Hoy, los ideólogos del régimen le han hecho entender a Gabriel Boric que es más placido llevarse bien con la plutocracia que comprometerse con la defensa de los derechos laborales, sociales, étnicos, de clase y género de las clases trabajadoras, dominadas y explotadas. Para darle un barniz de credibilidad se adhieren a los beneficios de la flexibilidad de carácter de Boric como la fuente del éxito de su gobierno (sic). Parecen desconocer su significado.