso definir con precisión. Durante estas reuniones
no se abordaron -ni se abordarán, ni menos se "sancionará" a sus consecuentes-
temas centrales y sustanciales que definen el futuro de los trabajadores
chilenos. Basta considerar "una perla" -la que nos permite conocer el actuar de
la dirigencia pues, a confesión y acción de parte, relevo de pruebas–
del discurso del presidente del PSCH Diputado Osvaldo Andrade Lara en el
llamado "III Pleno del Comité Central", 
el 8 de diciembre 2011, el cual a la letra afirma:

"… el proceso que lideraba con singular éxito y respaldo
popular nuestra compañera Michelle Bachelet, quedó en suspenso. No se trataba
de cualquier proceso ni de cualquier gestión. Se trataba, ni más ni menos, que
de un proceso de re-abrir temas y políticas cerradas por mucho tiempo en el
país. Se trataba de dar un giro histórico desde la matriz ultra neoliberal que
impuso la dictadura… hacia una matriz solidaria, una matriz genuinamente
progresista y socialdemócrata; hacia un Estado que no abandona a su gente para
que se rasque con sus propias uñas, sino que coloca al centro de su accionar
valores como la solidaridad y la igualdad. ¿Perdimos porque el pueblo rechazaba
este camino?,  creo que no. Creo que el
pueblo valora que la protección social y la igualdad sean hoy parte del acervo
colectivo de nuestra nación y, aún más, desean que se extienda y profundice".

Hasta donde es posible apreciar nadie ha visto "dar un giro
histórico desde la matriz ultra neoliberal" que impuso la dictadura. Lo que la Concertación hizo en
los años que disfrutó del poder fue realizar sólo "lo autorizado". Lo que,
evidentemente fue nada, o menos que nada para los trabajadores que continúan
pagando la factura. Se asegura que se ha intentado realizar el giro hacia la
social democracia, y otros temas sorprendentes que llaman la atención, lo cual
merece al menos plantearse algunas interrogantes, ¿cuándo el pueblo socialista
autorizó legítimamente al PS para que caminara por los pasos caducos de tal
propuesta pseudo reformista?, ¿Qué pudo ofrecer la social democracia a los
países de América Latina?, ¿Por qué esta siendo desmantelada en Europa la obra
de tal propuesta, que es el estado de bienestar?, ¿De qué sociedad de igualdad
está hablando el Presidente del PS, si Chile vive dividido en el "mundo de los negros y de los blancos" como la Sudáfrica del pasado?
Esto muestra lo desubicados o muy bien ubicados que están los señores que
controlan la dirección. ¿Acaso no fue el Congreso de los EEUU el que abrió los
temas y políticas "cerradas"? ¿Qué más les están ofreciendo hoy las
transnacionales por tratar de "engrupirse" a los chilenos nuevamente? ¿Cuál es
la tarea que deben cumplir hoy los auténticos socialistas que son los  que han hecho flamear los flecos de dignidad
que quedan? ¿Qué proceso de avance dejó inconcluso la señora Bachelet?
Perdieron: perdieron porque "los Dioses ciegan a quienes desean perder", y todo
indica que los Dioses querían perder a los Señores de la concertación. El
pueblo se dio cuenta de la traición, y que nada alentador puede esperar de
semejantes dirigentes, más que obsecuencia, y menos de lo mismo. Y una última pregunta:
¿es que acaso no estamos en presencia de un fraudulento símil de gobierno de "unidad
nacional" o algo parecido, y en donde como, somos todos chilenos, "echémosle
para adelante no más ".

Las respuestas a estas preguntas se encontraran sin duda, cuando
en el seno de  una gran movilización del
pueblo socialista –estén donde estén– fuera o dentro, inicie y culmine en un
gran movimiento que desemboque, tal vez en el próximo Congreso convocado, y en
donde se proceda a la destitución  de
todos los miembros de la llamada dirección espúrea -con algunas pocas honrosas
excepciones, pues esta dirección es hija de tenebrosas maniobras realizadas en
lo obscurito- y ha llevado al partido hasta donde ha llegado. Así se podrá
cumplir con el propósito de poner fin a la ignominia partidaria…..en la cual
todos hemos participado por acción u omisión.

Miles de chilenos y chilenas en las redes de comunicación y
en otros planos como los sucesos de Magallanes han asumido iniciativas
populares -como lo sucedido con los pingüinos anteriormente– que muestran que
la situación no esta tan tranquilita como quisieran los burócratas aludidos.
Pero las expresiones de hartazgo colectivo no llegarán muy lejos si no van
acompañadas de propuestas expresadas, por ejemplo, en un pliego petitorio
concreto, y de un mínimo o mediano programa político.

Lo mismo es válido para la situación del PS. Es preciso la
sustitución de la Dirección
completa por socialistas comprometidos con los principios fundacionales del PS,
y que sean capaces de tamaña tarea no obstante las resistencias que encontrarán
y las perversas maniobras que ya deben estar cocinando los burócratas para
conservar sus pequeñas -o no tan pequeñas-"granjerías" que les dejaron caer sus
jefes o patrones nacionales y extranjeros cuando los "maícearon" para llevarlos
a la traición.

