La COP 21 pavimenta el camino hacia el desastre
por Leonardo Boff (Brasil)
10 años atrás 5 min lectura
En el artículo anterior publicado en este espacio, el autor, tras resaltar los puntos positivos, inició una fuerte crítica acerca de la ilusoria propuesta de la COP 21 sobre el calentamiento global. No puede negarse la buena intención de todos, solo que esa intención no es buena para la vida, para la humanidad y para la Casa Común: la forma como se quiere prevenir el techo de 2ºC de calentamiento y caminar hasta 2100 en dirección a los niveles pre-industriales que eran de 1,5ºC. Todo esto deberá ser alcanzado sin alterar el flujo comercial y financiero del mundo, según se deduce del lema de la Convención: «transformando nuestro mundo: la agenda 2030 para un desarrollo sostenible”.
Lea también: La engañosa propuesta de la COP 21
Aquí reside el nudo del problema. El desarrollo que predomina en el mundo no es en modo alguno sostenible, pues es sinónimo de puro crecimiento material ilimitado dentro de un planeta limitado. Este es conseguido mediante la desmesurada explotación de los bienes y servicios naturales, aunque esto implique una perversa desigualdad social, devastación de ecosistemas, erosión de la biodiversidad, escasez de agua potable, contaminación de los suelos, de los alimentos y de la atmósfera.
Después de decenas de años de reflexión ecológica, parece que los negociadores y jefes de Estado no han aprendido nada. Ellos simplemente no piensan en el destino común. Solo dan alas a la furia productivista, mercantilista y consumista, pues esa es la corriente dominante globalizada.
Ahora bien, este es el tipo de desarrollo/crecimiento que produce el caos de la Tierra y la depredación de la naturaleza. Los datos científicos más serios y recientes dicen que hemos alcanzado el Earth Overshoot Day, el día de la sobrecarga de la Tierra, es decir, el día en que la Tierra perdió su biocapacidad de atender las demandas humanas.
Si tomamos como referencia un año, en agosto ya había gastado su depósito de abastecimientos para el sistema-vida. ¿Cómo quedan los demás meses? Siendo así, ¿todavía tiene sentido hablar con propiedad de desarrollo sostenible para 2030?
Si el bienestar de los países ricos fuese universalizado ―esto ha sido científicamente calculado y está en los manuales de ecología― necesitaríamos por lo menos tres Tierras iguales a la actual.
La COP 21 quiere curarnos dándonos el veneno que nos está matando. No por casualidad, y esto es vergonzoso y humillante para cualquier persona que se preocupa de la naturaleza y la Madre Tierra, en ningún lugar del documento final, aparecen las palabras naturaleza y Tierra.
Los representantes son rehenes del paradigma científico del siglo XVI para el cual la Tierra no pasaba de ser una cosa inerte y sin propósito, antes un baúl de recursos colocados a nuestra disposición que la Magna Mater. No han valido de nada las reflexiones de los grandes nombres de la ciencia de la vida y de la Tierra, como Prigogine, de Duve, Capra, Wilson, Maturana, Swimme, Lutzenberger, teniendo como antecesores a Heisenberg, Bohr, Schrödinger y especialmente Lovelock, sin olvidar la Carta de la Tierra y encíclica del Papa Francisco «cuidando de la Casa Común”, entre tantos otros fundadores del nuevo paradigma.
En el texto predomina la más descarada tecnocracia (dictadura de la tecnología y de la ciencia), tan duramente criticada por el Papa en su encíclica, como si solamente a través de ella nos vinieran las soluciones mesiánicas para la adaptación y la mitigación de los climas. No hay ningún sentido de ética y de llamadas a valores no materiales. Todo gira alrededor de la producción y del desarrollo/crecimiento, en un craso materialismo.
Según el nuevo paradigma, basado en una visión de la cosmogénesis que ya dura desde hace por lo menos 13,7 millones de años, vemos a todos los seres inter-retrorelacionados, cada uno con valor intrínseco pero abierto a conexiones en todas las direcciones, formando órdenes cada vez más altos y complejos hasta permitir la emergencia de la vida y de la vida humana inteligente y portadora de creatividad.
Concuerdo con el mayor especialista sobre el calentamiento global, el profesor de la Universidad de Columbia y antes del a NASA, James Hansen (cfr. The Guardian de 14/12/2015), que es ilusorio pedir a las petroleras que dejen bajo el suelo el petróleo, el gas, el carbón, energías fósiles emisoras de CO2, y las sustituyan por energías renovables. Todas las energías renovables juntas no llegan al 30% de lo que necesitamos.
Las metas de la COP21 son totalmente irreales, porque las energías fósiles son más baratas y van a seguirse quemando, especialmente si se mantiene la economía de acumulación con las consecuencias ecológicas y sociales que acarrea.
