Official Secrets: más que una película, una realidad de los embajadores que fuimos espiados en EE.UU.
Official Secrets es una película de próximo estreno en Chile, que relata la historia de Katharine Gun, una analista de inteligencia británica de 28 años, que en un invernal viernes de febrero de 2003, recibió en su computador un memorándum de la Agencia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, instruyendo a sus colegas británicos espiar al embajador de Chile –el suscrito– y de México, Adolfo Aguilar Zinzer, así como a otros embajadores de Asia y Africa en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Si la guerra es una industria, ¿cómo puede haber paz en un mundo capitalista?
El 26 de abril de 1937, doce bombarderos de la Legión Cóndor alemana y de la Aviación Legionaria italiana sobrevolaron el País Vasco en España en medio de la Guerra Civil Española (1936-1939). Derribaron el pequeño pueblo de Guernica, sobre el que soltaron su arsenal incendiario. Casi dos mil personas murieron en este pueblo indefenso.
"Yo derribé la estatua de Saddam pero ahora querría tenerlo de vuelta"
¿Pero qué efecto tuvo la guerra en Irak sobre los civiles iraquíes?
Kadhim al Jabbouri fue protagonista de uno de los momentos más eufóricos y simbólicos de la guerra, el momento en que derribaron la estatua de Saddam Hussein en el centro de Bagdad.
Al Jabbouri le explicó a la BBC por qué se arrepiente de haber sido uno de los que ayudaron a destruirla.
Inglaterra, Informe Chilcot: La verdad “oficial” llega tarde
El informe (más de dos millones de palabras) confirma que aquellos reclamos ciudadanos llevaban más certezas que las de los estrategas de los búnkers blindados y de los despachos oficiales. Pero si lo valoramos con serenidad, se nos atraganta la magnitud del horror. ¿Somos conscientes de los millares de muertos, de la destrucción de un país, de sus infraestructuras, y de su cultura que ocasionó esa invasión?
Yo ayudé a crear ISIS
«Los ojos cálidos y vidriosos de niños y jóvenes iraquíes me persiguen perpetuamente, como deberían. Los rostros de los que he matado, o al menos aquellos cuyos cuerpos estaban lo suficientemente cerca para examinar, nunca escaparán de mis pensamientos. Mis pesadillas y reflexiones diarias me recuerdan de donde viene ISIS y por qué exactamente nos odian. Ese odio, comprensible pero lamentable, será dirigido hacia Occidente durante años y décadas por venir. Como no podía ser de otra manera.»