La conciencia social o comunitaria, inherente al ser humano, es dificultada por un ambiente cultural y una estructura económico- social injusta, autoritaria, individualista, patriarcal, economicista y poco solidaria, excesivamente competitiva y estresante. Que provoca enormes desigualdades y conflictos, tanto familiares como laborales e internacionales.
Los grupos políticos principales no enfrentan las soluciones de fondo. No se define hacia dónde vamos como sociedad, ni qué tipo de sociedad queremos. Solo se buscan soluciones de parche y “apagar incendios”.