Pero habría una posibilidad si realmente quisiéramos estabilizar el clima entre 1,5º y 2ºC, lo que sería todavía administrable; deberíamos cambiar de paradigma: pasar de una sociedad industrialista/consumista a una sociedad de sostenimiento de toda la vida, orientada por el biorregionalismo y no por el globalismo uniformizador. La centralidad la tendría la vida en su diversidad y no el desarrollo.
La producción se haría a los ritmos de la naturaleza, en el respeto de los derechos de la Madre Tierra y de la diversidad de las culturas humanas. Aquí nos inspira más el Papa Francisco en su encíclica que los razonamientos tecnocráticos de la CPO21. De seguir sus consejos, estaremos pavimentando el camino que nos conduce al desastre.
*Leonardo Boff es ecoteólogo, escritor y articulista del JB online.
Traducción de MJ Gavito Milano
Fuente: Blog del autor
*Fuente para piensaChile: Adital
Twitter @LeonardoBoff
Artículos Relacionados
A través de la desalinización, logran enterrar la amenaza de la sequía
por Actualidad RT
9 años atrás 2 min lectura
China ve en salmón chileno y de otros países rebrote de COVID-19
por HispanTV
5 años atrás 2 min lectura
Científicos chilenos estudiarán los efectos del cambio global en los mares de la Patagonia y la Antártica
por Carla Firmani (Valdivia, Chile)
9 años atrás 5 min lectura
Ex subsecretario de Pesca de Ricardo Lagos: El “lobbysta” de las salmoneras
por Juan Carlos Cárdenas N. (Chile)
12 años atrás 9 min lectura
“En 1976 descubrí el ébola. Hoy temo una tragedia inimaginable”
por Peter Piot (Bélgica)
11 años atrás 15 min lectura
Severn, la Greta de hace 27 años que el mundo ignoró en la Cumbre de la Tierra en Río
por Iñaki Berazaluce (España)
6 años atrás 8 min lectura
1 Comentario
Deja una respuesta Cancelar la respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
El agresor como víctima. La cruda realidad sobre Israel contada por Levy, un periodista israelí
por Gideon Levy (Israel)
1 día atrás
20 de octubre de 2025
Debate sobre la solución de dos Estados
Israel mueve peones y la guerra en Gaza continúa a través de bandas colaboracionistas
por Medios Internacionales
1 día atrás
20 de octubre de 2025
Desde el este de Rafah opera la banda armada que se autodenomina «Fuerzas Populares», liderada por el narcotraficante convicto y afiliado al ISIS Yasser Abu Shabab. Esta fuerza comenzó a recibir el apoyo abierto de Israel para llevar a cabo robos armados coordinados de camiones de ayuda humanitaria que se dirigían a Gaza, tras la toma israelí del paso fronterizo de Rafah el 6 de mayo de 2024.
El agresor como víctima. La cruda realidad sobre Israel contada por Levy, un periodista israelí
por Gideon Levy (Israel)
1 día atrás
20 de octubre de 2025
Debate sobre la solución de dos Estados
Israel mueve peones y la guerra en Gaza continúa a través de bandas colaboracionistas
por Medios Internacionales
1 día atrás
20 de octubre de 2025
Desde el este de Rafah opera la banda armada que se autodenomina «Fuerzas Populares», liderada por el narcotraficante convicto y afiliado al ISIS Yasser Abu Shabab. Esta fuerza comenzó a recibir el apoyo abierto de Israel para llevar a cabo robos armados coordinados de camiones de ayuda humanitaria que se dirigían a Gaza, tras la toma israelí del paso fronterizo de Rafah el 6 de mayo de 2024.
…»orientada por el biorregionalismo y no por el globalismo uniformizador.
La centralidad la tendría la vida en su diversidad y no el desarrollo.»
Creo, a mi pesar, que diversidad y bajo consumismo hablan de una persona humana que, o bien se ha transformado a sí misma, o se ha visto transformada por sucesos catastróficos, y que así pueden convivir en un ambiente de paz y armonía relativas…
La ciencia nos gusta pero no nos gusta.
Se ve que en cultura y entretenimientos los globalistas uniformadores no nos privan de nada. Nos saturan. Pero desde el punto de vista económico, nos depredan como nosotros al ganado de carne. Los criamos muy bien, y a los dos años los sacrificamos.
Con cierta diferencia: lo hacen porque creen que si queremos sobrevivir como especie, cuando hemos cubierto todo el planeta con nuestras personas y apetencias, además de necesidades elementales, no podemos sino salir al espacio como podamos a buscar recursos de vida.
Y eso requiere mucho, mucho dinero, además de renuncia de individuos y países, y mucha tecnología y ciencia a pesar de lo que digan los papas y concilios.
Cada uno decide cómo va a vivir y a renunciar.