Para borrar las huellas de la participación estadounidense en la dictadura carnicera del general Cedras, los infantes de marina se llevaron 160 mil páginas de los archivos secretos. Aristide regresó encadenado. Le dieron permiso para recuperar el gobierno, pero le prohibieron el poder. Su sucesor, René Préval, obtuvo casi el 90 por ciento de los votos, pero más poder que Préval tiene cualquier mandón de cuarta categoría del Fondo Monetario o del Banco Mundial, aunque el pueblo haitiano no lo haya elegido ni con un voto siquiera.
Más que el voto, puede el veto. Veto a las reformas: cada vez que Préval, o alguno de sus ministros, pide créditos internacionales para dar pan a los hambrientos, letras a los analfabetos o tierra a los campesinos, no recibe respuesta, o le contestan ordenándole: -Recite la lección. Y como el gobierno haitiano no termina de aprender que hay que desmantelar los pocos servicios públicos que quedan, últimos pobres amparos para uno de los pueblos más desamparados del mundo, los profesores dan por perdido el examen.
A fines del año pasado cuatro diputados alemanes visitaron Haití. No bien llegaron, la miseria del pueblo les golpeó los ojos. Entonces el embajador de Alemania les explicó, en Port-au-Prince, cuál es el problema: –Este es un país superpoblado -dijo-. La mujer haitiana siempre quiere, y el hombre haitiano siempre puede. Y se rió. Los diputados callaron. Esa noche, uno de ellos, Winfried Wolf, consultó las cifras. Y comprobó que Haití es, con El Salvador, el país más superpoblado de las Américas, pero está tan superpoblado como Alemania: tiene casi la misma cantidad de habitantes por quilómetro cuadrado.
En sus días en Haití, el diputado Wolf no sólo fue golpeado por la miseria: también fue deslumbrado por la capacidad de belleza de los pintores populares. Y llegó a la conclusión de que Haití está superpoblado… de artistas.
En realidad, la coartada demográfica es más o menos reciente. Hasta hace algunos años, las potencias occidentales hablaban más claro.
Estados Unidos invadió Haití en 1915 y gobernó el país hasta 1934. Se retiró cuando logró sus dos objetivos: cobrar las deudas del City Bank y derogar el artículo constitucional que prohibía vender plantaciones a los extranjeros. Entonces Robert Lansing, secretario de Estado, justificó la larga y feroz ocupación militar explicando que la raza negra es incapaz de gobernarse a sí misma, que tiene "una tendencia inherente a la vida salvaje y una incapacidad física de civilización".
Uno de los responsables de la invasión, William Philips, había incubado tiempo antes la sagaz idea: "Este es un pueblo inferior, incapaz de conservar la civilización que habían dejado los franceses".
Haití había sido la perla de la corona, la colonia más rica de Francia: una gran plantación de azúcar, con mano de obra esclava. En "El espíritu de las leyes", Montesquieu lo había explicado sin pelos en la lengua: "El azúcar sería demasiado caro si no trabajaran los esclavos en su producción. Dichos esclavos son negros desde los pies hasta la cabeza y tienen la nariz tan aplastada que es casi imposible tenerles lástima. Resulta impensable que Dios, que es un ser muy sabio, haya puesto un alma, y sobre todo un alma buena, en un cuerpo enteramente negro".
En cambio, Dios había puesto un látigo en la mano del mayoral. Los esclavos no se distinguían por su voluntad de trabajo. Los negros eran esclavos por naturaleza y vagos también por naturaleza, y la naturaleza, cómplice del orden social, era obra de Dios: el esclavo debía servir al amo y el amo debía castigar al esclavo, que no mostraba el menor entusiasmo a la hora de cumplir con el designio divino.
Karl von Linneo, contemporáneo de Montesquieu, había retratado al negro con precisión científica: "Vagabundo, perezoso, negligente, indolente y de costumbres disolutas". Más generosamente, otro contemporáneo, David Hume, había comprobado que el negro "puede desarrollar ciertas habilidades humanas, como el loro que habla algunas palabras".
