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¿Por qué el Banco Federal va al rescate de la más grande compañía de Seguros del planeta?

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“Puedo calcular el movimiento de las estrellas, pero no la locura de los hombres”
Sir Isaac Newton, después de perder una fortuna en la burbuja de los Mares del Sur

Algo extraordinario está pasando con esos rescates del Gobierno.  En Marzo del 2008, el Banco Federal de la Reserva le dio un préstamo de $55 billones al JP Morgan para “rescatar” al Banco de Inversiones Bear Sterns de la quiebra, un acto tremendamente controversial que puso a prueba los límites del Acta de Reserva Federal.  En Septiembre 7, 2008, el gobierno de los Estados Unidos intervino los gigantes de la deuda hipotecaria  privada Fannie Mae y  Freddie Mac e impuso un tipo de quiebra;  pero en vez de dejar que el Tribunal de Quiebras repartiera los activos entre los acreedores, el Tesoro dio una línea ilimitada de crédito a las corporaciones insolventes, y dijo que ejercería su autoridad para comprar el stock, y efectivamente los nacionalizó.  Ahora la Reserva Federal ha anunciado que va a dar un préstamo de $85 billones de dólares al American Internacional Group (AIG), la compañía de seguros más grande del mundo, como pago por el 80%  de participación en la aseguradora.

¿El Banco Federal de la Reserva está comprando una compañía de seguros?  ¿ En que parte del Acta del Banco de la Reserva Federal aparece esa facultad?  La Associated Press lo llama “una  toma del gobierno,” pero ésta no es una” nacionalización” corriente como la compra de los stocks de Fannie/Freddie.  El Banco de la Reserva Federal tiene el poder de imprimir el dinero nacional, pero no es de hecho parte del gobierno de USA.  Es una Corporación bancaria privada cuyo dueño es un consorcio de bancos privados.  La industria bancaria entonces compró la compañía de seguros más grande del mundo usando para ello dinero federal.  Yahoo Finanzas lo  reportó el día 17 de Septiembre de la siguiente manera:

“El Tesoro está estableciendo un programa temporal de financiamiento por requerimiento del Banco Federal.  Este programa subastará papeles (bonos) del Tesoro para obtener el dinero que usará el Banco de la Reserva.  La iniciativa aspira a ayudar al Banco de la Reserva a manejar su estado de situación patrimonial, concurriendo en sus esfuerzos para mejorar su liquidez por sobre la mantenida en los períodos previos”

Los bonos del Tesoro son las “letras de cambio” del Gobierno Federal  (Promesa de Pagar una Deuda).  Nosotros los contribuyentes  estamos atrapados en el anzuelo del mejoramiento de la liquidez del Federal, es decir los préstamos que ha estado haciendo a medio mundo, a bancos o no bancos, amparándose en oscuras provisiones del Acta de Reserva Federal que dicen o quizás no dicen, que ésto se pueda hacer.  ¿Qué pasa aquí?  ¿Por qué no dejan que el libre mercado funcione?   Los Tribunales de Quiebras saben como organizar activos y reorganizar compañías para que puedan operar de nuevo.  ¿Por qué estas medidas extraordinarias para Fannie, Freddie y AIG?

La respuesta no tiene que ver tanto con el salvataje del negocio de los seguros, o los inversionistas chinos gritando por ayuda, sino con el esquema Ponzi más grande de la historia, uno de tal magnitud que es la base de todo el sistema  de banca privada del mundo.  Lo que tiene que ser salvado a cualquier costo no son las viviendas o el dólar, sino la industria de los “mercados financieros  de derivados”;  y el precipicio del cual tienen que ser salvados era una “circunstancia de falencia” que podría haber colapsado en un cuatrillón de dólares de derivados tipo burbuja, un colapso que podría derrumbar el sistema global de bancos.

