Articulos recientes

Al navegar en nuestro sitio, aceptas el uso de cookies para fines estadísticos.

Noticias

Opinión

Los Transgénicos en Chile: Un berenjenal para legisladores y un futuro incierto para los chilenos

Compartir:

En estos días en que se está debatiendo en el Senado de Chile acerca del marco regulatorio de los transgénicos, me gustaría contribuir con mi modesta opinión de economista que alguna vez se dedicó a la Evaluación de Proyectos de Investigación y Desarrollo en un Instituto de Investigaciones Tecnológicas.

En todo proyecto hay que partir por la detección de los requerimientos de información que hay que recolectar, expertos, traducciones, estudios previos de Impacto Ambiental, estudios científicos confiables en este caso de toxicidad, contaminación genética, confiabilidad de los controles, patentes, costos de producción, estudios de mercado a futuro, etc  para poder seguir algún protocolo lógico, un manual como los tantos que se han creado en las Escuelas de Ingeniería y que permita  evaluar  las decisiones que determinan el futuro.

Primero, según recuerdo, había que determinar si el proyecto era Necesario.  Es decir, si teníamos una falencia que lo hiciera necesario.  En este caso la falencia es que no hay Ley y lo que está sucediendo está respaldado por normas del SAG y hay un gran vacío legal y en ese vacío pasa de todo.

Segundo, habría que ver si es Conveniente, porque a veces las cosas son necesarias pero el momento no es el adecuado, o el descalabro que dejamos tratando de corregir lo incorregible lo hace inconveniente y es preferible dejarlo pasar hasta que las circunstancias sean propicias o la información sea más confiable, o existan las Instituciones adecuadas o los profesionales idóneos.  (Inspirarse en el Transantiago para no fantasear)

Veamos, existen distintos tipos de transgénicos: cultivos para diferentes propósitos, como ser para producir semillas que se mandan al exterior o para producir directamente alimento animal o humano, o para producir plantas que a su vez producen drogas para la medicina, en el mejor de los casos, y quizás de las otras drogas también; transgénicos animales tales como salmones fosforescentes o bacterias que producen  hormonas transgénicas que se le dan a las vacas lecheras, o insulina transgénica.

La situación en Chile es que en cuanto al consumo  de alimentos trans, se sabe que hace rato se están consumiendo en gran escala en el país sin casi ningún etiquetado y la leche que consumimos parece que también es de vacas con hormonas trans y la carne es de animales alimentados con maíz trans y asi sucesivamente. Digo casi ningún etiquetado, porque el otro día ví una margarina dietética que declaraba un % de Trans.

Bueno, parece que  con los cultivos transgénicos para semillas que existen de hecho, las presiones de nuestros socios del Norte, y el consumo a destajo de los trans sin etiquetado, no queda otra cosa que meterle el diente y normar. (Ver cuatro artículos de  Sandra Ríos Nuñez, sobre estos temas: www.eumed.net/cursecon/ecolat/cl

Entonces habría que empezar por transparentar cual es la situación actual.  Cuantas Há hay plantadas y de qué y dónde. Eso  parece que cae en el rango de lo misterioso hasta que los trabajadores caen víctimas de algún pesticida tipo lambdaciclohalotrina o tipo glifosato y salen en las noticias policiales.

Ese “de qué” es importante ya que las variaciones transgénicas pueden ser  infinitas.  Las variedades más cultivadas en el mundo han sido el maíz, algodón, soja y colza con sólo dos características-tolerancia a herbicidas y resistencia a insectos.

Cito  “Los cultivos tolerantes a herbicidas han sido manipulados para soportar la aplicación de un poderoso herbicida que mataría a un cultivo no transgénico, haciendo que para los agricultores sea más fácil utilizar mayor cantidad de herbicidas para controlar las malezas.

Los cultivos resistente a insectos han sido modificados genéticamente con una proteína insecticida de una bacteria del suelo, el Bacillus thuringiensis (Bt) que mata ciertas plagas de insectos cuando ellos comen las hojas o los granos de la planta.