En 1803 los negros de Haití propinaron tremenda paliza a las tropas de Napoleón Bonaparte, y Europa no perdonó jamás esta humillación infligida a la raza blanca. Haití fue el primer país libre de las Américas. Estados Unidos había conquistado antes su independencia, pero tenía medio millón de esclavos trabajando en las plantaciones de algodón y de tabaco. Jefferson, que era dueño de esclavos, decía que todos los hombres son iguales, pero también decía que los negros han sido, son y serán inferiores.
La bandera de los libres se alzó sobre las ruinas. La tierra haitiana había sido devastada por el monocultivo del azúcar y arrasada por las calamidades de la guerra contra Francia, y una tercera parte de la población había caído en el combate. Entonces empezó el bloqueo. La nación recién nacida fue condenada a la soledad. Nadie le compraba, nadie le vendía, nadie la reconocía.
Ni siquiera Simón Bolívar, que tan valiente supo ser, tuvo el coraje de firmar el reconocimiento diplomático del país negro. Bolívar había podido reiniciar su lucha por la independencia americana, cuando ya España lo había derrotado, gracias al apoyo de Haití. El gobierno haitiano le había entregado siete naves y muchas armas y soldados, con la única condición de que Bolívar liberara a los esclavos, una idea que al Libertador no se le había ocurrido. Bolívar cumplió con este compromiso, pero después de su victoria, cuando ya gobernaba la Gran Colombia, dio la espalda al país que lo había salvado. Y cuando convocó a las naciones americanas a la reunión de Panamá, no invitó a Haití pero invitó a Inglaterra.
< div>Encontrado en Internet en este sitio quien a su vez lo tomo de la revista uruguaya Brecha 556, Montevideo, 26 de julio de 1996.
Artículos Relacionados
Chile en la era de Michelle Bachelet
por Marcos Roitman Rosenmann (México)
10 años atrás 5 min lectura
Los líos del hermano del Presidente: Los negocios de Miguel Piñera, un empresario al límite
por Cristóbal Peña (Chile)
14 años atrás 19 min lectura
Chile: Concertación y violaciones a los derechos humanos en dictadura
por Felipe Portales (Chile)
19 años atrás 27 min lectura
Kurdistán: La economía social de Rojava
por Red Latina Sin Fronteras
9 años atrás 16 min lectura
Salvador Allende, a cincuenta años de su victoria
por Atilio A. Boron (Argentina)
5 años atrás 9 min lectura
Marco Teruggi analiza el fracaso de Cúcuta, donde anduvo el Libertador Piñera
por
7 años atrás 1 min lectura
Abogado Julio Cortés explica y desmenuza leyes represivas contra movimiento popular
por Andrés Figueroa Cornejo (Chile)
1 día atrás
01 de septiembre de 2025
De las leyes antiterroristas y sus efectos en los movimientos sociales y populares en Chile, mediante una entrevista al abogado, escritor e investigador Julio Cortés, trata el video podcast «Fin del mundo-Actualidad política en tiempos de crisis».
Bolivia: El 31 de agosto de 1967 muere en combate Tamara Bunke, Tania
por piensaChile
1 día atrás
01 de septiembre de 2025
Tania fue la penúltima en sumergirse en la rápida corriente del Río Grande, justo delante de Joaquín que cubría las espaldas de sus compañeros. El agua casi le llegaba hasta la cadera cuando se escucharon las primeras ráfagas. Intentó agarrar su fusil pero una bala le atravesó el pulmón.
Fracasó consulta del Estado chileno que buscaba «la extinción gradual del pueblo mapuche»
por Andrés Figueroa Cornejo (Chile)
4 días atrás
29 de agosto de 2025
Este 28 de agosto, las autoridades de las comunidades mapuche de la Región de Los Lagos realizaron una marcha hasta la delegación presidencial de Puerto Montt con el propósito de manifestar su absoluto rechazo a la consulta devenida de la llamada Comisión Presidencial de Paz y Entendimiento, creada por la administración de turno de La Moneda.
Elisa Loncon llamó al Gobierno a detener la consulta de la Comisión para la Paz
por Radio UdeChile
6 días atrás
27 de agosto de 2025
«El Gobierno debiera considerar la opción que se está generando y detener el proceso de consulta para generar nuevos mecanismos, ya en otro proceso democrático, donde se dé este diálogo permanente entre el Estado y el pueblo mapuche. Pero ese diálogo permanente tiene que ser representativo, en función de la verdad, del conocimiento de la historia”