De las muchas reflexiones acerca del colapso del sistema neoliberal, tres despuntan con claridad. La primera es que para salvar el Titanic que se hunde no bastan correcciones y regulaciones del sistema que naufraga. Se necesita otra ruta que evite el choque con el iceberg: una producción que no se rija solamente por la ganancia ni por un consumo ilimitado y excluyente. La segunda, no valen rupturas bruscas con la ilusión de que nos transportarían a otro mundo posible, pues seguramente implicarían el colapso total del sistema de convivencia con incontables víctimas, sin tener la seguridad de que de las ruinas fuera a nacer un orden mejor. La tercera, la categoría sostenibilidad es el eje de cualquier intento de solución. Esto significa: el desarrollo necesario para el mantenimiento de la vida humana y para la preservación de la vitalidad de la Tierra no puede seguir las pautas de crecimiento hasta ahora vigentes (ojo al PAC de Dilma Rouseff). Es demasiado depredador del capital natural y parco en solidaridad generacional presente y futura. Es necesario encontrar un equilibrio sutil entre la capacidad de aguante y de regeneración de la Tierra con sus diferentes ecosistemas y el pretendido desarrollo necesario para asegurar el buen vivir humano y la continuidad del proyecto planetario en curso, equilibrio que representa la nueva e irreversible fase de la historia.
Esta diligencia necesita acoger la estrategia de la transición desde el paradigma actual, que no garantiza un futuro sostenible, a un nuevo paradigma, construido por la cooperación intercultural, que signifique un nuevo ajuste entre economía y ecología en la perspectiva del mantenimiento de la vida en la Tierra.
¿Dónde veo el gran cuello de botella? En la cuestión ecológica. Apenas está siendo citada en passant en las agendas políticas que buscan la superación de la crisis. En la reunión del G-20 el día 2 de abril en Londres, el tema no influyó en la formulación de los instrumentos para ordenar el caos sistémico. No se trata solamente del calentamiento global, el más grave de todos, sino también del deshielo, de la acidez de los océanos, de la desertización creciente, de la deforestación de grandes zonas tropicales y de la aparición del planeta-favela, a causa de la urbanización salvaje y del desempleo estructural. Y más todavía: la revelación de los datos que muestran la insostenibilidad general de la propia Tierra, cuyo consumo humano ha sobrepasado en un 30% su capacidad de reposición.
Una naturaleza devastada y un tejido social mundial dilacerado*desgarrado por el hambre y por la exclusión anulan las condiciones para reproducir el proyecto del capital dentro de un nuevo ciclo. Todo indica que los límites de la Tierra son los límites terminales de este sistema que ha imperado durante varios siglos.
El camino más corto hacia el fracaso de todas las iniciativas que buscan salir de la crisis sistémica es esta desconsideración del factor ecológico. No es una «externalidad» que se pueda tolerar por ser inevitable. O lo situamos en el centro de cualquier solución posible o tendremos que aceptar el eventual fracaso de la especie humana. La bomba ecológica es más peligrosa que todas las bombas letales ya construidas y almacenadas.
Esta vez tenemos que ser colectivamente humildes y escuchar lo que la propia naturaleza, a gritos, nos está pidiendo: renunciar a la agresión que el actual modelo de producción y consumo implica. No somos dioses ni dueños de la Tierra sino sus criaturas y sus inquilinos. Bellamente termina Rose Marie Muraro un libro que será publicado en breve por la Editorial Vozes: Queriendo ser Dios, ¿por qué?: «Cuando hayamos desistido de ser dioses podremos ser plenamente humanos, que aun no sabemos qué es, pero que intuíamos desde siempre».
2009-04-24
* FUente: Koinonia
Artículos Relacionados
“No hay que ser pobre, amigo, es peligroso ser pobre amigo” (Cantata Santa María)
por Rafael Luis Gumucio Rivas, El Viejo (Chile)
7 años atrás 6 min lectura
Venezuela: los estudiantes de derecha rehuyen el debate (VIDEOS)
por VTV / Aporrea.org
18 años atrás 1 min lectura
Indígenas luchan en defensa de la Madre Tierra y de su organización colectiva
por Hugo Blanco (Perú)
15 años atrás 8 min lectura
ME-O a Bachelet: “Propongo lista parlamentaria única con un mínimo común: fin al binominal”
por Claudia Rivas Arenas (Chile)
12 años atrás 23 min lectura
¿Dónde están? Cantata Popular por los Detenidos Desaparecidos
por Agrupación Manifiesto (Chile)
6 horas atrás
13 de abril de 2025
A 51 años ya del golpe civico-militar, como Agrupación Manifiesto consideramos de importancia mantener vivo este relato, para así educar a las futuras generaciones sobre la historia de nuestro pueblo, sus luchas, sus sueños, sus derrotas y sus tragedias, y así, ojala algún día, volver levantar lucha y organización popular, que le den a nuestro país la dignidad que tanto se merece.
Gaza / Israel: justicia internacional alista audiencias públicas mientras Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas adopta resolución sobre obligación de prevenir genocidio
por Nicolás Boeglin (Costa Rica)
1 día atrás
12 de abril de 2025
Desde el 19 de enero y hasta el 25 de marzo, se recuperaron un total de 897 cadáveres de zonas que antes eran inaccesibles, informó el Ministerio de Salud. Desde el 7 de octubre de 2023 y hasta el 25 de marzo de 2025, el Ministerio de Salud de Gaza informó de que al menos 50 144 palestinos han muerto y 113 704 han resultado heridos».
Gaza / Israel: justicia internacional alista audiencias públicas mientras Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas adopta resolución sobre obligación de prevenir genocidio
por Nicolás Boeglin (Costa Rica)
1 día atrás
12 de abril de 2025
Desde el 19 de enero y hasta el 25 de marzo, se recuperaron un total de 897 cadáveres de zonas que antes eran inaccesibles, informó el Ministerio de Salud. Desde el 7 de octubre de 2023 y hasta el 25 de marzo de 2025, el Ministerio de Salud de Gaza informó de que al menos 50 144 palestinos han muerto y 113 704 han resultado heridos».
Gaza: mensaje al Dr. Mahmoud Abu Amsha, asesinado por no abandonar a sus pacientes
por Medios Internacionales
2 días atrás
11 de abril de 2025
Cuando el ejército israelí asaltó el norte de Gaza y la mayoría de los médicos huyeron para salvar sus vidas, Mahmoud se quedó. Él y el Dr. Hussam Abu Safiya fueron los últimos en mantener la línea en el Hospital Kamal Adwan. Mahmoud, el único cirujano que quedaba, trabajó incansablemente en un lugar que se había convertido más en un cementerio que en un hospital.