En el 2005, las versiones tolerantes a herbicidas de los cuatro cultivos dieron cuenta del 71% de la superficie mundial total de cultivos transgénicos;  mientras que el maíz y el algodón resistente a insectos (también conocidos como Bt) dieron cuenta del 18%.  El ll% restante consistía en una pila de variedades de maíz y algodón que eran tolerantes a herbicidas como  resistentes a los insectos.  La soja, el maíz, el algodón y la colza RR de Monsanto, manipulados para ser utilizados con el herbicida Roundup (glifosato) de la misma empresa, representan la mayor porción de cultivos transgénicos tolerantes a herbicidas.” (1)

Supongamos que Chile sigue los patrones mundiales y que el 71% de sus cultivos son versiones tolerantes a herbicidas de las cuales un gran porcentaje debe ser maíz y el resto colza y soya. 

Deberíamos tomar el maíz, y ver cuales son las ganancias y pérdidas tanto para el agricultor privado como en términos de la comunidad de una hectárea de maíz trans versus una de maíz tradicional híbrido. 

La ventaja debería estar en que el maíz trans es resistente al glifosato que mata malezas y el agricultor puede y está obligado usar este pesticida de amplio espectro en grandes cantidades.  Pero, ¿Es eso más barato que el otro sistema? ¿Usa más o menos mano de obra? ¿O empieza siendo más barato y se va encareciendo con los años?  ¿Usa más agua, más abonos,  más pesticidas de otro tipo?  ¿Me mata a las abejas que me polinizan? ¿Me mata a los obreros que manipulan los pesticidas? ¿Contamino las aguas por exceso de pesticidas?  Quizás en el camino hay pesticidas más inocentes que el glifosato, pero la semilla está editada junto con el pesticida.

En los campos, cuando se riega por canales, éstos son recolectores de todos los pesticidas que se van echando en los predios, de modo que las enormes cantidades de pesticidas que usan estos cultivos, van a parar al campo del vecino que está plantando lechugas y tomates. Es decir que estamos todos consumiendo pesticidas como locos.

Según evaluaciones hechas en USA, las aplicaciones de pesticidas subieron:

– Desde 1990, el uso de glifosato subió del 90% al 200% para controlar ciertas malezas.
 
– Desde 1996 se ha incrementado el uso de pesticidas en 122 millones de libras para maíz, algodón y soya.

Ver:  http://www.rel-uita.org/agricultura/transgenicos/primeros-nueve-anios.htm

Las malezas se ponen resistentes al glifosato y hay que subir la dosis y estamos amarrados a que el mismo  proveedor  que me vende las semillas todos los años, pues estas semillas suelen ser estériles, también me vende el glifosato.  Si las malezas se hacen resistentes al glifosato y tengo que cambiar de pesticida, el trans no me sirve para nada.  De paso el glifosato es altamente contaminante y tiene un prontuario que crece día a día . Ver: http://www.mamacoca.org/FSMT_sept_2003/es/doc/kaczewer_toxicologia_del_glifosato_es.htm

Tenemos que comprar semillas todos los años y aumentar la dosis de pesticidas con sus costos ambientales correspondientes.

Luego sucede que el polen del campo transgénico fecunda las flores del vecino que tiene un campo de maiz orgánico, o tradicional, y sus choclos son bastardos de transgénicos.  Sospechando este descuido, la Monsanto o como se llame, muestrea el campo del vecino y detecta el maiz geneticamente modificado.  Va a los tribunales y mete un juicio cobrando los royalties, y Chile que no tiene legislación para defender a los agricultores ¿Cómo falla?  El agricultor tradicional tiene todas las de perder, no sólo el juicio sino hasta la camisa, como les ha sucedido a canadienses y norteamericanos. 

Y si es agricultor más tradicional, de esos que usan variedades de choclos pre- colombinos, esos exquisitos para pastel, puede tener muchos problemas.  Uno, que los choclos sean estériles y al otro año las semillas no le produzcan, otro que ya no puede vender su cultivo como ”libre de trans”.