De tal manera que nos encontramos en momentos en que la
movilización civil desafía el poder dominante, pero sin lograr todavía la
intensidad y las modalidades capaces de detener procesos negativos diversos para
las grandes mayorías. La "cuestión ideológica y social" parece cobrar
importancia decisiva. La democracia, el socialismo, la social-democracia, el
social cristianismo, el capitalismo, el liberalismo, el neoliberalismo, etc.,
con todo y sus crisis, el Estado, la "sociedad civil", el terrorismo
y las respuestas consiguientes, la legitimidad de determinadas decisiones y
acciones tanto tácticas como estratégicas surgen, entre otros, como temas que
reclaman definiciones claras. La significación del pasado, los cambios en las
formas de producción -que han desembocado en el incremento del desempleo–, y
el peso de la urgencia de la situación inmediata, así como tantas necesidades
que acosan a los trabajadores como las deudas, los DDHH y la destrucción del
planeta, reciben así mismo ponderaciones diferenciadas, que a su vez influyen
en los significados de aquellas definiciones.

Procesar esclarecimientos abiertos y francos de todos estos
fenómenos representa una necesidad urgente. Por ello es preciso reconocer que
en el amplio  espectro de las
oposiciones, se producen propuestas de naturaleza relativamente diferentes,
formulaciones ideológicas y concepciones básicas que sustentan conductas
políticas igualmente diferenciadas, constatando que existe hoy día una relativa
asincronía en el pensamiento político que exige buscar los puntos de acuerdo
con urgencia.

Esto es manifiesto en la inocultable pobreza ideológica de
los debates –tanto entre políticos como en otras esferas, lo que constituye
un  gran logro de la política de
desmovilización promovida por los sucesivos gobiernos de la Concertación– así
como de las dimensiones dramáticas de ellos y sus consecuencias.

Lo que se está abriendo paso es la necesidad de
reconsideraciones profundas, de alcances todavía quizás no apreciados en toda
su perspectiva. Avaladas o impuestas por los hechos de esa realidad objetiva,
esas reconsideraciones ya en curso obligan a cambiar el marco interpretativo en
el que hasta hace poco se situaba la mayoría de los análisis políticos para la
acción.

De modo general se les podría referir a un conjunto de
observaciones como las siguientes: una Europa en donde la idea de una
socialdemocracia difiere bastante del pensamiento de Lasalle -pues hoy abrazó
con entusiasmo las "buenas nuevas" del neoliberalismo, y que no obstante por
estos lados del mundo se desea retrotraer la historia– y esto, tanto en los
países industrializados como en los del "tercer mundo", donde nada
serio tiene la socialdemocracia que proponer para el abordaje de los problemas
presentes, y sus construcciones van siendo desmanteladas.

Por otro lado tenemos a unos ex pseudo marxistas
"moderados",  invocadores del
"pragmatismo" o en algunos casos del "realismo", y atentos
a compartir la vía electoral por sus evidentes granjerías: el poder compartido
con sus antiguos "enemigos de clase". Sin olvidar por cierto a los que postulan
una obscura, meliflua e indefinible propuesta denominada "progresismo".

Esta situación melodramática no sólo ha significado un
cambio total de sus posturas teóricas filosóficas internas -si alguna vez las
tuvieron–, sino que han recurrido a una renuncia total -o los renunciaron– a
seguir postulando, pensando, viendo e interpretando el mundo desde esa visión
paradigmática postulada antaño, vale decir desde la propuesta de la lucha de
clases.

Avanzar en los diagnósticos a partir de constatar lo
preocupante del tema, lleva a reconocer que las razones que en el siglo XIX
dieron lugar al nacimiento de las propuestas ideológicas sociales como: el
socialismo utópico, el marxismo, el anarquismo libertario sin olvidar al social
cristianismo, hoy se exhiben –esas razones objetivas– con mayor evidencia,
urgencia y dramatismo. Así, la explotación de los hombres, mujeres y niños
generada por la
Revolución Industrial, produjo aquellas reacciones de
producción de conocimientos y alternativas de una nueva vida social. Hoy, el
neoliberalismo presentado como "modelo de desarrollo exportador" y
"única alternativa", ha desembocado en un sistema y forma de producción más explotador
que nunca antes en la historia del ser humano, pues no solo explota a los
trabajadores sino que basa su funcionamiento óptimo en la explotación sin
medida de los recursos naturales y además, hace posible sacar a los seres
humanos de las labores productivas substituyéndolos por equipos automatizados o
robots. De hecho el modelo de producción ha cambiado, la producción en masa o
en serie es ya obsoleta y es substituida por la automatización y robotización
de la producción. Es más, se propone la exigencia de la "eficiencia",
trabajando básicamente para la ganancia en el corto plazo que necesariamente se
transforma en un modelo que genera como necesidad ineludible la explotación
despiadada de los recursos naturales. Esto, en la promesa de un "crecimiento
ilimitado", para convertir a las poblaciones del mundo en una especie de
"burguesía chafa universalizada". Sin embargo, no ha reparado -o si
ha reparado pero no es de su preocupación– que ello no es posible pues los
recursos disponibles en el planeta no alcanzan para esta "sociedad del
derroche, no obstante chafa".

Por lo tanto, y en resumen, la dirección espúrea debió haber
tenido en cuenta que: "si no se puede como se debe, no se puede", y "si no se
debe como se puede, no se debe". Pero ello es pedirle peras al olmo o al tigre
que sea vegetariano.

Ernesto Navarro Guzmán
Presidente Comunal México

En México D.F. a 20 de enero 2011.

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