(Nota:  El esquema Ponzi de negocios es una operación fraudulenta que involucra promesas de pago de beneficios anormalmente altos a los inversionistas, a partir del dinero que pagarán futuros inversionistas, y no de los retornos netos del negocio)

La anatomía de una burbuja

Hasta hace poco tiempo, las personas no habían escuchado nunca hablar de marcados de derivados; pero en términos del comercio de dinero, estas inversiones representan el mayor mercado financiero en el mundo.  Los derivados son instrumentos financieros que no tienen valor intrínsico, sino que derivan su valor de otra cosa.  Básicamente son apuestas. Estas apuestas pueden hacerse con una estrategia para minimizar su riesgo, apostando a dos resultados opuestos. Apostar a que algo sube y apostar a que lo mismo baja, y que lo llamaremos en inglés “hedge”.  Fondos hedge, son apuestas hedge en el mercado de derivados.  Se puede apostar a cualquier cosa, desde el precio del Te en China hasta el movimiento de mercados específicos.

El punto que nadie ve, escribió el economista Robert Chapman una década atrás, es que comprar  papeles de derivados no es invertir.  Es juego,  seguros y apuestas de alto riesgo.  Los derivados no crean nada, (1) pero sirven para enriquecer a no-productores a costillas de de la gente que crea bienes y servicios  reales . En las audiencias del congreso en los 90, el comercio de derivados fue cuestionado por ser una forma ilegal de juego.  Pero la práctica fue legitimada por  el Director del Banco Federal, Alan Greenspan, que no solo le prestó apoyo legal y normativo a este comercio, sino que activamente promovió los derivados como un modo de mejorar el manejo del riesgo.  En parte, esto fue para alentar los mustios beneficios de los bancos, y en los bancos y corredores más grandes funcionó.  Pero el costo fue un aumento en el riesgo del sistema financiero como un todo.  (2)

Desde entonces, el negocio de los  papeles derivados ha crecido en forma exponencial, y en este minuto es mayor que la entera economía global.  El Banco Internacional de Pagos  informó recientemente que el total de los negocios de derivados era mayor que un cuatrillón de dólares, esto es, 1000 trillones de dólares.  ¿Cómo son posibles estas cifras?  El Producto doméstico bruto de todos los países del mundo es solamente cercano a los 60 trillones de dólares.  La respuesta es que los jugadores pueden apostar lo que quieran.  Ellos pueden apostar el dinero que no tienen, y ahí es dónde aparece el tremendo crecimiento del riesgo.

Los Credit Default Swaps (CDS) son la forma más transada de derivados de crédito.  Las CDS son apuestas entre dos partes, sobre si una compañía va o no a pagar los bonos que emitió.  En el típico default swap, el comprador asegurado obtiene un gran retorno del vendedor que lo asegura, si la compañía queda en mora dentro de un cierto  período de tiempo; mientras que el vendedor asegurador obtiene pagos periódicos del comprador asegurado, por asumir el riesgo de mora.  CDS son así semejantes a pólizas de seguro, pero no existe ningún requerimiento de tener ningún activo o sufrir ninguna pérdida, de modo que los CDS se usan solo para aumentar las utilidades apostando a los cambios en el mercado.  En el ejemplo de un blogger, un fondo hedge puede estar quieto y percibir $320.000 al año en premios solo por vender protección a un  bono basura calificado como BBB. El premio es dinero gratis, bueno gratis hasta que el bono cae en mora, entonces el fondo hedge puede caer por unos $100 millones de dólares en demandas.

He aquí el problema, ¿Y si el fondo hedge no tiene los $100 millones?

La cáscara corporativa del fondo o la sociedad limitada quiebra;  pero ambas partes tienen al papel derivado como un activo en sus libros, los cuales ahora necesitan ser escritos.  Los jugadores  que han “hedge their bets”  (protegido sus apuestas) apostando a las dos posiblidades, no pueden cobrar sus ganancias, y por lo tanto no pueden pagar sus pérdidas, causando así que otros jugadores caigan en mora con sus apuestas.

El efecto dominó en una cascada de morosidades cruzadas, infecta toda la industria bancaria y hace fallar el esquema piramidal global. El potencial para esta especie de reacción nuclear fue lo que provocó al inversionista millonario Warren Buffet bautizara a los mercados de derivados como “armas de destrucción financiera.”  Es por eso por lo que el sistema bancario no puede dejar que sus mayores apostadores de derivados se caigan, y es el sistema bancario el que merece los tiros.  El Banco de la Reserva  pertenece literalmente a un conglomerado de bancos;  y Hank Paulson, que encabeza el Departamento del Tesoro de USA entró en esta posición a través de la puerta giratoria del banco de inversiones Goldman Sachs, dónde fue Presidente Ejecutivo.

