«Las guerras mienten»
«Las guerras mienten. Ninguna guerra tiene la honestidad de confesar yo mato para robar. Las guerras siempre invocan nobles motivos: matan en nombre de la paz, en nombre de la civilización, en nombre del progreso, en nombre de la democracia y por las dudas, si tanta mentira no alcanzara, ahí están los medios de comunicación dispuestos a inventar enemigos imaginarios para justificar la conversión del mundo en un gran manicomio y un inmenso matadero».
La guerra de Estados Unidos contra Venezuela
El triunfo electoral del presidente Nicolás Maduro y de la Revolución bolivariana es un acto heroico de resistencia de un pueblo y un gobierno que decide continuar su camino…
¿ Es este el mundo que queremos ?
Los refugiados suman hoy 68,5 millones, la cifra más alta desde fines de la Segunda Guerra Mundial. Palestinos, sirios, afganos, birmanos, somalíes, pakistaníes, magrebíes o sudaneses son algunos de los principales colectivos. Todos huyen de la miseria y de la muerte. Sus países han sufrido o han padecido invasiones o conflictos en los que directa o indirectamente participan países “desarrollados”. Los que mueren, los que pierden sus viviendas, los que huyen, son en su gran mayoría de países donde no se producen armas. Los que mueren, los que pierden sus viviendas, los que huyen, son en su gran mayoría de países donde no se producen armas.
Irán, Arabia Saudita, Medio Oriente: una región tremendamente explosiva
El reciente bombardeo americano de tropas sirias que ha provocado un centenar de víctimas. Es una forma de decir: no os acerquéis a las zonas en las que estamos presentes. La situación entre Irán y los Estados Unidos puede degenerar. Lo que bloquea las cosas es la presencia de Rusia, que no desearía ver arrastrarse por Teherán y aún menos por el régimen sirio a un enfrentamiento con los Estados Unidos. Pero es una situación explosiva, ciertamente.
Bajo la lupa: Netanyahu amenaza librar una guerra contra Irán
El cleptócrata local/regional/global Netanyahu, sobre quien penden cuatro casos delincuenciales en su contra por megacorrupción (los casos 1000, 2000, 3000 y 4000, este último es el más ominoso), busca que Trump libre una guerra contra Irán hasta el último soldado estadunidense (sic), mientras el ejército de Israel mantiene y/o prepara tres guerras de baja intensidad en sus fronteras ilegales contra los sitiados palestinos de Gaza/Cisjordania, Líbano y en las ocupadas alturas del Golán de Siria.
Colombia: Unir en lo que une hacia una rebelión urgente y desarmada
Una rebelión desarmada tiene que ser drástica, sin teorías declaradas, ni ideologías expresas, sin caudillos, ni salvadores, sin acuerdos privados, sin dogmatismos ni viejas cuentas que cobrar, que sepa prevenir e inmovilizar antes de su nacimiento las reacciones en su contra.
Una rebelión desarmada que no espere a que los acuerdos de paz sean adecuados por la retórica de los partidos tradicionales y sus nacientes fundamentalismos de ultraderecha y que tampoco se pierda en las trampas del desgaste, el eventismo y la fragmentación a la hora de deponer intereses y definir la agenda de mínimos comunes para tomar el control del Estado, humanizar y adelantar la acción política.
«Vemos cerca la guerra del Sáhara con Marruecos»
¿Están preparados para afrontar una guerra?
Ésa es la pregunta del millón. ¿Lo estaba en el 75? Nadie daba una limosna por los saharauis contra un ejército de los más preparados del norte de África. El rey Hassan II dijo que en cuestión de una semana ocuparía el Sáhara y tomaría un té en El Aaiún. Son ya 41 años y no ha tomado ningún té en El Aaiún, se lo aseguro.
Colombia: “Nos van a matar, nos están matando”
“Nos van a matar, en el norte del Cauca nos están matando y ni la Fiscalía ni el Ejército dan soluciones”. El grito de denuncia y de rabia sobresalta a un auditorio concentrado en las explicaciones académicas sobre los sucesores del paramilitarismo y los caminos para desmontarlo. El grito se convierte en clamor cuando son una decena de líderes y lideresas campesinos y comunitarios los que suben al estrado para narrar una realidad que palpan día a día, hablan de los muertos recientes, de cuerpos desmembrados que siguen bajando por el río y sus palabras prueban con hechos que no, que el paramilitarismo no ha desaparecido en Colombia, por muchos nombres que quieran darle.
El país invisible
En Colombia votaron 12 millones, teniendo el país 32 millones habilitados para votar.
La afirmación más frecuente, y más falsa, de la jornada histórica del 2 de octubre, en labios de políticos y periodistas, fue que medio país estaba por el sí, y medio país, y un poco más, estaba por el no. Pero esa ceguera es una de las causas de la guerra y de todas las violencias que padecemos. Sumados los seis millones largos que rechazan los acuerdos y los seis millones que los aprueban, no se hace un país. Colombia no son 12 millones de personas: queda por saber lo que piensan los 20 millones de ciudadanos que no votaron y los 18 que no pueden votar.
Colombia: Santos saluda a la paz con sus cazabombarderos Kfir (sionistas)
Mientras Timochenko enardecido pronunciaba su discurso evocando el universo macondiano de mariposas amarillas y Mauricio Babilonia, de repente aparecen rugiendo en el cielo una escuadrilla de cazabombarderos Kfir, made in Israel. Unas flechas de fuego que rompieron la velocidad del sonido causando pavor entre la concurrencia. En nombre de la paz y el amor, ¿quizás? Estos son los mismos Kfir con el que los asesinos sionistas suelen bombardear Gaza y Cisjordania. Este ha sido un episodio bochornoso y despreciable, pero a la vez aleccionador, y que no puede pasarse por alto pues es una clara advertencia, un gesto hostil sin parangón alguno. En la ceremonia privada ¡¡Una paz privada!! sólo podían participar unos seres elegidos por el Todopoderoso (casi todos burguesitos blancos, católicos y apostólicos) Lo que veíamos eran mujeronas y señorones todos vestidos de blanco impoluto,