De estos dos millones de electores, ¿cuántos hubieran asistido a votar, considerando el pasado (y presente todavía) del mínimo de interés por hacerlo? (Le aclaro, eso si, que esto no significa que yo justifique el proceder del CNE si esto ocurrió tal cual usted lo dice.) Sobre el retiro de la oposición, no es necesaria ninguna explicación. Yo vivo en Canadá y, le puedo asegurar que en todo el mundo se sabe la verdadera razón del por qué lo hicieron. Hace poco, una persona de derecha, me dijo que la oposición venezolana "estúpidamente agotó la vía democrática para volver al poder." Por mi parte, le dije que ojalá estuviera equivocada. Quedamos de acuerdo. Ojalá estemos equivocados.
Ahora bien, en lo personal, me gustaría que usted analizara los motivos de esta cultura cívica de los venezolanos. ¿Desde cuándo y por qué no se interesan mayormente por decidir quiénes serán las autoridades que gobiernen el país? Yo estoy de acuerdo en que el concurrir a las urnas tiene que ser una decisión libre y personal de cada individuo, como es en Venezuela; es decir, el que quiere vota y, quien no quiere hacerlo, no vota simplemente y punto. Esto, en muchos países no es así y, en mi simple opinión, lo mismo significa un atropello.
En Chile, por ejemplo, las personas inscritas están obligadas a ir a las urnas el día de elecciones, sin importar el hecho de que pudieran arrepentirse de hacerlo: si no tienen una excusa (o una mentira, a veces), legalmente, tendrían que pagar una multa. Además, al ejercer este derecho, tienen que obligadamente presentar su Cédula de Identidad. ¿Cometieron algún delito acaso? (¿Cuántos ciudadanos(as) comprenden que esto es una violación a sus derechos humanos?) ¿Cinco? ¿Quince? O, para ser más generosos, ¿el dos por ciento total del electorado? Es verdad: concurren a las urnas sin saber que están siendo tratados como delincuentes. Además, la mayoría puede votar solamente: la perrería no reúne los requisitos para postular a ningún cargo. ¿Cómo se explica esto? Si a mi me dan el derecho a votar -ganado en largas jornadas de lucha-, no voy a aceptar que me insulten gratuitamente: "tú, perro, puedes votar solamente". ¿De qué democracia me hablan los señores amos entonces? Lamentablemente, nuestro sufrido pueblo ha tenido que soportar este tipo de aberraciones. Pronto, en todo caso, los perros y perras (gente le llaman) morderán a sus propios amos. Increíble, ¿verdad? (¿Qué está sucediendo? Pareciera que los caninos brutos se quieren sublevar y quieren que la Concertación ¿coma canina? y ¿que la Alianza vomite su propia canina? ¡Viva Chile muerda!)
Para resumir, puedo decirle que no conozco ningún país donde la coerción no sea ejercida sobre la ciudadanía, por lo que la legitimidad de estas democracias son y tienen que ser cuestionables. Además, la crítica, si no se ejercita, los mismos gobiernos están cavando su propia sepultura, (cuestión que parece está sucediendo en un país que se llama ¡Chile!) El problema para nosotros, en América del sur (lo mismo que en otros lugares), es que nunca ha existido tal cuestionamiento. Lo que siempre ha habido es la intervención despiadada que ha dejado millones de muertos. ¿Terminó este "cuestionamiento" de horror? En absoluto: no ha terminado. ¿Qué harán en Bolivia? ¿Qué quieren hacer en Venezuela?
El cuestionamiento honesto que usted y yo debemos tener, tenemos que ejercerlo a cabalidad, siempre. Lo importante es no mentir ni calumniar y, jamás aceptar la alevosía y el crimen que ejercen los poderosos cuando (inclusive bajo sus propias reglas) sus intereses son amenazados. ¿Tienen derecho a votar libremente los pueblos?; es la verdadera pregunta, ya que, como usted debe saber, el crimen cometido en Chile, no se volverá a repetir siempre y cuando los electores no decidan su propio destino. Triste verdad que usted ni nadie puede desmentir.
¿Por qué decidí contestarle, siendo un simple lector de este diario? Porque creo que usted se equivocó o está mintiendo. Ni siquiera el gobierno de los Estados Unidos ha denunciado este hecho; por lo que le reitero que tengo mis dudas al respecto y, aunque el asesino y terrorista número uno del mundo, Bush, es un mentiroso probado, a usted señor Pizarro, no no lo voy a comparar con él.
Respetando sus ideas y, con la atención que como ser humano usted se merece, lo saluda atte., un medio perro que ni siquiera quiere ser perro mientras la Constitución Fascista siga vigente.
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