El mejor juego disponible

En un artículo en Financial Sense.com en Septiembre 9, Daniel Amerman sostiene que la “toma” por parte del gobierno de Fannie Mae y Freddie Mac no fue un salvataje  de los gigantes hipotecarios.  Fue un salvataje de la industria de derivados, la cual al estar enfrentada con un “evento de mora” de $1.4 trillones de dólares habría hecho quebrar a Wall Street y a la mayoría del mundo financiero.  Para explicar el enorme riesgo involucrado,  Amerman  supone un escenario en el cual los gigantes hipotecarios no son rescatados por el gobierno.  Cuando ellos estén en mora en $5 trillones en bonos y  valores respaldados por hipotecas que ellos posean o garanticen, los pagos  se disparan  inmediatamente a $1.4 millones de dólares en operaciones de apuestas  intercambiables  de morosidad (Credit Default Swaps), tomados por las mayores empresas financieras, las cuales han prometido respaldar los bonos morosos de Fanni/Fredie, a cambio de una ingreso muy lucrativo y de bonos multi millonarios.  El valor de los bonos vulnerables  cae en picada en un 70% causando que se deba $1 trillón de dólares (70% de $1,4 trillones) a los compradores asegurados.  Este es más dinero, sin embargo, que el que las ya constreñidas  instituciones financieras tienen para gastar.  Los vendedores de CDS  han comprado su propio activo en base a préstamos, lo que significa que dependen día a día de inmensas líneas de crédito sólo para mantenerse a flote. Cuando sus acreedores ven venir el golpe de $1 trillón, retiran su financiamiento, dejando a las instituciones que han seguido estas prácticas con porfolios masivos  de activos no liquidables.  La horrorosa cascada de moras cruzadas comienza, hasta que casi todos los mayores bancos inversionistas y bancos comerciales no pueden cumplir con sus obligaciones.  Esto gatilla otra ronda masiva de eventos CDS, que sube a $10 trillones, luego a $20 trillones.  Los centros financieros se tornan insolventes, los mercados tienen que cerrarse y cuando abren, meses después, el mercado de valores ha colapsado.

El gobierno federal y los financistas mueven sus hilos. Se sienten empujados a intervenir para prevenir tal desastre, aún cuando esto premia a los especuladores  disolutos a expensas de los accionistas de Fannie/Freddie que terminan barridos.  Amerman concluye;”Es el mejor juego disponible.  Toma un montón de riesgo, cobra muy bien y si metes la pata, tienes la certeza absoluta que el gobierno vendrá y te rescatará a costa del resto de la población (que nunca compartió tus ganancias) (4)

Medidas Desesperadas en Tiempos de Desesperación

Este fue el mejor juego disponible hasta Septiembre 14, cuando el Secretario del Tesoro, Paulson, el Director del Banco Federal Ben Bernanke y el Director Federal de New York Tim Geithner, le cerraron la posiblidad de rescate a Lehman Brothers, una firma de inversionistas de New York con 158 años de antigüedad e importante jugadora en el mercado de derivados.  ¿Por qué?  “No hay voluntad política para un rescate federal” dijo Geithner.  El rescate de Fannie y Freddie ha creado un furor de protestas, y los contribuyentes no pueden costear el oficiar como aseguradores de riesgo del cuatrillón de dólares de la burbuja de papeles derivados.  Tenía que ponerse límites y aparentemente se pusieron aquí.

¿O estará el Banco Federal de la Reserva guardando sus municiones para AIG?  La baja en las calificaciones del AIG significa que las contrapartes de su contratos masivos de derivados podrían forzarlo a soltar $10.5 billones de dólares en reservas de capital adicionales o enfrentar la quiebra.  El Secretario del Tesoro Paulson se resistió a adelantar dinero de los contribuyentes; pero el Lunes 15 de Septiembre, las bolsas de comercio se veían muy mal, con el S&P 500 registrando el 1% de caída más grande habido desde Septiembre 11, 2001.  Alan Kohler escribió en el Australian Business Spectator:

