Fueron ahora los despachos en vivo de los cuatro canales de televisión más conocidos de Chile quienes, en esta ocasión, usufructuaron del dolor y rabia de la gente afectada por una nueva oleada de incendios forestales. Lejos de cualquier ética laboral, empatía o solidaridad, vuelven a tratar como espectáculo a la población. Unos morbosos.