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A ver que dicen los pingüinos

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Señora Bachelet, ¡con el futuro de un país no se juega!
La oferta hecha por Bachelet por cadena nacional, en reacción al movimiento estudiantil no puede sino ser catalogada como un tremendo error político, una jugarreta infantil. Quizás esta acusación podrá sonar muy dura y va a ser rechazada por muchos, pero lo que ha ocurrido en estos últimos días, en los colegios y calles de nuestro país, merecía un tratamiento a la misma altura. El movimiento que los estudiantes han logrado poner en pie, sin ayuda de nadie; la seriedad con que han asumido su responsabilidad, pensando no en si mismo, sino en las futuras generaciones; las formas democráticas con que han sabido organizarse y funcionar, han sido un ejemplo de civilidad y democracia para todo el país, y de modo especial para la Concertación. ¿Qué le costaba a la Señora Presidenta esperar el día de mañana y dejar que fuera la mesa de negociaciones la que entregará los resultados que ella hoy ha leído? Hacerlo así ¿lo consideraba una derrota?. ¿Es que no se da cuenta que de esa manera sencillamente se sentó en la mesa negociadora, descalifico todo el esfuerzo que allí se estaba realizando? Esto también forma parte de la educación que reciben nuestros hijos y está claro que esta es una de las peores en muchas millas a la redonda.

Señora Bachelet, si Ud. es realmente demócrata, debiera saber que, ni con todos los millones de dólares que le puede dejar a Chile lo que queda del cobre nacionalizado por Salvador Allende, se puede comprar o construir la civilidad, la conciencia ciudadana que nuestros jóvenes han estado desarrollando en estos días. Ud. podrá manda construir muchos nuevos colegios, pagar muchos almuerzos, podrá decretar que los estudiantes viajen gratis, pero con ello no logra en forma automática educar ciudadanos, que es lo que un país necesita. ¿Por qué no dejó que las negociaciones siguieran hasta el final? ¿Por qué no dejó que ese movimiento tuviera su triunfo? ¿Le dio medio? ¿A Ud. o quién?
Su discurso me sonó a infantilismo. Si, tal cual. Ud., o sus asesores, tuvieron temor que lo que hoy comunicó al país apareciera como lo que es,  el resultado de una negociación en que niños obligaron al gobierno a sentarse a la mesa. Y ahí está su más grave error. Le aconsejaron mal. La vida se lo demostrará y ojala me equivoque, porque siento que el gobierno se farreó una oportunidad grandiosa para abrirle de buena forma la puerta de la civilidad a una nueva generación de jóvenes. De jóvenes que ya no llevan el miedo que la dictadura infundió en millones de ciudadanos de este país. De jóvenes que miran el mundo con una generosidad y una ausencia de sectarismos que los pone muy lejos de nosotros, los que peinamos canas. Si hasta ayer se les acusaba de no estar ni ahí, nada más que por no estar inscritos en los registros electorales. ¿Ud, cree que después de su discurso ha mejorado su opinión acerca de los políticos?

¿Dónde veo el peligro para el futuro?
De partida, la LOCE (Ley Orgánica Constitucional de la Educación) Ud. no la podrá modificar en su esencia, pues la derecha no se lo va a permitir. Si bien en los primeros foros sus parlamentarios aseguraban que estaban dispuestos a apoyar modificaciones, ayer Novoa y Cía. dijeron que ellos no cederán en nada que signifique poner en peligro la “libertad de la educación” y Ud. como socialista debe saber que significan las palabras “libertad” y “educación” en boca de la derecha chilena. Así las cosas, para modificar lo que Chile necesita cambiar en esa ley pinochetista de último minuto, si es que de verdad Ud. quisiera hacerlo, va a necesitar el apoyo de la ciudadanía. Y por lo que hoy hemos visto Ud. actúa exactamente igual que sus antecesores: YO, Presidente de la República, decido que esto es bueno para ti. O quizás Ud. no quiere cambiar esa ley y mañana se va a escudar que la derecha lo impide. Con lo que ha hecho hoy no me la imagino movilizando la ciudadanía para llamar a un plebiscito para mandar abajo esa ley.

