Pero resulta que las noticias andan como la gallinita ciega, que no saben para dónde ir: que ya se escapó el chapo por segunda vez, que ya lo agarraron por tercera vez, que ya vino el papa, que ya se fue el papa, y mientras tanto en cualquier rincón de México, o del mundo, golpearon-violaron-encarcelaron-asesinaron-desaparecieron-a-no-importa-quién. Y pues la noticia es parte del sistema, o sea que es también una mercancía. Y se vende si se dice, y se vende si se calla. Así que los medios reciben más paga para decir… y mucha más paga para callar