Recuperemos Chile: Rechazamos «la Cocina» del 1%. ¡Exigimos una verdadera Asamblea Constituyente!
Nuestros pueblos no aceptarán más “gato por liebre”, ni continuismo ni pirotecnia verbal. Rescatar y reivindicar el espíritu emancipatorio de octubre de 2019 no significa reproducir los errores, carencias y contradicciones que frustraron aquella experiencia histórica.
¿De qué democracia estamos hablando?
«el poder actualmente instituido jamás se ha allanado a consultar y someterse a la opinión mayoritaria de la ciudadanía en estas y otras materias de interés general, empeñándose por el contrario en imponerle a ella su propia voluntad, e incluso sus prejuiciosas creencias, a la mayoría del país.
La contradicción entre el principio democrático y las normas que coartan la potestad constituyente
Como era enteramente previsible, el debate abierto desde la suscripción del acuerdo del 15 de noviembre de 2019 sobre las normas legales fijadas por él para cercenar y con ello desconocer el poder constituyente del pueblo se ha trasladado ahora al seno mismo de la Convención Constitucional. Esto ha ocurrido a raíz de la declaración efectuada en el día de ayer por un grupo de convencionales, haciendo un llamado a «hacer efectiva la soberanía popular de la constituyente«.
El fraude de los Dos Tercios
Reveladoramente, el dispositivo más trascendente que distorsiona el “proceso constituyente” concordado el 15 de noviembre pasado entre la derecha y la ex Concertación ha sido completamente silenciado por el conjunto de los partidos políticos y los grandes medios de comunicación: el antidemocrático e inmodificable quórum de dos tercios establecido para que la convención pueda aprobar un “nuevo” texto constitucional. Aquel rompe con la regla básica de la democracia que estipula el gobierno de la mayoría. Y, en el caso concreto de Chile, le confiere a la derecha un virtual poder de veto, dado que desde 1990 ha obtenido –lejos- más de un tercio de los congresales en todas las elecciones parlamentarias, efectuadas con o sin sistema electoral binominal.
Gato por liebre: La Convención Constitucional NO es una Asamblea Constituyente
El 15 de noviembre,a casi un mes después del inicio de las movilizaciones populares, casi todos los partidos políticos con representación parlamentaria,y una vez superados el temor y la incertidumbre inicial, firman un “Acuerdo por la paz social y la nueva Constitución”, con el objeto de intentar detener la rebelión y evitar en el corto plazo la muy probable caída del gobierno, y proponer un camino de salida a la crisis que les asegure seguir manteniendo el poder y el statu quo, y que se traduce en una reforma a la Constitución, que establece un procedimiento restringido para elaborar una nueva, limitando el EJERCICIO PLENO DE LA SOBERANIA POPULAR, en este caso, de lo que debiera ser el PODER CONSTITUYENTE
No llegó la alegría, ni tampoco vendrán tiempos mejores
Es indesmentible que el presidente fue elegido en votación libre, informada y universal, anunciando “tiempos mejores”, canticos y promesas que ya evidencian ser un gran globo. Así se demuestra en la practica, que no daba lo mismo si Piñera llegaba al gobierno, ya que su rol, como era fácil de prever, es aumentar la concentración del poder económico y del Estado, en beneficio de los grupos económicos de los cuales forma parte. Bajo las actuales condiciones, el camino mas concreto para avanzar hoy, y terminar con la democracia restringida que vivimos, es no abandonar la calle, es la única manera de oponerse a la demagogia y a las manipulaciones.
Encarnado en la cultura guaraní, el obispo sería un pobre, y el Papa un mendigo
Hay una crisis generalizada acerca del poder y de su ejercicio, una verdadera crisis sistémica, vale decir, la percepción de que la forma en que entendemos el poder y su ejercicio en todos los ámbitos de la realidad no nos hace mejores. Vivimos casi siempre bajo formas degeneradas, burocráticas, patriarcales, autoritarias, cuando no dictatoriales. Max Weber, uno de los grandes teóricos del poder, le dio una definición tomando como referencia su lado patológico y no su lado sano. Para él, poder es hacer que el otro haga lo que quiero.
Según el presidente francés Macron, la época de la soberanía popular ha quedado atrás
En un discurso fundacional ante la cúpula de la diplomacia francesa, el presidente Emmanuel Macron expuso su concepción del mundo y cómo piensa utilizar las herramientas a su disposición. Según Macron, ya no existe la soberanía popular, ni en Francia, ni en Europa, así que no hay democracias nacionales ni democracia supranacional. Tampoco existe el interés colectivo, el interés de la República, sino un catálogo heteróclito de cosas e ideas que constituyen bienes comunes.
En Chile el ‘consenso’ es arma peligrosa
Hacia el año 1850… nos cuenta Arturo A. Muñoz, Chile propició la inmigración alemana. Y hubo que encontrar tierras en el sur. ¿Sabes cómo «limpiaron» cientos de miles de hectáreas? Quemándolo todo… Otro ejemplo que desmiente el carácter ‘inusual’ de los incendios. Y muestra que no siempre el responsable está donde se piensa…
12 de octubre: el permanente reclamo a la colonización
Hay que decirlo Chile tiene dueños y no soberanía, el historiador Sergio Grez ha sido muy claro cuando nos ha ilustrado la ausencia total de soberanía en la historia política de nuestro país. La soberanía popular cuando tuvo alguna chance, como se sabe, ha sido siempre duramente reprimida.