Por eso es conveniente también saber “dónde” están los cultivos, los vecinos necesitan tener transparencia si pueden ser sujetos de demandas, contaminación genética, o contaminación de las aguas.
Ver: http://www.greenpeace.org/mexico/news/monsanto-gana-a-canadiense-y-a

Entonces hay que crear leyes, laboratorios de arbitrajes con métodos modernísimos en ingeniería genética, funcionarios del SAG capacitados que súper vigilen los eventos de muestreo, leyes especiales que sean compatibles con las leyes de Propiedad Industrial etc,etc.  Una pesadilla de gastos y de controles para los cuales no tenemos instituciones ni nada.  Esto sobrepasa la capacidad y la calidad de los laboratorios instalados en Chile, y ni que decir de los tribunales.

Y el plantador de transgénicos, si la ley no le permite contagiar, tiene que tener personal para cubrir las flores.

Además la Comunidad Científica tiene serias dudas sobre los métodos de testeo usados para determinar la inocuidad de estos maíces, y no hay nadie que pueda afirmar científica y categóricamente que estos trans son inocuos para la salud humana. Ver: http://www.psrast.org/subeqow.htm

Estos maíces se cultivan para uso animal, pero en nuestros campos chilenos dónde se roba de todo, es imposible controlar que estas semillas no vayan a parar a las bocas humanas.  Y ahí tenemos varios problemas, que se pueden ver en los estudios científicos cuya referencia se da más adelante.

Escuché que alguien dijo que a través de los trans “nos íbamos a convertir en una súper potencia agrícola”  Se sabe que hay países mucho más aptos que nosotros para los cultivos extensivos, Argentina, sin ir más lejos y Brasil tienen enormes tierras de cultivo.  Chile es modesto en ese sentido, de modo que los cultivos que nos hagan tan ricos deberían ser súper especializados  y de muy alto precio.  Entre paréntesis si están pensando en el maiz transgénico para fabricar bio fuel, se ha visto que se puede fabricar igualmente bien con las especies tradicionales agregando la enzima correspondiente durante el proceso de fermentación.  Lo del bio fuel es otro problema, pero no hay que ligarlos a los transgénicos, porque no van juntos.

Es obvio que hay que hacer una proyección a futuro de los precios de mercado para calcular los ingresos.  Ojo con el hecho de que una vez transgenizados debemos olvidarnos de la Unión Europea que está cada vez menos convencida de este tema, habiendo países como Irlanda que tomaron el camino de la agricultura limpia de trans. Siendo así las cosas debemos cuidar nuestra fruta, nuestros vinos, nuestros tomates para salsa etc que no caigan en la mira de nuestra competencia y nos declaren contaminados.

Otro punto es revisar el “Estado de las Artes y las Políticas”en el mundo respecto a nuestro problema. Vemos que en Europa los países fuertes se han cuidado mucho de plantar transgénicos, no obstante que sus transnacionales comercien con sus semillas.  Cada día están apareciendo nuevos estudios científicos respecto a maíces trans que indican cosas atemorizantes.  Ya se han prohibido varios maíces Monsanto

En Francia Sarkozy ha tenido que ceder a la presión científica con respecto al MON863 y el Bt MON810. Ver informes científicos: http://www.foodnavigator.com, 14/3/2007 y www.siga.unina.it/SIGA2007/SIGA_2007/Session_E.pdf

Estos maíces han resultado ser altamente perjudiciales para la salud usados en ratas de laboratorio en períodos más largos que los usados por la Monsanto para obtener los vistos buenos de salud, y en el caso del MON 810 el procedimiento usado para la mutación hizo que el gen añadido fuera a caer sobre una proteína que codificaba otras funciones, y la secuencia genética se reorganizó de tal modo, que este maíz produce una toxina mutante cuyos efectos no se conocen.  Esto creó la necesidad que los fabricantes de trans, debieran informar no sólo de la antigua secuencia de dónde partieron, si no de toda la secuencia genética que resultó después de la inseminación del gen forastero.  Solamente así se podrán repetir los experimentos y determinar que fue lo que se fabricó.  Porque el proceso de crear organismos trans no es similar al de Cortar y Pegar del computador. 

