Michelle Bachelet: ¿continuismo o transformación?
El nuevo Gobierno chileno entrará en la historia del siglo XXI con mucha fuerza, ya sea por su papel progresivo en la escena internacional, la actuación interna soberana o su definitiva continuación total del modelo… lo que es improbable por razones objetivas. Sin embargo, no pasará desapercibido ya sea por sus aciertos en la autodeterminación del país o por sus errores en la afirmación de un modelo neoliberal agresivo iniciado por Chile y aplicado en gran parte del subcontinente.
EE.UU.: El profundo descalabro y la desintegración de los valores como imperio
El imperio Romano puede ser un buen referente para recordar algunas similitudes con respecto a la actual situación mundial, en especial de los EE UU. Revisando el descalabro político que se instaló en Roma en el pasado y su profunda crisis económica, cuya característica fue una gran inflación, el declive de la agricultura, la industria, el comercio además de una gran desvalorización del denario cuya recaudación en impuestos no alcanzaba para pagar a los funcionarios y a los soldados.
Ahora es fácil llorar
Es metiéndonos en el cascarón de nuestra individualidad como nos deshumanizan para que no sintamos rabia ante la injusticia que cae sobre el otro; para que seamos seres ensimismados que no reaccionemos cuando se le quita todo al que está a nuestro lado; para que no nos duela el dolor de los demás; para que no sintamos lo mismo que sienten los que son lo mismo que nosotros, pero a los que no sentimos como tales; para que no nos unamos unos con otros y nos dejemos dócilmente empobrecer, humillar o incluso matar.
La identidad como argumento de la extrema derecha
La crisis europea presenta, en su estado actual, una de las consecuencias más significativas en términos políticos y sociales: el rebrote de los discursos identitarios que conforman una estrategia directa para la captación ideológica de la población. Es un recurso añejo que se actualiza desde la extrema derecha europea quien encontró en la agitación social, producida por la debacle económica, el fermento propicio para sus metas políticas.
Tariq Ali: México transita hacia un totalitarismo suave
Por tal motivo, puntualiza: “Para que un sistema cambie se requiere la participación activa de todos los agentes de la sociedad. En el momento en que un grupo o movimiento se rehúsa a participar, como hicieron los zapatistas que entonces dijeron ‘nosotros no nos ensuciamos las manos en asuntos como la política’, en ese momento se imposibilita el cambio. Es la misma posición que están tomando losindignados en España.
Esos argumentos, el decir que la política es sucia y abandonar todo, no nos sirve. Si no se actúa con las herramientas del sistema político se abandona cualquier posibilidad de cambio.
Lampedusa, la impunidad de los medios
El filósofo francés Michel Foucault distingue entre la norma y la ley precisando que esta última opera cuando existe una infracción. Se convierte en un mecanismo de legitimación del poder dominante y regula los marcos de interacción social del resto de los individuos. Es decir “las leyes están hechas por unos y se imponen a los demás”. En el año 2007, pescadores tunecinos rescataron a una cuarentena de inmigrantes que habían naufragado en el estrecho de Sicilia. Poco después el tribunal de Agrigento los condenó por “colaborar con la inmigración ilegal”.
Guerra al marxismo y defensa de la jauria de Cordillera y Punta Peuco
Basta de mentiras y de cobardía, la guerra sucia en contra de nosotros los chilenos, fue ideada por los asesores políticos del dictador, entre ellos su principal ideólogo Jaime Guzmán, quienes impusieron un movimiento de exaltación nacional, llamando a destruir el marxismo, que según ellos “estaba devorando el alma popular de Chile”. Por eso nunca se trató de un golpe militar para restaurar la democracia, como afirman hasta hoy, las evidencias demuestran que el fin ultimo fue siempre el que definió Guzmán, refundar el país, crear una institucionalidad política (y una Constitución) para que jamás se permitiera que la experiencia marxista se repitiera en el país.
Querer no ver el problema de la educación
Desde la psicología sistémica se afirma que la locura de un sistema familiar permite que los miembros del sistema sean incapaces de ver lo evidente. Y cuando la terapia o algún otro acontecimiento significativo rompe esa incapacidad, ese repentino ver les asombra. Es que antes, de verdad, no veían.
Cuando empezamos a ver lo que hasta entonces no veíamos se despierta un cierto pudor, pero lo importante es que no hay vuelta atrás. Uno no ve hasta que ve, pero no se puede dejar de ver lo que se logró ver.
“Sí, yo soy marxista” (A los que sobrevivieron sin venderse)
Son padres con sus defectos y virtudes. Ni los mejores, ni los peores. Frutos de su generación. Pero a mí me gusta que jueguen con mis hijos, que les hablen y les enseñen. Porque más que llevar “su sangre”, por derecho de abuelos, me gusta que mis hijos aprendan y reciban amor de seres humanos que al final de su trayecto pueden mirar a los ojos de cualquiera, de frente, sin prepotencia pero sin temor, sin cola que le pisen. Coherentes, que se respetan a sí mismos. Así, entre muchos dolores y calamidades, nos educaron a mi hermana y a mí, amantes de lo que somos, orgullosos de ser lo que hemos sido, y tan sólo queriendo ser mejores seres humanos.
Las potencias occidentales avanzan hacia el fascismo sin velos discursivos
Occidente sufre la crisis de su declinación en un mundo con nuevos países de capitalismo competitivo. Surgen posiciones ideológicas opositoras masivas. El papa Francisco rompe con el discurso de aprobación a sus políticas. Países como el BRICS se colocan en una línea de independencia.
Esos problemas insolubles del empresariado fáctico global los llevan a pasar de la forma demopolítica de dominio a la del fascismo desbocado.
No hay conciencia de la amenaza. Controlan los medios de formación de opinión y miles de millones piensan como les indican. Hay que romper ese silencio.