Entre intimidación y criminalización: El caso de la protesta social en Costa Rica
Una marcada tendencia del aparato represivo del Estado en América Latina, desde varios años, busca considerar como delincuentes y a acusar por delitos penales (desobediencia a la autoridad, bloqueo o cierre de calles, violencia callejera, daños a la infraestructura, difamación, etc…) a diversos líderes comunitarios, indígenas, campesinos, ecologistas, sindicales y estudiantiles.
En Costa Rica, hoy hay movilizaciones constantemente y las fotografías de fuerzas de seguridad anti-motines frente a cartones o pancartas sostenidos por gremios o comunidades organizadas han venido a formar parte del acontecer informativo.
Las viudas del TPP buscan consorte en Asia
Es fundamental posicionar que el que sea un presidente electo como Trump el que congela su aprobación en el congreso de Estados Unidos, NO significa que la oposición al TPP sea una postura de derecha conservadora. En realidad son los movimientos sociales de izquierda o progresistas los que desde hace más e 20 años nos hemos opuesto a este modelo.
Chile. Hacia un Movimiento Amplio por los Derechos Sociales
Como se habla de un Movimiento Amplio, este no tiene otra alternativa que volver sencillo lo complejo y acentuar los puntos de convivencia y no de quiebre. Porque el MADS no es un partido político. Se trata de la forma que adopta, en sus distintos momentos, la lucha de las fuerzas sociales y políticas concretas y reales que buscan hacerse de todo el poder, modificando de manera orgánica y estructural la totalidad del orden establecido se acuerdo a sus propios intereses históricos y objetivos. Es un movimiento político y social amplio.
Movimientos sociales: los indignados ocupando la calle
Lo que me parece interesante de las protestas que se dieron en varias ciudades de Chile es que se agruparon en torno a la consigna de “indignados”, es decir personas que se movilizan por recuperar una dignidad perdida. Esta vez el ciudadano no hizo el típico reclamo a voz baja, salió a la calle dio la cara y gritó en contra de algo que le parece injusto.
Brasil: ¿y ahora qué?
Hay que aprovechar muy bien los 180 días que tiene el Senado para concluir el juicio sobre Dilma. Persuadir con masivas movilizaciones al número de senadores necesario para imponer su absolución en la votación final. Abrir un debate nacional sobre la monstruosidad en curso y el proyecto de país deseado, capaz de conducir a la derrota del golpe pero también a una Asamblea Constituyente, con reforma agraria, reforma política y ley de medios, que permitan un gran ensanchamiento de la democracia.
La esperanza seguirá en pie mientras en pie siga la lucha de los pueblos
En medio de triunfos y derrotas, este continente sigue avanzando y el común denominador es esperanzador en la medida en que la revolución social en Abya Yala no puede depender de la continuidad de los gobiernos progresistas sino de la fuerza de los movimientos sociales a los que aquellos se deben.
América Latina en una difícil encrucijada. El elector exhausto
Un rápido repaso de la situación de los progresismos sudamericanos nos devuelve un panorama áspero, plagado de preocupaciones y dificultades. A excepción de Bolivia, y parcialmente de Uruguay, los gobiernos restantes se encuentran jaqueados por variantes políticas animadas con pujantes intereses restauradores del neoliberalismo y la derecha política. Argentina, Brasil, Chile, Ecuador y Venezuela están atravesando momentos de conmoción y debilitamiento que, en virtud de sus desembocaduras, pueden alterar el mapa político regional.
Las cinco estrategias del capitalismo contra los movimientos sociales
La reestructuración de la economía mundial ha adoptado cinco estrategias básicas para dar respuesta al ciclo de luchas sociales que entre los años sesenta y los setenta transformaron la organización de la reproducción y las relaciones de clase.
«No sabemos que somos soberanos. Somos peticionistas: denos esto, denos lo otro, resuelvan aquello”
Lo practique o no, la soberanía radica en el pueblo, no en la clase política, no en el derecho, no en el Estado. Lo que ha ocurrido en la historia de Chile es que ese poder ha sido denegado una y otra vez a lo largo de 200 años, a tal punto de que hoy no sabemos que tenemos ese poder, no sabemos que somos soberanos […] Somos peticionistas, “denos esto, denos lo otro, resuelvan lo otro”…y uno pide y hace peticiones, y si no nos responden a nuestras peticiones, entonces…protesta. Demanda y protesta, petición y protesta. Eso es pobreza ciudadana.
El segundo Bacheletismo: condiciones y expectativas
La mandataria entra en un momento tumultuoso para su país, pues el movimiento popular se expresa en agitaciones estudiantiles y sociales, con amplia aceptación en la ciudadanía frustrada ante una mejora económica reconcentrada y una sensación que lo económico predomina sobre todo otro valor social. Dicha situación hizo que el expresidente y millonario chileno Sebastián Piñera terminara su gobierno con niveles bajísimos de aceptación pública.