La corrupción y el robo, la delincuencia no se termina sin participación ciudadana

Por otro lado, reconociendo que la cantidad de dinero que el estado chileno invierte hoy en educación ha crecido significativamente, Ud. debe saber que sin democracia real, es decir, sin participación ciudadana, la corrupción y el robo se seguirán llevando tajadas significativas de esos dineros. Permítame que le cite un solo ejemplo: cualquier funcionario medianamente bien informado le puede decir que los informes de asistencia que entregan los colegios para recibir las subvenciones (privados y municipalizados) contienen un error conciente de por lo menos 10%. Fíjese que el alcalde de Puente Alto decidió darle un bono a cada profesor si mejoraba la asistencia de sus alumnos. Se podrá imaginar lo que esos profesores informan. Esto es lo que se conoce como el fraude en la subvenciones. Si el estado gasta cerca de US$ 4.000 millones de dólares al año en subvenciones, este fraude redondea los US$ 400 millones.

El negocio es tan bueno que la cantidad de colegios particulares que se transforman en subvencionados crece año a año. Basta mirar las estadísticas oficiales del ministerio.

Para reducir en algo ese fraude bastaría con cruzar la base de datos de FONASA con la del MINEDUC y allí se vería como niños con licencia médica aparecen asistiendo a clases. Hacer eso cuesta la nada misma, pero no se hace. Incluso hay niños que aparecen en más de un Colegio.

Ud. debe haber oído también que hay no pocos funcionarios de gobierno metidos en el negocio de la educación, por supuesto que lo hacen a través de palos blancos. Y así, la lista de problemas podría alargarse bastante más, pero yo sólo quiero decirle que si Ud. desea realmente solucionar problemas debería entender que sin control ciudadano nada será posible.

Uds., funcionarios de gobierno, tienen que entender que están allí, en sus cargos, en representación de la ciudadanía y no para brillo propio. Esfuércense por dejar participar a los ciudadanos, por involucrarlos en cada tarea, pues sólo así tendremos mañana una democracia estable y sólida. El estilo “Robin Hood” que a Uds., los gobernantes de los últimos 16 años, tanto les gusta, no sirve más que para alejar cada vez más a los ciudadanos del quehacer del estado. Eso mismo hizo la dictadura por medio del terror y el crimen. Es verdad que eso ya no existe en nuestro país desde 1990, pero sólo cambió el método, los hechos sin embargo dicen que el esfuerzo sigue apuntando al mismo objetivo.

La verdad, señora Bachelet, es que su mensaje de hoy me ha enmierdado la noche. No sé como lo van a tomar los “pingüinos”, esos niños que salieron a la calle, rompiendo el hielo, cuando nadie lo esperaba. Quizás reaccionen con alegría y se vayan tranquilamente de nuevo a sus salas de clases, olvidándose de todo, con la sensación del deber cumplido. La zorra rica al rosal, la zorra pobre al portal. Pero no creo que eso vaya a ocurrir. Vengo llegando a mi casa luego de una asamblea en el colegio de mi hija, que está “en toma” por supuesto, y lo que allí vi, lo que escuché de esos jóvenes me deja con un sabor de optimismo. Ellos tienen en los ojos el mismo brillo que Ud. lucía cuando tenía 16 años. Han aprendido la lección mejor de lo que nosotros, los viejos, pensamos. Han descubierto las razones para amar a este país, y han entendido que su futuro personal va unido al de su compañer@ de colegio, al de su
vecin@ de barrio, al de l@s demas muchach@s de este país. Han entendido que la educación es un tema dentro de muchos. Y para peor de males para Uds., hay muchos otros chilenos que se han acordado o han descubierto que 1 + 1 son dos, y que unidos somos fuertes y que somos millones y podemos lograr mucho.
Apróntese, que le vamos a obligar a leer muchos discursos, hasta que lea de corrido.
Por el momento, esperemos a ver que dicen los pingüinos.
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