“Es poco probable comportarse esta vez como el descarrilamiento de un tren lento.  Con Lehman en liquidación, y el Washinton Mutual y AIG al borde del precipicio, el mercado de créditos tendría que cerrar inmediatamente y cesaría el préstamo interbancario.” (5)

Kohler citó el periódico del Prof. Nouriel Roubini de Sep 14, quien tiene un sitio web muy popular llamado GlobalEcoMonitor.  Roubini advirtió:

“Lo que estamos enfrentando ahora es el comienzo de la disolución y colapso del sistema financiero fantasma, un sistema de instituciones (intermediarios, corredores, Fondos hedge, Fondos accionarios privados,  Fondos de Inversión en Mercados Financieros, Certificados Gubernamentales para grandes proyectos, cuyas ganancias dependen directamente de la rentabilidad del proyecto, etc) que parecen bancos( porque toman dineros a corto plazo, financian su capital con préstamos e invierten a largo plazo y en formas de escasa liquidez) y así son tremendamente vulnerables a corridas como las de los bancos;  pero a diferencia de los bancos no están bien regulados y supervisados, no tienen acceso a seguros de depósitos, y no tienen acceso al  prestamista  del último  resorte de apoyo, el Banco Central.”

El riesgo colocado sobre el sistema era evidentemente demasiado grande.  El día 16 de Septiembre, mientras Barclay’s Bank ofrecía comprar las divisiones bancarias de Lehman Brothers, el Banco de la Reserva Federal acordó rescatar AIG e cambio del 80% de su stock.  ¿Por qué el Banco de la Reserva y no el Tesoro?  Quizás porque el Tesoro no puede poner más dinero de los contribuyentes en el tema.  La Reserva Federal lo puede hacer calladito a través de sus Operaciones de Mercado Abierto, el subterfugio por el cual “monetariza” la deuda gubernamental, convirtiendo Bonos  del Tesoro en dólares.  Los contribuyentes serían igualmente los que pagan, pero la Reserva Federal no necesita la aprobación del Congreso.
Sept 20, 2008

* Fuente del original en inglés: www.webofdebt.com
   Agradecemos a Olga Larrazabal, autora de esta traducción, por la gentileza de enviárnosla.

Nota de la traductora:
La proposición final de acciones a tomar en USA, hecha por la autora en un último párrafo denominado ¿Tiempo para un New Deal del siglo XXI ? no la voy a incluir en esta traducción, ya que corresponde a medidas económicas recomendadas por la autora pertinentes para USA, su idiosincrasia, su historia y su complejo entramado gubernamental de tipo federal, que quizás no son válidas en nuestra realidad.

La finalidad de traducir este artículo fue informar a las personas acerca de los fundamentos de la crisis que se está avecinando, que corresponde  a una desregulación de los mercados financieros por parte de los gobiernos, que los ha llevado a convertirse en casinos de apuestas internacionales.  Estas apuestas exceden por miles de millones la realidad económica mundial  Cualquier ajuste que se haga en relación a estos mercados, va a  repercutir sobre toda la población mundial, ya que nos guste o no, los mercados están todos interconectados, y si los gobiernos han seguido al pie de la letra los consejos de los economistas neo liberales, confiando imprudentemente en la sabiduría de la mano invisible de los mercados internacionales, la crisis puede ser peor. En USA los contribuyentes terminarán pagando este descalabro, como se vio en el artículo.  Y como de costumbre, los países pobres y su gente, que no participaron en la orgía también cargarán con la cuenta.

Dejo la tribuna abierta a los acontecimientos.

Olga Larrazabal
Septiembre 2008 

Notas:
1 Quoted in James Wesley, “Derivatives – The Mystery Man Who’ll Break the Global Bank at Monte Carlo,” SurvivalBlog.com (September 2006).

2 “Killer Derivatives, Zombie CDOs and Basel Too?”, Institutional Risk Analytics(August 14, 2007).

3 Kevin DeMeritt, “$1.14 Quadrillion in Derivatives – What Goes Up . . . ,” Gold-Eagle.com (June 16, 2008).

4 Daniel Amerman, “The Hidden Bailout of $1.4 Trillion in Fannie/Freddie Credit-Default Swaps,” FinancialSense.com (September 10, 2008).

5 Alan Kohler, “Lehman End-game,” Business Spectator (Australia) (September 15, 2008).

6 Ibid.

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