Un teólogo famoso, en su mejor libro, Introducción al Cristianismo, amplió la conocida metáfora del fin del mundo formulada por el danés Sören Kirkegaard, que ya hemos referido en esta columna. Recontaba así la historia: en un circo ambulante, instalado a las afueras del pueblo, se declaró un grave incendio. El director llamó al payaso que estaba listo para entrar en escena y le dijo que fuese al pueblo a pedir socorro. Salió inmediatamente Gritaba por la plaza central y por las calles, pidiendo al pueblo que fuesen a ayudar a apagar el incendio. Todos lo encontraban divertido, pues pensaban que era un truco de propaganda para atraer al público. Cuanto más gritaba, más reían todos. Entonces el payaso se puso a llorar y todos reían más todavía. Y el fuego se extendió por el campo, llegó al pueblo y tanto el pueblo como el circo se quemaron totalmente.
Ese teólogo era Joseph Ratzinger. Hoy es papa y ya no produce teología sino doctrinas oficiales. Su metáfora, sin embargo, se puede aplicar muy bien a la situación actual de la humanidad, que dirige sus ojos al país de Kirkegaard y a su capital Copenhague. Los 192 representantes de los pueblos deben decidir las formas de controlar el fuego amenazador. Pero la conciencia del peligro no está a la altura de la amenaza de incendio generalizado. El calor creciente se hace sentir y la mayoría sigue indiferente, como en los tiempos de Noé, que es el «payaso» bíblico que alertaba del diluvio inminente. Todos se divertían, comían y bebían como si nada pudiera pasar. Y sobrevino la catástrofe.
Pero entre Noé y nosotros hay una diferencia. Él construyó un arca que salvó a muchos. Nosotros no estamos dispuestos a construir ningún arca que nos salve a nosotros y a la naturaleza. Eso sólo es posible si disminuimos considerablemente las sustancias que alimentan el calentamiento. Si éste sube de dos a tres grados centígrados podrá devastar toda la naturaleza y, eventualmente, eliminar a millones de personas. El consenso es difícil y las metas de emisión insuficientes. Preferimos engañarnos cubriendo el cuerpo de la Madre Tierra con un esparadrapo haciéndonos la ilusión de que estamos curando sus heridas.
Existe además un agravante: no hay un gobierno mundial para actuar de forma planetaria. Predominan los estados-naciones, con sus proyectos particulares, que no piensan en el conjunto. Absurdamente dividimos ese todo de forma arbitraria, por continentes, regiones, culturas y etnias. Sabemos hoy que estas diferenciaciones no tienen ninguna base. La investigación científica ha dejado claro que todos tenemos un origen común, puesto que todos venimos de África.
Consecuentemente, todos somos coproprietarios de la única Casa Común y somos corresponsables de su salud. La Tierra nos pertenece a todos. Nosotros la tenemos en préstamo de las generaciones futuras y nos ha sido entregada con confianza para que cuidemos de ella.
Si miramos lo que estamos haciendo, debemos reconocer que la estamos traicionando. Amamos más el lucro que la vida, estamos más empeñados en salvar el sistema económico-financiero que a la humanidad y la Tierra.
A los humanos como un todo se aplican las palabras de Einstein: «solamente hay dos infinitos: el universo y la estupidez. Y no estoy seguro del primero». Sí, vivimos en una cultura de la estupidez y de la insensatez. ¿No es estúpido y insano que 500 millones de seres humanos sean responsables del 50% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero, y que 3.400 millones respondan solamente por el 7% y sean las principales víctimas inocentes?
Es importante decir que el calentamiento más que una crisis configura una irreversibilidad. La Tierra ya se ha calentado. Sólo nos queda disminuir sus niveles, adaptarnos a la nueva situación y mitigar sus efectos perversos para que no sean catastróficos. Tenemos que hacer fuerza para que en Copenhague entre el 7 y el 18 de diciembre no prevalezca la estupidez, sino el cuidado por nuestro destino común.
2009-12-04
* Fuente: Koinonia
Artículos Relacionados
Caso Assange: ¿Se recordará EEUU que dio asilo a Luis Posada Carriles en su embajada de Sierra Leona?
por Jean-Guy Allard (Cuba)
13 años atrás 5 min lectura
Los gobiernos deberían crear sus propios bancos, según el Nobel Joseph Stiglitz
por El Mostrador
15 años atrás 3 min lectura
Chile: Los 33 mineros sepultados han sido rescatados vivos y salvos
por Patricio Guzmán (Chile)
15 años atrás 14 min lectura
Argentina: Infancia militarizada
por Laura Romina Santillán y Arnaldo Pérez Guerra (Argentina)
19 años atrás 9 min lectura
Petro: «Estados Unidos está asesinando latinoamericanos en nuestra propia tierra y nuestro propio mar»
por The Mexican Family
2 días atrás
19 de septiembre de 2025
Estados Unidos está asesinando latinoamericanos en nuestra propia tierra y nuestro propio mar.
Por el Fin del genocidio en Palestina, de la carrera armamentista y de todas las guerras
por Solidarios con Palestina y por la Paz
2 días atrás
18 de septiembre de 2025
Las personas y organizaciones que firmamos esta declaración nos sumamos al Día Internacional de la Paz, 21 de septiembre, el que fue establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1981 y donde se señaló que “la promoción de la paz, tanto a nivel internacional como nacional, es uno de los propósitos primordiales de las Naciones Unidas de conformidad con su Carta” constitutiva.
Por el Fin del genocidio en Palestina, de la carrera armamentista y de todas las guerras
por Solidarios con Palestina y por la Paz
2 días atrás
18 de septiembre de 2025
Las personas y organizaciones que firmamos esta declaración nos sumamos al Día Internacional de la Paz, 21 de septiembre, el que fue establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1981 y donde se señaló que “la promoción de la paz, tanto a nivel internacional como nacional, es uno de los propósitos primordiales de las Naciones Unidas de conformidad con su Carta” constitutiva.
Así es como Marruecos domina a Europa
por Pedro Baños (España)
4 días atrás
17 de septiembre de 2025 Daniel Estulin nos comparte esta entrevista exclusiva que le hizo a Abdelilah Issou, un exoficial del ejército marroquí que le reveló cómo las élites…