El material genético es una organización compleja en la que hay genes que controlan a otros genes y los disparos de bacterias que inducen cambios, no se sabe dónde caen.  Se piensa que muchas de las enfermedades genéticas y los cambios genéticos son producidos por viruses, que son pedazos de material genético, que se meten en nuestras células y lo cambian todo.   Cuando comemos, metemos en nuestro cuerpo ADN de otros organismos, parte se digiere, pero otra parte puede hacer blanco en la infinidad de microorganismos que viven en el tracto digestivo, los que a su vez viajan por nuestro cuerpo y penetran en nuestras células.  Durante millones de años hemos desarrollado sistemas de defensa, y hay cosas que no comemos, y otras que recién se ha visto que son peligrosas, como los sesos.  Pero debemos saber que esos genes que crean resistencia a ciertas toxinas en las plantas, pueden inducir a la resistencia en nuestras bacterias intestinales, o en la maquinaria de la inmunidad celular nuestra.

Otro ítem  que hay que estudiar es el de las patentes.  Es necesario conocer bien en que condiciones están las patentes y  marcas de esas plantas en Chile y en el mundo, para saber a que nos exponemos en caso en que fallen los controles sobre la Naturaleza ya que de esto depende la tranquilidad del resto de los agricultores.  Si tienen patentada una secuencia genética, a la menor contaminación van a empezar a correr las demandas.  En USA, en el Estado de California se presentó un proyecto de ley para mejorar la posición de los agricultores tradicionales frente a estos consorcios debido a la cantidad de demandas arbitrarias.  USA es el país más desprotegido de todos porque la Monsanto tiene allí su sede y Canadá le sigue en desprotección.

Respecto a los efectos sociales de los cultivos trans, se ha visto en otros países que es imposible la convivencia de ambos, ya que las empresas trans van contaminando, demandando, invadiendo de tal modo que los pequeños agricultores tradicionales resultan acogotados y no les queda otra que sumarse al trans o vender sus tierras, lo que crea conflictos de pobreza y marginalidad.  Esto es otro costo.

El último punto tiene que ver con el comportamiento de las grandes transnacionales que producen semillas y pesticidas.  Como las Universidades y los Gobiernos siempre tienen carencia de fondos para Investigación, los laboratorios tienen que buscar fondos en las empresas privadas, vendiendo su imparcialidad.  Ver caso Pusztai y caso Ignacio Chapela, que es el caso de científicos  de prestigio en pugna con el establishment que apoya o es financiado por los dueños de los transgénicos.

Con estos sistemas, los gobiernos y sus funcionarios, los Rectores de Universidades, los Jefes de Servicios de Instituciones que controlan, los Jefes de Laboratorios, deberían ser  personas muy honradas y virtuosas para poder resistir los embates de los lobbistas, que no necesito decir lo que son ya que todos lo saben.

Este último punto es difícil de cuantificar, pero sirve para alertarnos en la cautela y en la prudencia antes que destapar una caja de Pandora que no vamos a poder controlar.

Aquí en Chile existe un término para referirse a personas que se meten en empresas que les quedan grandes, “agrandados” es la palabra, pero además hay un par de dichos populares como “dar el tranco más largo que la falda” y otros que no voy a decir.  Estos dichos describen muy bien cuando se emprenden caminos difíciles confiando en que “las cargas se arreglan por el camino.”  Por eso una buena evaluación de proyectos más un sentido sano de la realidad ayuda a que no nos metamos en más berenjenales de los que ya hay.  Los chilenos no resistimos otro Transantiago, otros Ferrocarriles, por nombrar proyectos que hubieran llenado de vergüenza a nuestros antiguos ingenieros de la Chile, sin Masters ni Doctorados y que lo hacían harto mejor.

Y para terminar y en referencia al título, ahora que los Indios han desarrollado una berenjena transgénica resistente a los insectos, es decir que mata a los insectos, vaya a saber uno lo que puede pasar cuando se mete en berenjenales transgénicos.
Marzo, 2008 

Nota:
(1) ¿Quién se beneficia de los cultivos transgénicos?  Ecoportal.net

Recomendamos leer también de la misma autora: Los transgénicos y sus primeras víctimas en Chile

Compartir:

Artículos Relacionados

Deja una respuesta

WordPress Theme built by Shufflehound. piensaChile © Copyright 2021. All rights reserved.