Greenpeace alertó hoy sobre un «Chernobyl chileno» a raíz de los graves episodios de intoxicación ambiental en la zona costera de Quintero y Puchuncaví, 140 kilómetros al nordeste de Santiago. Un total de 210 personas han sufrido síntomas de envenenamiento con vómitos y dolores de cabeza, obligando a suspender las clases y decretar «alerta amarilla». El alcalde de Quintero, Mauricio Carrasco (IND), protestó ante lo que está ocurriendo y dijo que «no puede ser que el ser humano viva de esta forma». Se comprometió a seguir realizando manifestaciones con la comunidad «para que el Gobierno escuche».