Goulart, Allende y Lula. Víctimas de la desmemoria y la impunidad
La arbitraria condena y posterior encarcelamiento del Lula llama a la reflexión, en tiempos en que el peso de la historia oficial distorsiona la realidad, poniendo el acento y explicando los hechos, en la perspectiva y en beneficio de las élites económicas y políticas. Dueñas además, de los principales medios de comunicación, contexto en cual difícilmente se podría esperar un poco de objetividad para representar el presente y tambien el pasado.
En Brasil se siembra la semilla de una respuesta violenta
El politólogo y sociólogo argentino, Atilio Borón, analizó la situación desatada luego del encarcelamiento de Lula da Silva, a quien sindicó como una víctima de las clases acomodadas brasileñas que se empeñaron contra “alguien que vino a poner las cosas fuera de su lugar; eso fueron los 36 millones de personas que pudieron comer cuatro veces al día, tener acceso a servicios básicos, mejor educación, salud y seguridad social”.
Brasil: Lula participó en un acto en Río de Janeiro con la idea de avanzar en la creación de un frente amplio por la democracia
Cuando el público anunciara en coro “va a avanzar la unidad popular”, Lula, el diputado estadual Marcelo Freixo (PSOL-RJ) y la diputada federal Manuela D’Ávila (PCdoB-RS) entraron al palco junto a Chico Buarque.
Lula dijo: «Marielle murió porque se organizaba y luchaba contra ese fascismo. Nuestra libertad de organización está amenazada. La libertad de circular de Lula y hacer su caravana es amenazada con tiros. El fascismo se expresa en Brasil buscando acabar con nuestra libertad de ser una gran nación.
2018: desenlace en Brasil
De la forma que sea, Brasil decide su futuro por un tiempo largo en 2018. Un año decisivo para el país, con consecuencias directas e indirectas en otros países del continente. En caso de que venza Lula, se frena la contraofensiva conservadora, que no ha dejado de ampliarse en 2017, en Chile, en Argentina, en Ecuador. La crisis brasileña llegará a un termino, sea con la consolidación del gobierno de restauración neoliberal o con el retorno de gobiernos neoliberales.
Brasil: «Temer, el abismo y después»
El temor de la burguesía brasileña y sus jefes en el corazón del imperio es muy grande, porque la pertinaz recesión económica y la crisis de legitimidad que arrastra a toda la clase política, al empresariado, a los gobiernos estaduales y locales es de tal magnitud […] que las fórmulas tradicionales difícilmente podrían ser exitosos frente a una amenaza de la magnitud que tiene la que se yergue en la vereda de enfrente. Molecularmente se está constituyendo en Brasil lo que Lenin denominara una “situación revolucionaria”: los de arriba ya no pueden seguir dominando como antes y los de abajo (por lo menos un sector importante de ellos) no quieren seguir siendo dominados.
Brasil se desmorona frente al abismo político
El presidente brasileño ha podido mantenerse en su cargo debido al apoyo del capital exportador y financiero, que desean sostener las reformas estructurales vinculadas a la congelación del gasto público durante veinte años, el empeoramiento de las condiciones laborales y la reducción significativa de las pensiones.. Por otro lado los dirigentes del PT ahora piden a la población brasileña que se movilice para convocar elecciones presidenciales anticipadas, pero no ratifican su apoyo a la realización de una auditoría de la deuda pública, la aplicación de un nuevo régimen fiscal y la aprobación de una reforma agraria en caso de ganar las elecciones presidenciales.
Salvo el poder, todo es ilusión
José Batista Sobrinho comenzó a trabajar a los 15 años. Dejó la escuela en el cuarto grado. Cuando terminó el servicio militar se dedicó a faenar vacunos vendiendo a carnicerías de la ciudad de Anápolis, de unos 50 mil habitantes, en el estado de Goiânia (Brasil). Cuando el presidente Juscelino Kubitschek, década de 1950, decidió construir Brasilia, Zé Mineiro (su apodo), se trasladó a la futura capital para instalar un matadero donde faenaba 25 vacas diarias.
“El PT funcionó como un prestador de servicios para las elites”
Entrevista con la filósofa Isabel Loureiro
El PT ha funcionado como un prestador de servicios para las elites del país, que tercerizaron el gobierno cuando les fue conveniente. Cuando vieron que la operación Lava Jato se les acercaba demasiado y Dilma no hacía nada para impedirlo, decidieron que ellos iban a gobernar de nuevo. Brasil es un país profundamente retrógrado en el que las elites nunca dejaron de gobernar. Durante un tiempo permitieron que se mantuviera ese reformismo débil del que habla Singer, pero incluso eso les pareció demasiado.
Brasil: “El PT creó un ejército de millones de consumidores desvinculados de la política y de los partidos”
«[…] ¿Habría sido posible la canallada con un millón de manifestantes acampando en el Planalto? Si otro millón más tomaba la avenida paulista ¿se habrían atrevido a reprimirlo? Se creó un ejército de millones de consumidores desvinculados de la política y de los partidos y dicha creación debilitó al movimiento popular, facilitando a los conspiradores.
En Brasil, vuelo ciego hacia la guerra civil
La solución a la crisis provocada por el doble golpe contra Rousseff vendrá de la calle, confía Leonardo Boff. Explica: Hay grupos radicalizados entre los movimientos de los Sin tierra y Sin techo, que se sienten humillados y pueden pasar a la violencia armada. Y eso está en la lógica de Estados Unidos, generar esa violencia, introducir los grupos de acción que rompen ventanas de bancos, de tiendas. Y luego entra la policía con violencia extrema. Esas son tácticas que ya han usado en el pasado.