Contra la raíz de los problemas. Plebiscito Popular por una constituyente del sistema político de Brasil
por Sayonara Tamayo Arjona (Cuba)
10 años atrás 4 min lectura
ALAI AMLATINA, 04/09/2014.- El próximo 7 de septiembre Brasil celebrará el Día de la Patria, una fecha conmemorativa que recuerda la declaración de la independencia del imperio portugués en 1822. Este año la celebración se producirá en una coyuntura política muy particular. Por un lado, las jornadas preelectorales dejan ver dos proyectos de país en disputa; por el otro, millones de brasileños y brasileñas responden “Sí” ante la pregunta ¿Está usted a favor de una Constituyente Exclusiva y Soberana del Sistema Político?
La interrogante ha sido planteada por cerca de 450 movimientos y organizaciones sociales del país sudamericano, que desde agosto del 2013 han estado organizando una campaña para el desarrollo del plebiscito popular, iniciado este 1ro de septiembre. Más de treinta mil urnas se pueden ver en las calles, estaciones de metro, instituciones y otros espacios públicos de 4 800 municipios de todos los estados de la nación. Este es el punto culminante de un proceso iniciado un año atrás, cuando sectores populares progresistas se apropiaron de la iniciativa, derrotada previamente en el Congreso Nacional.
En el mes de junio del 2013 las calles de grandes ciudades brasileñas se llenaron de las voces del pueblo demandando reformas centradas en las esferas del transporte, la educación, la salud, la vivienda, la agricultura y la política tributaria, al tiempo que denunciaban no sentirse representados en las instituciones políticas del país.
En aquel momento la presidenta Dilma Russeff reconoció que esas reformas no podían ser aprobadas e implementadas si antes no se cambiaba el sistema político y propuso la realización de un plebiscito popular que autorizara al funcionamiento de una Asamblea Constituyente, exclusivamente dedicada a esa reforma. Su propuesta duró menos de un día. Varios sectores, entre ellos la burguesía mayoritaria en el congreso brasileño, se encargaron de no permitir que se convirtiera en un planteamiento efectivo.
Ante la derrota en el ámbito legislativo, sectores sociales progresistas comenzaron a articularse y decidieron usar el plebiscito popular, aun cuando no sea válido legalmente, como un instrumento de presión para que el sistema político brasileño sea profundamente reformado. Para el desarrollo de la campaña fueron creados más de dos mil Comités Populares, que llevaron a cabo un proceso de discusión y concientización política del pueblo. Ese ejercicio de educación popular es considerado como la principal victoria de la campaña, aunque puedan conseguirse los diez millones de votos que se pretenden alcanzar.
Una investigación realizada en el mes de febrero de 2014, reflejó que el 66 por ciento de la población brasileña no tiene preferencia por ningún partido, lo cual evidencia su desapego al sistema actual. El principal órgano legislativo tampoco representa la composición del pueblo de Brasil. El 84 por ciento de los 591 parlamentarios del Congreso Nacional son empresarios, terratenientes o representantes de iglesias evangélicas. Sólo 91 declaran su relación con el sector de los trabajadores. Aún cuando el 51 por ciento de la población son las mujeres, estas ocupan el 9 por ciento en la cámara de diputados. Similar proporción tienen las personas de raza negra, mientras los jóvenes también están por debajo del ocho por ciento en el congreso. La naturaleza de esa contradictoria estructura tiene su raíz en los residuos del período dictatorial que quedaron en la constitución democrática de 1988 y en las campañas electorales, cuyo noventa por ciento de los recursos son financiados por las empresas y el sector bancario. Ello condiciona mayoritariamente el ejercicio de poder de muchos senadores, diputados, gobernadores y perfectos.
Estos son sólo algunos elementos que demuestran cuál es la raíz del porqué los avances sociales de Brasil, aunque evidentemente crecientes durante los doce años de gobierno del Partido de los Trabajadores, todavía no alcanzan a satisfacer las necesidades de la población de un país con la quinta mayor economía del mundo, ni a resolver los problemas estructurales que aún afectan a una buena parte de la población.
Es en arrancar la raíz del problema donde están concentrados los movimientos y organizaciones sociales que han impulsado el plebiscito. Las campañas electorales de estos días no difieren mucho en su concepción de las anteriores, pero quién sabe si en los próximos años los brasileños y brasileñas puedan celebrar el Día de la Patria con un nuevo sistema político, con las reformas cumplidas, con un nuevo Brasil.
– La autora, Sayonara Tamayo Arjona, es periodista cubana, Secretaría Operativa de la Articulación de Movimientos Sociales hacia el ALBA
Artículos Relacionados
Ministerio de Asuntos Exteriores ruso: Merkel debe comparecer ante un «tribunal»
por Thomas Röper (desde Rusia)
1 año atrás 7 min lectura
El escenario está preparado para la tercera guerra mundial híbrida
por Pepe Escobar (París, Francia)
1 año atrás 7 min lectura
Victoria demoledora de la democracia griega
por Javier Cortines (España)
9 años atrás 4 min lectura
Entrevista con Peter Dale Scott: Las drogas y la máquina de guerra de Estados Unidos
por Maxime Chaix (Red Voltaire)
10 años atrás 14 min lectura
Brasil: El escándalo Lula y el PT. Dossier
por Gilberto Maringoni (Brasil)
8 años atrás 10 min lectura
Hoy 19 de mayo, los facistas se reúnen en Madrid
por Medios Internacionales
10 segundos atrás
Necesitamos, y es urgente, plantarnos y arrojarles a la cara lo que son: una panda de dirigentes organizados para destrozar la mera idea de los derechos humanos, la decencia, toda ética, toda igualdad y la paz a las que aspiramos como sociedad.
El concepto de democracia directa
por Manuel Acuña Asenjo (Chile)
9 horas atrás
18 de mayo de 2024 GENERALIDADES Existen no pocas palabras en la lengua castellana que, como ‘democracia’, puedan prestarse a tan frecuentes equívocos. Y es que muchas personas suponen…
Salka Embarek: «Soy el Sáhara»
por Capire
1 día atrás
“El poema ‘Soy el Sáhara’ lo escribí en octubre del 2009, después de unas declaraciones del portavoz del régimen marroquí descalificando al POLISARIO y menospreciando al pueblo saharaui. Nos llamó ‘fanfarrones’, se burló públicamente de nuestra decisión y capacidad para retomar las armas ante la sistemática violación de nuestros derechos humanos y el menosprecio a la legislación internacional.
Estudiantes acampan en la en Casa Central de la U: «Estamos en alerta hasta que Chile rompa relaciones con Israel»
por piensaPrensaTV (Chile)
3 días atrás
«Estamos en alerta hasta que Chile rompa relaciones con Israel»: Catalina Lufín, Pdta federación Estudiantes de la U de Chile. En banderazo y acampada por palestina en la casa Central.