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Veterano de la guerra de Irak vierte duras críticas contra gobierno estadounidense

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Esta circulando por Internet, como un virus, la traducción del discurso que pronunció el soldado norteamericano Mike Prysner, donde relata quiénes son los verdaderos enemigos de su país, a partir de sus vivencias en la guerra en Iraq.

Mike participó en un panel que debatió la mala gestión de los militares norteamericanos en Iraq y la práctica del asesinato, las torturas, los abusos y trato despectivo a los civiles. En esa misma mesa, Andrew Duffy ofreció testimonio de los incidentes en los que se les negó atención médica a detenidos iraquíes desesperadamente necesitados de tratamiento. Y Mike Prysner describe una misión en la que participó con su unidad, donde fueron forzados los iraquíes a abandonar una media docena de casas, sin compensación, para ser usadas por el Ejército norteamericano.

En una carta a Michael Moore, en el 2003, desde Iraq, escribió:

“He derribado estatuas y destrozado retratos mientras usaba una bandera norteamericana en mi manga, y luchaba por aprender a entenderlo. Me uní al ejército en cuanto tuve el mínimo de edad -rechacé una beca de escritura en una universidad estatal para servir a mi país, listo a morir por los ideales que aprendí a amar. Dos años después me encontré a punto de desembarcar en una pista aérea negra como la noche, listo a atacar a un país en el cual yo no creía que debía estar… Durante todo el tiempo que he estado en Irak he estado buscando ideas para convencerme de que puedo sentirme orgulloso de mis actos, que yo era parte de algo justo. Pero no importa qué argumento encontraba a favor de la guerra me venía a la cabeza la imagen de mi comandante en jefe que sonríe con presunción mientras piensa que ha engañado a un país”.

ver video

NdR piensaChile: Este es el texto transcrito desde los subtítulos que aparecen en el video:

pero sólo pude sentir vergüenza. El racismo ya no podía enmascarar la realidad de la ocupación por más tiempo, era personas, eran seres humanos. Desde entonce me plaga la culpa, puede que vea a un hombre mayor, como el que no podía caminar, y lo rodamos sobre una camilla para que la policía iraquí se lo llevara. Siento culpabilidad cada vez que veo una madre con sus hijos, como la que sollozaba histéricamente gritándonos que éramos peores que Saddam, mientras la obligábamos a salir de su casa. Siento culpabilidad cada vez que veo una niña joven, como la que agarré por el brazo y arrastré hacia la calle. Se nos dijo que luchábamos contra terroristas, pero el verdadero terrorista era yo y el verdadero terrorismo era esta ocupación.

El racismo dentro de lo militar ha sido durante largo tiempo una herramienta para justificar la destrucción y ocupación de otro país. Durante mucho tiempo se ha usado para justificar las matanzas, la subyugación y torturas de otras gentes. El racismo es un arma vital empleada por este gobierno. Es un arma más importante que un rifle, que un tanque, que un bombardero o que un barco acorazado. Es más destructiva que el proyectil de artillería o un rompe bunker o un misil tomahawk. Mientras que esas armas son creadas y de la propiedad de este gobierno son inofensivas, mientras que haya personas que se nieguen a usarlas. Aquellos que nos envían a la guerra, no tienen que apretar el gatillo o tirar una ronda de morteros. No tienen que luchar en la guerra, sólo tiene que vender la guerra. Necesitan a un público dispuesto  a enviar y a poner a sus soldados en peligro. Necesitan soldados dispuestos a matar y a ser matados sin cuestionarles.

Pueden despilfarrar millones en una sola bomba, pero esa bomba sólo se convierte en arma cuando los rangos militares están dispuestos a seguir órdenes para usarla. Pueden enviar al último soldado a cualquier parte del mundo, pero sólo habrá guerra si los soldados están dispuestos a luchar. Y la clase dominante, los billonarios que obtienen beneficio del sufrimiento humano, solo se preocupan en expandir su riqueza, en controlar la economía mundial. Comprendan que su poder sólo yace en su habilidad para convencernos de que la guerra, la opresión y la explotación es por nuestro interés. Ellos entienden que su riqueza depende de su habilidad en convencer a la clase obrera a que muera por controlar el mercado de otro país y de convencernos a que matemos o muramos. Se basa en su habilidad de hacernos pensar de que de alguna forma somos superiores.

Soldados, marineros, aviadores no tienen nada que ganar con esta ocupación. La gran mayoría de la gente que vive en los EE.UU. no tienen nada que ganar con esta ocupación; de hecho, no sólo no tenemos nada que ganar sino incluso sufrimos más, pues debido a ella perdemos miembros y damos nuestras vidas de forma traumática. Nuestras familias deben contemplar los féretros abanderados siendo bajados a la tierra. Millones de personas en este país sin asistencia médica, sin trabajo, sin acceso a la educación. Debemos mirar como este gobierno derrocha 450 millones de dólares diarios en esta ocupación.

Gente trabajadora y pobre de este país son enviados para matar a gente trabajadora y pobre de otro país, para convertir a los ricos en mas ricos aún. Sin el racismo, los soldados se darían cuenta de que tienen más en común con el pueblo iraquí de lo que tienen en común con los billonarios que nos envían a la guerra.

Tiré a familias enteras a la calle en Irak sólo para volver a casa y encontrarme con familias siendo tiradas a la calle en este país con esta trágica e innecesaria crisis hipotecaria. Debemos despertarnos y darnos cuenta de que nuestros verdaderos enemigos no se encuentran en un país lejano y no son personas cuyos nombres desconocemos, ni culturas que no comprendemos.

El enemigo son personas que conocemos muy bien, personas que podemos identificar. El enemigo es un sistema que declara la guerra cuando es rentable. El enemigo son los jefes ejecutivos que nos despiden de nuestros puestos de trabajo cuando es rentable; son las compañías aseguradoras que nos niegan la asistencia médica cuando es rentable; son los bancos que nos expropian nuestros hogares cuando es rentable. Nuestro enemigo no está a 5.000 millas de distancia. Está justo aquí, en casa. Si nos organizamos y luchamos juntos con nuestras hermanas y hermanos podemos detener esta guerra, podemos detener este gobierno y podemos crear un mundo mejor.

Myke Pryner, veterano de la guerra en Irak

Si la tiranía y la opresión llegasen a esta tierra, será bajo el disfraz de lucha contra un enemigo extranjero. La pérdida de la libertad doméstica será cargada de provisiones contra el peligro extranjero, real o imaginario.
James Madison, Presidente EE.UU. 1809-1817.

* Fuente: LibreRed

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