Articulos recientes

Al navegar en nuestro sitio, aceptas el uso de cookies para fines estadísticos.

Noticias

Opinión

Pacientes y Doctores

Compartir:
 Nada más revelador de la forma cómo los derechistas entienden la política (y por tanto la democracia), que las declaraciones hechas a la prensa hoy jueves 8 de Junio (ver texto completo del articulo en emol.com) , por el diputado de la Unión Democrática Independiente, Marcelo Forni; en las que mostraba su descontento por la conformación del recientemente creado Consejo Asesor de Educación, sacado a la fuerza a la presidenta Bachelet por la lucha y tenacidad del movimiento estudiantil secundario. Forni indicaba que este organismo sólo debía estar compuesto "por técnicos y no por los afectados"
 
Al ser entrevista en la Radio Universo el señor diputado explicó en mayor detalle su iluminadora posición, declarando que "éste es un problema (es decir, la crisis de la educación chilena) que tiene que ser resuelto por técnicos, y queremos ver si en este consejo primará la opinión de los técnicos o la de los afectados por el problema. Lo lógico era que los expertos llamaran a los afectados a cada una de las sesiones para escucharlos, pero no que hubiera una conjunción de enfermos y doctores para que resolvieran [curaran, más bien] la enfermedad".
 
Forni, como todos los sofistas, hace uso de una aparentemente simple comparación entre política y medicina, que vale la pena examinar. Lo que se contiene bajo la superficie de sus palabras sería una afirmación como la siguiente:  De modo semejante a como el médico cura al enfermo, el experto cura el sistema educacional enfermo. Conclusión: así como los enfermos no pueden intervenir en el proceso curativo, precisamente porque son enfermos, tampoco los estudiantes pueden intervenir en la "curación" del sistema educacional, porque ellos son parte de "la enfermedad"
 
Es manifiesto que Forni tiene una idea sumamente anticuada de la medicina, en la cual el enfermo es un simple "paciente", que debe dejar su salud enteramente al cuidado y la voluntad del médico. El enfermo, según esta representación, no sólo no puede intervenir en modo alguno en su propia curación, o elegir entre diferentes tratamientos, sino que ni siquiera puede pedir una "segunda opinión".
 
Pero por detrás de esta comparación se oculta, como es obvio, la concepción derechista de la política (practicada también por los partidos de la Concertación), de acuerdo con la cual la totalidad de las decisiones acerca de las más vitales cuestiones de la sociedad y la economía son de la exclusiva atingencia y responsabilidad de los "expertos" en tales temas, es decir, de los políticos.
 
Por ello es que los estudiantes, de acuerdo a la curiosa lógica del diputado Forni, no debieran formar parte de Consejo Asesor de Educación, porque ellos son (horror de horrores) como el enfermo que quiere curarse a sí mismo, cuando para eso están los sabios expertos que velan siempre por sus intereses.
 
Del mismo modo como en la moderna concepción de la medicina, en la que enfermos y doctores luchan mancomunadamente para prevenir y derrotar las enfermedades, y poder potenciar la salud de los ciudadanos; en la forma verdaderamente democrática de hacer política, cada uno de los ciudadanos debe participar en cada una de las decisiones que afectan su bienestar, su economía, su educación, la de sus hijos y la del resto de los miembros de la sociedad. Los así llamados "expertos" debieran informar a los ciudadanos de las distintas materias de interés a resolver, pero nunca las decisiones últimas debieran quedar a su arbitrio, o al de  grupos minoritarios de poder o de intereses.
 
La educación es algo demasiado importante para ser dejado puramente a los técnicos, sean éstos de la política o de la educación. Los profesores, los estudiantes, los funcionarios del Ministerio de Educación, los rectores de la Universidades, etc., pueden, por cierto, hacer una importante contribución para ayudar a superar la crisis del actual sistema educacional impuesto por la dictadura, pero igualmente le corresponde a la totalidad de las fuerzas vivas de la nación: a los sindicatos, a los escritores, a los editores, a los científicos, y a la ciudadanía consciente en general, intervenir, participar y controlar este largo y complejo proceso que hoy recién comienza.      
Compartir:

Artículos Relacionados

Deja una respuesta

WordPress Theme built by Shufflehound. piensaChile © Copyright 2021. All rights reserved.