Homenaje a Un Cura Obrero del Pueblo, Mariano Puga
por Pablo Fontaine (Chile)
17 años atrás 3 min lectura
Mariano Puga
Nuestro país cuenta con un cura increíble. Es el cura de Chile. Su fama trasciende todas las capas de la sociedad, todas las regiones y algunos continentes.
Visitador infatigable de amigos, llega de sorpresa donde un amigo enfermo en Temuco, despierta por la mañana en La Serena donde otro. Y llega a tiempo ese día para un aniversario en Santiago.
Para él las distancias lo tienen sin cuidado. Asesor del dibujito foucoliano, atravesó a grandes zancadas países enteros, tal vez a dedo. Hablando en cualquier lengua, fue entendido por partos, medas y elamitas. Es que Mariano es por sí mismo un fenómeno pentecostal.
El joven sacerdote que armaba impecables liturgias universitarias había aprendido en Europa lo que no había que hacer en Liturgia. Más tarde, en Villa Francia, aprendió lo que había que hacer.
Pronto tuvo la idea de ponerse a los pies de un maestro holandés que le enseñó a cambiar los báculos por las brochas, el agua bendita por la pintura y el ambón por los andamios.
Y ahí lo tenemos encaramado en su nueva cátedra saludando a gritos a los amigos cuicos que iban serios y apurados por el centro a sus negocios y ahora se detienen medio emocionados medio escandalizados ante el cura en las alturas.
De pronto aparecía algún canónigo que lo había conocido como gente decente y se espantaba de verlo tan ordinario. Casi como si hubiera nacido en Nazaret.
En 1973 vino un terremoto grado 11 y Mariano se bajó de los andamios o lo bajaron, no recuerdo. Ahí empezaron nuestras penurias. Las que nos producía la autoridad militar eran pequeñas en comparación con las que nos proporcionaba Mariano, el cual nos alistaba, nos arengaba, nos preparaba, nos congregaba, nos organizaba. ¿Para qué nos enrolaba? Para participar en peligrosas marchas, agresivos vía crucis, extenuantes ayunos que eran seguidos por apresuradas carreras callejeras, convincentes apaleos, insoportables gases, incómodas noches en retenes y la reprobación de los sectores más prudentes de la sociedad, Nuncio incluido.
Y todo esto ¿por qué? Por la sonriente voluntad de Mariano y su imparable imaginación.
Los Obispos no lo pasaban mejor. Organizaban rogativas para que el profeta organizara una peregrinación al extranjero o para que algún amable decreto militar le sugiriera otro clima para su trabajo pastoral. Después, cuando regresaba, cada prelado hacía sus novenas particulares pidiendo que, al retorno, Mariano no fuera a caer en su diócesis.
¿Descansábamos nosotros durante sus breves ausencias? Nada de eso. Se multiplicaban los ayunos terroristas y las revolucionarias denuncias, dirigidas desde el extranjero por el mismo Bin Laden del catolicismo chileno.
Hoy refugiado en una gran isla, no ha permanecido ocioso. No deja de estimular a los curas, instruir a los fiscales, sugerir al Obispo, dar trabajo a las monjas para que editen sin costo alguno, tarjetas, folletos, agendas, panfletos, libretos que le dan oxígeno a la pastoral de los que nos aprovechamos de todo ello.
Querido Mariano, ¡Qué gran regalo has sido para nuestra Iglesia! Nos has enseñado la valentía por Cristo, la oración con el pueblo, la juventud del alma, la pasión por el Cristo de los pobres. Y te agradecemos todo esto con el corazón grande! Y un inmenso cariño.
– Artículo enviado a piensaChile por Carlos Ernesto Sánchez Meza
Artículos Relacionados
Israel ofende a la humanidad
por Marcos Roitman Rosenmann (Chile)
11 años atrás 5 min lectura
Alianza simbiótica para el fraude
por Luis Agüero Wagner (Paraguay)
18 años atrás 4 min lectura
Un 26 de julio: En pie de combate
por Mireya Baltra Moreno (Argenpress.info)
19 años atrás 4 min lectura
Por los palestinos, los judíos y los cristianos que conocí en tierra non sancta
por Jorge Majfud (EE.UU.)
17 años atrás 1 min lectura
La batalla cultural: mucho más que una derrota electoral
por Tomás Pérez Muñoz (Chile)
1 día atrás
23 de diciembre de 2025
Desde comienzos de este siglo, una parte de la izquierda ha tendido a perder de vista ese hilo conductor: la condición compartida de quienes viven de su fuerza de trabajo y padecen, en distintas formas, la explotación y la dominación de la clase dominante. Más allá de nuestras diferencias —que existen y deben ser reconocidas— hay un factor común que nos atraviesa y nos une. Se trata de la subordinación al capital.
Santiago, inaudito: Prohíben mostrar imágenes del Portal de Belen
por La Calle
1 día atrás
23 de diciembre de 2025
Las imágenes dicen que mil palabras. Vea lo que ocurre en Santiago. ¿Por qué se prohíbe la exhibición del Portal de Belen? ¿Desde cuándo está prohibido recordar en la calle el nacimiento de Cristo?
¡Frente al avance de la reacción, el único camino es la organización!
por Bloque de Organizaciones Populares (Chile)
1 semana atrás
17 de diciembre de 2025
Que no nos engañen cuando hablan de libertad, porque esa es solo la libertad para los dueños del poder y del mercado para seguir explotando y oprimiendo. Hablan de orden y seguridad, pero nada cambiará mientras nuestras condiciones de vida sigan siendo las mismas y nuestros derechos continúen siendo negados.
De feministas, socialistas, populares, terroristas y cínicos, con el Sáhara Occidental okupado de fondo
por Luis Portillo Pasqual del Riquelme (España)
2 semanas atrás
09 de diciembre de 2025 Artículo publicado originalmente el 13 de noviembre de 2025 en el periódico El Independiente. Lo republicamos con la autorización del autor. La Redacción de…