“Condenar la violencia sin tratar de explicarla en relación con problemas estructurales es de una miopía política absoluta”
Quienes construyen el juicio de que la protesta perjudica el plebiscito, apuestan exclusivamente por el ámbito político-institucional, es decir, por tratar de definir, en torno al proceso constituyente, las transformaciones que, eventualmente, va a requerir la normativa que regula las relaciones de poder en Chile, a efecto de poder enfrentar esta crisis de arrastre, pero la verdad es que esto va a requerir una ingeniería mucho mayor que tiene que ver con el modelo económico, con las relaciones sociales, que tiene que ver con el vínculo del Estado Nación chileno y el pueblo Nación Mapuche, por ejemplo y a propósito de las comunidades indígenas.
Plebiscito: el plan de la ultraderecha
En estas últimas semanas se ha manifestado en la derecha el deseo de que sea muy alta la abstención electoral. Asegurándose que si la concurrencia no supera ampliamente la mayoría absoluta este proceso constitucional carecería de legitimidad. Claramente, estos sectores saben que el rechazo a la nueva constitución va a ser minoritario, por lo que refugian en la posibilidad de desacreditar el proceso ante una baja concurrencia de votantes.
Constitutrivia:Más de 2500 personas han descargado el juego para aprender sobre el proceso constituyente
Gratuito y descargable. Estas son algunas de las características principales de este proyecto dedicado a informar desde una mirada lúdica los diferentes aspectos que rodean el proceso constituyente que se inicia el próximo 25 de octubre. Hoy el equipo desarrollador de “Constitutrivia” busca recolectar fondos para poder entregar el juego impreso a diversas organizaciones sociales.
Recuerdos del 5 de octubre de 1988 y en el preludio de un nuevo Plebiscito
La gran valentía y fortaleza con que los chilenos y chilenas fueron capaces de vencer el miedo a una dictadura que seguía violando los Derechos Humanos. El problema no era de apatía o indiferencia. El problema era lograr vencer un temor justificado, porque en esos años todavía se arriesgaba incluso la vida.Todo ese trabajo, al menos en lo que nos tocó conocer, fue trabajo voluntario. Miles y miles de chilenos dedicaron un porcentaje mayor o menor de sus vidas en participar de distintas maneras para ganar el plebiscito, sin que tuvieran financiamiento. Fue generoso trabajo voluntario.Sería imposible que el triunfo del NO hubiera tenido éxito sin la participación de las organizaciones sociales, políticas, personas y sus luchas previas que durante años se habían venido produciendo en el país.
A 25 días del Plebiscito 83% votaría por el “Apruebo”
A 25 días para que se realice el plebiscito para una nueva Constitución, se estima que un 53,1% de la población votante del país -equivalente a 7,8 millones de personas- acudirá a votar, según los datos de la nueva encuesta de Pulso Ciudadano realizada por Activa.
Graves errores sobre el Proceso Constituyente
Un segundo gran error respecto del actual “proceso constituyente” es el que considera que el acuerdo del 15 de noviembre ha tenido el propósito de resolver democráticamente el gigantesco malestar social que se expresó en octubre del año pasado. Y concretamente de darle a la sociedad chilena una voz decisiva en cuanto al establecimiento de una eventual nueva Constitución y de un nuevo modelo económico-social. En realidad, dicho acuerdo tuvo el propósito –inconfesable por cierto- de lograr todo lo contrario. Esto es, de aparecer pretendiendo aquello; pero, en la práctica, estableciendo fórmulas que lo hiciesen virtualmente imposible.
Tomando el rábano por las hojas: “Somos la calle y no hemos firmado ningún acuerdo”
Ad portas del plebiscito de octubre, surgen muchas preguntas:: ¿qué modelo vamos a establecer? ¿Vamos a ‘parchar’ el actual modelo una vez estatuida la nueva carta fundamental? ¿Vamos a abrogarlo? ¿Qué pondremos en su reemplazo? ¿O diremos, como Abraham, camino hacia el monte donde pensaba sacrificar a su hijo, ‘Dios nos lo proveerá’? Porque la economía de un país sigue parámetros que no son diferentes a los que siguen los seres humanos en su vida particular, es decir, avocarse, antes de todo, en comer, producir, para poder reproducirse en la vida como individuo y como especie. Y, posteriormente, pensar en la regulación social. Entonces, ¿no estamos tomando el rábano por las hojas?
¿Qué aprueba el APRUEBO?
En reflexiones anteriores he dejado claramente explicitada mi posición frente al proceso constituyente en curso, pero en esta ocasión entregaré una opinión respecto de los previsibles resultados en relación con el triunfo de la opción APRUEBO en el Plebiscito del 25 de octubre.
Proceso Constitucional y Plan B
La realidad territorial del Plan B es la Comuna que en estos 10 meses se ha constituido en base de poder ciudadano porque de allí surgen las Asambleas Territoriales, las Juntas de Vecinos, las Ollas comunes,… en fin, organizaciones ciudadanas base de la Asamblea Constituyente deliberante del futuro. Los hechos demostraron que el teatro de las acciones más dramáticas de supervivencia se transfirió desde los centros oficiales de decisión a las Comunas.
NO al llamado a un acuerdo nacional. Exigimos un Plebiscito. ¡Dignidad y Justicia!
El gobierno ha llamado a un gran acuerdo nacional, por encima de todas las diferencias. Le decimos al presidente que NO se dan las condiciones para un acuerdo y que éste sólo puede ser legitimado en un plebiscito. Porque es el pueblo entero de Chile, con todas sus diferencias –de género, nacionalidad, raza, ingresos, educación, salud, vivienda– el que debe resolver las contiendas que hoy nos dividen. La soberanía pertenece al pueblo y no a un grupo social privilegiado.