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Wal-Mart en Chile y el consumo

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El impacto del ingreso de Wal-Mart a Chile, sobre el área de supermercados y multitiendas se empieza a sentir. La primera señal ha sido el cierre de la oficina de compras de D&S en China para utilizar el mecanismo de compras de Walmart en ese país. La mayor escala con que se harán los pedidos de vestuario, calzado, artefactos domésticos, electrónicos y computación debiera rebajar los precios a los consumidores en forma rápida.

La segunda señal la dio la nueva cadena SMU del Grupo Saieh. Su gerente afirma que se van a concentrar en los "alimentos perecibles" y que reflotarán la marca UNIMARC a través del país. El grupo ha llegado al 20% de las ventas supermercadistas en base a adquirir cadenas regionales. Limitarse a lo "perecible" es una buena táctica defensiva frente al gigante. ¿Lo será?

En México, Wal-Mart  importa masivamente productos desde EE.UU. incluso pollos faenados, carne y lácteos. Si bien la distancia implicará un costo adicional, la diferencia de estaciones, puede permitir aprovechar excedentes y saldos del mercado norteamericano que se incorporarán a las tiendas chilenas e intensificarán la competencia. Wal-Mart no tendrá ventajas laborales en Chile. Deberá cumplir con la legislación vigente. O incumplirla en la misma medida que las demás cadenas supermercadistas.

La verdadera batalla se dará en torno al llamado "margen comercial", es decir en la diferencia en porcentaje entre el costo de compra y el precio de venta al público.

La cifra aplicada corrientemente en las multitiendas, farmacias y supermercados oscila en torno al 80%. Permite buenas utilidades y facilita acostumbrar al público a una especie de liquidación ininterrumpida que parte con descuentos de 25 % y termina con los saldos al 50 % del valor original.

No hay gran control en Chile sobre esas cifras y si las liquidaciones son reales o de ficción.

La llegada de Wal-Mart pondrá a prueba  la transparencia del mercado chileno.

Cada uno de los grandes rubros del consumo de bienes está agrupado legalmente en Asociaciones Gremiales, farmacias, multitiendas y supermercados. Como la variedad de artículos y las restricciones de la ley han hecho muy difícil a la Fiscalia Nacional Económica pesquisar los acuerdos de cartel, lo más probable es que hoy existan acuerdos generales que imponen control sobre el margen comercial en que se recargan los productos.

Un nuevo grupo ha adquirido presencia en supermercados el año pasado. Se trata de Southern Cross (ex controladores de La Polar), quienes por el momento sólo tienen locales en Regiones, evitando la concentración y competencia en la Región Metropolitana.

¿Se plegará Wal-Mart a esos acuerdos, o aprovechará su gran volumen de ventas para rebajar ese margen? ¿Tratará con eso de aumentar su participación en el mercado y obligará a las cadenas competidoras a también bajar precios y márgenes?

Siendo éste uno de los misterios a resolverse en el corto plazo hay otro aspecto importantísimo que impactará los precios  de los productos del campo.

Como lo ha señalado hace ya algún tiempo una experta en la comercialización de los productos agropecuarios, los supermercados tienen en Chile un sistema  primitivo de compras. Concurren a los remates en los centros mayoristas como cualquier persona y resuelven en el momento las compras más favorables  en precio y calidad para  su cadena.

No existen contratos con los proveedores del campo y eso crea un clima de inestabilidad en los precios que perjudica a los consumidores  en general.

Un estudio de ODEPA de los principales rubros alimenticios que provienen directamente del campo señala que desde el precio de feria mayorista hasta la bandeja del supermercado, los precios se multiplican hasta tres veces y en promedio hasta dos veces. (Ver sondeo semanal  de ODEPA, 19 de febrero de 2009).

Si Wal-Mart innova en el sistema y celebra contratos con los proveedores en base a garantizar una compra diaria o semanal de cada artículo y aceptar un precio promedio de los remates mayoristas, asegurará una estabilidad en los precios que favorecerá a los consumidores. Seguramente las demás cadenas deberán seguir el ejemplo y celebrar contratos con los proveedores para dar una mayor eficiencia al proceso productivo de los productos hortofrutícolas.
06 de Marzo de 2009

– El autor es Director de CONADECUS 

* Fuente: El Mostrador

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